Cuántas veces durante la atención prestada a los
documentales de animales en la televisión, incluso estando algunos en segundo
plano, quedaba prendado viendo una minúscula ave de tarsos y dedos largos caminando
sobre la apretada vegetación flotante del humedal; me refiero a la jacana, charadriiforme de la familia Jacanidae. Era también hipnótico verla desfilar
con esa particular elegancia y acompasado caminar encima de las enormes hojas
de Victoria regia con forma de bandeja. Nunca olvidé estas peculiares avecillas
tan inconfundibles buscando insectos, invertebrados e incluso algunos pececillos
para alimentarse.
Las largas patas de la jacana tienen unos finos y estirados dedos terminados en afiladas y extensas uñas que le permiten caminar sobre la vegetación del agua. Precisamente, en algunos países se conoce a la jacana como ave de Jesús por esta "milagrosa" capacidad.
Cuando seguía por fin en directo las evoluciones
prospectoras de las jacanas Jacana jacana
en uno de los remansos del río Paraíba en Río de Janeiro, descubrí perplejo
sus enormes dedos equipados con largas uñas para aumentar el plano de
sustentación sobre la vegetación, una vegetación tan entrelazada que a las
patilargas garzas les resulta bastante incómodo sortearla, caracterizándose la
masa vegetal del río como un nicho ecológico más apropiado para las menudas
jacanas.
Paso a paso, rebuscando en el envés de las hojas y en cualquier recoveco, van consumiendo los insectos hallados bajo el agua. Así ejercen cierto control en las poblaciones de insectos actuando contra las larvas, entre otras, las de los odiados mosquitos.
Es un ave pequeña de 22 cm que carece de dimorfismo sexual,
aunque el tamaño de la hembra es mayor que el del macho. Por este motivo, son
ellas las que batallan con otras hembras para conseguir a los machos con que
aparearse (hasta tres). El nido es construido por el macho, donde deposita la
hembra de tres a cuatro huevos. La incubación y la crianza de los pollos corren
a cargo de los machos. Los pollos son capaces de caminar desde su primer día de
vida. Gracias a su mayor tamaño la hembra es la encargada de defender el
territorio de intrusos.
Comparativa de tamaño entre el frango-d'água-comum Gallinula galeata
(similar a nuestra gallineta Gallinula chloropus) y, las menudas jacanas
Tiene desde la cabeza hasta la zona ventral de color negro y el dorso y alas castañas. Las rémiges son de color amarillo pálido. Como el Quero quero Vanellus chilensis y el Chajá Chauna torquata la jacana posee en el vértice flexor del ala unos espolones amarillentos que utiliza para defenderse y combatir.