Unos
álamos negros Populus nigra de la hoz de Pelegrina, se agitan con el viento
sobre el campamento del equipo de El Hombre y la Tierra. El sol, arranca destellos
áureos mientras bambolean sus copas rítmicamente con veladas luces intermitentes. Amarillentas
hojas interceptan la escena durante su caída, propagándose en el espacio como diminutas
partículas en forma de luminosos copos de nieve.
Toda
la esencia del otoño empaña con su colorido la cárcava del río Dulce. Entonces,
suena una música que inunda la estación que adormece el sotobosque. Una música
que penetra en lo más profundo del corazón humano dándole vida frente al ocaso
estacional de la naturaleza.
Es
una de tantas creaciones sinfónicas del turolense Antón García Abril. Un genio y
artesano de la composición musical, escenificador del drama, la tensión y el
sosiego de la vida silvestre. Otoños y primaveras, inviernos y veranos fusionados
con magistral poesía sonora gracias a su percepción sensorial, combinada con todas
las demás resonancias de la naturaleza. Un golpe de anhelo y esperanza capaz de
superar el desánimo de los días menguantes.
Si
Félix Rodríguez de la Fuente fue la voz de la naturaleza, es justo que la
música de Antón García Abril sea el fondo sonoro de todos los rincones vivos de
nuestro medio natural.
“Siempre
he intentado que la música se convirtiera en imagen y la imagen en música, y a
veces lo he conseguido”
Compositor de la banda sonora de los capítulos de El Hombre y la Tierra
Momentos otoñales
Viviendo los paisajes, las secuencias de la fauna Ibérica en todo su esplendor y, todo lo relacionado con la naturaleza, siempre me acompañó y me acompañará como sonido de fondo la extraordinaria música de Antón García Abril.
Si las imágenes de la serie de El Hombre y la Tierra eran una maravilla, la banda sonora, no le iba a la zaga.La que siempre recordaré fue la que compuso para los capítulos dedicados al lobo. Esas secuencias de lo tres lobos corriendo, acompañados por la música de Antón García Abril eran la perfección audivisual
ResponderEliminarPreciosas fotos otoñales
Saludos
Compré la colección de CDs de la banda sonora de EL Hombre y la Tierra que estuve esperando, prácticamente, toda la vida. Ahora, me los pongo a menudo y son un bálsamo de relajación y recuerdos.
EliminarAntón García Abril es el compositor que mejor ha recreado los movimientos de la naturaleza.
Saludos.
Merecido reconocimiento para quien puso sonido a tan hermosas imágenes en una excelente combinación.
ResponderEliminar¡Saludos!
No me extraña en absoluto que Rodríguez de la Fuente se entusiasmara tanto al escuchar la composición de entrada a los capítulos. Daba un impacto sonoro tremendo al acompañar tan sobresalientes imágenes.
EliminarSaludos.
Su música resuena en mis oídos mientras leo la entrada. Precioso y merecido homenaje, con unas fotos espectaculares.
ResponderEliminarQué magia la de García Abril que a tantos amantes de la naturaleza nos acompaña durante nuestros recorridos.
EliminarHe elegido el otoño porque tiene un mayor sentido romántico para acompañar la música del maestro compositor.
Desde luego, si cerramos los ojos, su música se convierte en imagen tal y como el autor hace referencia.
Siempre lo consigue.
Saludos.
Maravillosos paisajes y escuchando esa música mucho más... todavía resuena en mis oídos. Muchos besos.
ResponderEliminarCierto, es a lo que invitan estas fotografías. Su música, es la más idónea.
EliminarBesos.
Una secuencia maravillosa de fotos y la banda sonora del hombre y la tierra es un clásico de nuestras vidas. Saludos.
ResponderEliminarHay en venta cuatro CDs que son un auténtico regalo para los oídos, donde la enorme calidad del sonido te traslada a las mejores secuencias de la serie de fauna Ibérica.
EliminarSaludos.
Imprescindível postagem! Muito obrigada!
ResponderEliminarMagníficas fotografías que me lembram quando conheci o outono espetacular da sua terra...
Um beijo
Son fotos para la nostalgia, para revivirlas con todo su esplendor y un fondo musical de un inigualable maestro compositor como es Antón García Abril.
ResponderEliminarBesos...
Hola Javier.
ResponderEliminarMe pilló un tanto joven, pero recuerdo perfectamente muchas secuencias del Hombre y la Tierra. La música además de una delicia, ayudaba a meterse de lleno en la escena.
El sábado si el tiempo acompaña, iremos a tu pueblo para hacer otra vez la Hoz Seca y añadirle el barranco de la Tejera, que no conozco.
Un saludo y felices fiestas.
En efecto, no he olvidado jamás esas maravillosas sinfonías y, siempre me han acompañado en mis paseos montaraces.
EliminarEn la colección de CDs que están a la venta, la orquesta es impresionante. Los escucho durante los momentos en que necesito calma.
Creo que iba a estar nublado pero, sin problema serio de lluvia.
Son dos rutas muy agradables y entretenidas para caminar con la familia. Si lleváis prismáticos, estad atentos a las paredes por si sorprendéis al treparriscos que baja en invierno del Pirineo a los barrancos centrales. A ver si, con otro poco más de suerte, podéis ver también al águila real y las cabras montesas.
Iré a mediados de este mes a estar unos días. No sé si coincidiremos algún día y, si no, pues siempre se puede quedar para tomar algo.
El barranco de la Tejera es sencillo y también espectacular en todo el tramo. Es más corto que el de la Hoz Seca pero, igual de interesante.
Saludos y, feliz Año Nuevo con mejores espectativas.
Impresionantes imágenes. Es cierto que la música de Antón García Abril deja huella en el alma. Por ejemplo, cuando observo con detenimiento una rapaz planeando, me viene siempre a la cabeza la música de "Lobos cazando": https://www.youtube.com/watch?v=cZxQNqaL78g. Que ya sé que son lobos, pero mi cabeza funciona como quiere jeje.
ResponderEliminarFeliz año, Javier.
Saludos.
Las melodías de García Abril nos enmarcan un escenario donde cada uno tiene la oportunidad, mediante su preferencia ocasional, de vislumbrar con una composición musical de fondo, la actividad del animal en el momento de la observación.
EliminarEs tan amplio el abanico de posibilidades con las composiciones de este autor que no queda una mirada sin aplicar su melodía particular en el campo.
Buen año para ti también Guillermo.
Saludos.