A estas alturas, el ejemplar de la imagen estará reposando en lugar seguro y con unos cuantos días del ciclo letárgico ya consumidos, afortunadamente.
Hace dos semanas como en otras ocasiones, Fernando y quien escribe, prospectamos unos aljibes de la estepa monegrina, precisamente para auxiliar dado el caso, animales prisioneros de estas inmisericordes trampas tantas veces mortales. Sobre el suelo embarrado y húmedo del aljibe, tratando de buscar refugio bajo una enorme losa de piedra, la mediana culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) trataba inútilmente de acomodarse en un lugar idóneo inexistente. Era evidente que, ya debiera de estar inactiva bajo los efectos del periodo de letargo. Un ofidio respetable de tamaño considerable. Las escamas o placas supraoculares a modo de cejas destacadas le dan un aspecto fiero y amenazante. Los mayores ejemplares pueden superar los 200 cm de longitud, siendo las hembras más voluminosas. Su coloración general es variable, existiendo individuos marrones, pardos, grises y oliváceos (estos últimos los más frecuentes). Es una especie típicamente mediterránea.
La culebra bastarda, es una culebra opistoglifa al igual que la culebra de cogulla (Macroprotodon brevis), con los colmillos inoculadores de veneno asentados en la parte posterior de la boca. Para el hombre, la mordedura de estos colúbridos no reviste el menor peligro debido a la posición retrasada de dichos dientes inyectores que dificulta una mordedura eficaz y, por supuesto, nunca resulta mortal que se sepa. Existen también en la península, otros dos grupos que albergan al resto de estos reptiles apodos: aglifos; ofidios carentes de glándulas y aparato inoculador de veneno como la culebra de agua, y: selenoglifos; ocupado por las temidas víboras cuyos colmillos acanalados y conectados a unas glándulas venenosas inyectan un efectivo veneno paralizador y mortal para sus presas mas habituales. Los dientes se retraen al abrir y cerrar la boca.
Levantando la enorme piedra aparecieron multitud de escarabajos del género Blaps acompañando al ofidio. La imagen impresiona bastante.
Apenas ofreció resistencia la culebra bastarda durante su captura; todo lo contrario de haber sido durante el estío que, hubiéramos alucinado con su furia. Ser ectotermo, optimiza la temperatura corporal de los reptiles pero, les hace depender exclusivamente de la temperatura ambiental en la que se hallan. Al ser el día señalado bastante frío, el colúbrido yacía prácticamente inactivo. Me llamó bastante la atención su mirada perdida, tal vez, por la incapacidad de defenderse. Notaba además como sus ojos giraban levemente, supongo que, analizando sus escasas posibilidades de escapatoria.
Si he de recordar a esta mimética y recatada serpiente lo haría desde la niñez, cuando buscaba afanosamente por curiosidad todo tipo de insectos en la base de los árboles durante el silencio estival del mediodía. En la arboleda, cuando ni siquiera los pájaros cantaban de puro calor, se dejaba oír en ocasiones un estruendo repentino y fugaz, que a su vez, agitaba las altas hierbas a su paso, era aquel, un momento escalofriante de suspense que me dejaba helado.
Durante este verano pasado, hallé una culebra bastarda de gran tamaño soleándose entre la vegetación herbácea de un sendero junto al río Ebro. Sólo asomaba su verdoso lomo, paré con firmeza y en silencio; el ofidio, arrancó tan rápidamente que desapareció de modo increíble. La velocidad de esta culebra es su principal defensa si dispone de terreno libre para huir. Solamente cuando se siente acorralada, actúa de modo muy agresivo.
Un ejemplar de esta especie que hallé atropellado en la carretera, tenía en su aparato digestivo dos topillos semidigeridos; quizá, los atrapó acorralándolos en su galería subterránea.
El momento de liberar a un animal siempre es especial. Al lado, había una enorme pila de piedras donde se introdujo finalmente, muy protegida.
A esta joven y preciosa culebra de escalera (Rhinechis scalaris) de fase gris, la liberamos del aljibe, e indirectamente, de la culebra bastarda.
Los aljibes eran construcciones utilizadas para estancar el agua de abrevar el ganado.
Levantando la enorme piedra aparecieron multitud de escarabajos del género Blaps acompañando al ofidio. La imagen impresiona bastante.
Apenas ofreció resistencia la culebra bastarda durante su captura; todo lo contrario de haber sido durante el estío que, hubiéramos alucinado con su furia. Ser ectotermo, optimiza la temperatura corporal de los reptiles pero, les hace depender exclusivamente de la temperatura ambiental en la que se hallan. Al ser el día señalado bastante frío, el colúbrido yacía prácticamente inactivo. Me llamó bastante la atención su mirada perdida, tal vez, por la incapacidad de defenderse. Notaba además como sus ojos giraban levemente, supongo que, analizando sus escasas posibilidades de escapatoria.
Si he de recordar a esta mimética y recatada serpiente lo haría desde la niñez, cuando buscaba afanosamente por curiosidad todo tipo de insectos en la base de los árboles durante el silencio estival del mediodía. En la arboleda, cuando ni siquiera los pájaros cantaban de puro calor, se dejaba oír en ocasiones un estruendo repentino y fugaz, que a su vez, agitaba las altas hierbas a su paso, era aquel, un momento escalofriante de suspense que me dejaba helado.
Durante este verano pasado, hallé una culebra bastarda de gran tamaño soleándose entre la vegetación herbácea de un sendero junto al río Ebro. Sólo asomaba su verdoso lomo, paré con firmeza y en silencio; el ofidio, arrancó tan rápidamente que desapareció de modo increíble. La velocidad de esta culebra es su principal defensa si dispone de terreno libre para huir. Solamente cuando se siente acorralada, actúa de modo muy agresivo.
Un ejemplar de esta especie que hallé atropellado en la carretera, tenía en su aparato digestivo dos topillos semidigeridos; quizá, los atrapó acorralándolos en su galería subterránea.
El momento de liberar a un animal siempre es especial. Al lado, había una enorme pila de piedras donde se introdujo finalmente, muy protegida.
A esta joven y preciosa culebra de escalera (Rhinechis scalaris) de fase gris, la liberamos del aljibe, e indirectamente, de la culebra bastarda.
Los aljibes eran construcciones utilizadas para estancar el agua de abrevar el ganado.
Siempre me han impresionado las culebras, mi padre llamaba bastardos a estas culebras y decía que bufaba y se les consideraba muy agresivos. Me dan respeto pero me apasionan.
ResponderEliminarUn saludo.
¡Hola Javier!
ResponderEliminarEs bueno que se divulgue la protección de estos animales, que forman parte de nuestro medio al igual que todos. Ya está bien de los sambenitos que han tenido que arrastrar. Las imágenes son muy buenas. Las balsas y aljibes, resultan ser trampas mortales para gran diversidad de animales que van en busca de agua o de alimento.
Un saludo.
Co***es, Javi; te ha pasado más o menos lo que me pasó a mí con la famosa culebra bastarda de la tinaja, te acordarás. Se había colado en una tinaja y me habían avisado en pleno enero, con una helada tremenda. Al final se murió la pobre, dios qué rabia. Pensé darle una langosta que tenía en mi ventana, un poco aletargada por el frío, meterlas dentro a las dos con la calefacción y dársela para que comiera un poco. Es una pena las cosas que pasan. Conocía la existencia de los aljibes por los blogs de El Sekano. Que yo sepa, por mi zona no hay muchos, utilizarán otras cosas, pero nunca he visto ninguno en mis paseos campestres. En mi pueblo hay una fuente por la que sale el agua directamente de la tierra y eso lo utilizaban de abrevadero; hace poco querían hundirlo, aunque tenga una biodiversidad enorme a su alrededor. La verdad es que queda bien decir "Oh, esta mañana he salvado una culebra bastarda y una culebra de escalera, habían quedado atrapadas en un aljibe". Por cierto, aquí llamamos aljibe a una especie de pozo conectado con una cueva subterránea repleta de agua. Recuerdo mirar a través de las rejas unas sombras con aspecto de pez que había en el fondo, pero no me explico qué hacían allí.
ResponderEliminarLa de bichos que se quedan atrapados en construcciones humanas... qué pena.
Un saludo.
PD: "cagüen"! Peazo comentario t'he dejao.
Enhorabuena por las imágenes! Me ha gustado sobre todo la fotografía de la culebra de escalera sacándote la lengua.
ResponderEliminarTiene que ser una experiencia espectacular el coger con tus manos a una bastarda, aunque sea en esa situación de ayuda.
Un saludo, Pablo.
Eu sempre tive bastante respeito pelas cobras (talvez seja medo) e desde pequena eu via meu pai com bastante desenvoltura manuseando-as. Teve um tempo em que ele trabalhava no Instituto Vital Brasil (http://www.ivb.rj.gov.br/oque.html) auxiliando na coleta destes e de outros animais.
ResponderEliminarVocê ficaria impressionado de trabalhar onde eu trabalho. Diariamente nos deparamos com diferentes espécies de cobras, entre jararacas, corais, cascavéis, urutus, limpa campo e tantas outras que normalmente assustam quem as avista. Temos uma equipe preparada para manuseá-las.
Um relato bastante emotivo complementado com belíssimas imagens. Bonitas fotografias que você conseguiu tirar. De verdade que eu achei você um super-herói segurando fotogenicamente esta cobra que nos disse ser venenosa.
É sempre um prazer estar aqui e aprender contigo. Obrigada por compartilhar suas experiências emocionantes de campo.
Felicidades e realizações.
Um beijo terno e doce para ti.
Hace pocos días me preguntaba como un animal como una serpiente puede causar tanto terror al verlo "tan indefenso" al carecer de cualquier tipo de extremidad. Pero su rapidez, sigilosidad, gran mimetismo, la presencia en casi cualquier tipo de hábitat, su capacidad predadora y su inquietante lengua bífida caracterizan en conjunto a un asombroso ser que no ha dejado de evolucionar, pero que nuestros prejuicios, temores e intereses económicos (porque no hay nada más hortera y garrulo que bolsos y ropa con su piel) lo están condenando a esconderse y desaparecer.
ResponderEliminarSin duda la foto de la culebra sobre los blaps es increíble, la realidad muchas veces supera la ficción.
ResponderEliminarEs una pena que estos animales sean víctimas tan propicias de algunas construcciones humanas como carreteras y aljibes. Por cierto, es de agradecer la labor desinteresada que prestais, porque sino fuese por estos salvamentos la situación de estos ecosistemas se deterioraría aún más.
Un saludo
Me ha impresionado el tamaño de los aljibes, ¿se siguen utilizando actualmente? es una pena que sean una trampa mortal para tantas especies, qué suerte tuvo esa culebra!
ResponderEliminarBuen trabajo el que habéis realizado Javier. Abrazos.
ResponderEliminarUna entrada muy didáctica, con un gran trabajo de recate y unas fotos muy adecuadas y representativas de la gran experiencia que vivisteis.
ResponderEliminarSaludos
Si están fuera de uso esos aljibes ¿No es posible poner algunas tablas o algo por el estilo para que puedan usarlas para subir. Incluso un buen trozo de malla metálica vieja colgando de un lateral. En mis estanques ha sido una buena medida, desde que las puse (de plástico) ya no se ha ahogado ningún pájaro ni ratoncillo.
ResponderEliminarAún tengo los vellos de punta...
ResponderEliminarVaya fotos! Me ha encantado escucharte.
He tenido bastantes encuentros con culebras, la más alucinante una tarde en que salía de casa...La esquina del muro, en vertical, cabeza arriba, tomaba el sol plácidamente un ejemplar hermoso de culebra de herradura. A pesar del susto, un encuentro inolvidable.
Imagino el placer de poder liberar a estas dos... Gracias!
Un abrazote
- Valverde: tenía toda la razón tu padre. Ésta a pesar de su inactividad, si era capaz de bufar con fuerza y de atacar, aunque torpemente.
ResponderEliminarSaludos.
- Fernando: tienes razón y, todos en parte, estamos con las mismas obligaciones para encargarnos enseñados a su vez por otras personas, de arrimar el hombro y velar por la concienciación de las buenas costumbres de convivencia con estos animales tan denostados.
En mi pueblo, Raúl, ya jubilado, sabe muy bien la labor que ejercen estos animales en su huerto y, siempre dice que, le echen todas las culebras a su tabla.
Saludos
- Guillermo: ten por seguro que recordé, en el mismo momento de coger la bastarda, tu historia. Me acordé además, porque pensé que a ésta, le podría ocurrir lo mismo si la temperatura en la estepa bajara de modo drástico.
Supongo que la langosta no sentiría tanto la muerte de la bastarda (por lo menos, uno se salvó).
En efecto, desde el blog El Sekano, han trabajado duro en el rescate de infinidad de, no sólo reptiles, sino también anfibios habituales como el sapo corredor y el de espuelas; http://www.sekano.es/?p=6652
Sin duda alguna, salvar animales condenados a morir por infraestructuras mal planificadas tiene un enorme premio a la voluntad de cada cual. Tú también sabes, seguro, la sensación de ese premio con en el que todos nos compromentemos.
Aquí los aljibes, partiendo de todo tipo de capacidad, son construcciones para depósito de agua; éstos concretamente, para abastecer al ganado en lugares de elevada escasez de agua.
Hay que ver Guillermo, cómo se contagia esto de los comentarios trailer.
Saludos.
- La poza: desde luego Pablo, te aseguro que, si no es para un rescate, éste, no se atreverá a capturar una bastarda en pleno estío. Con un ofidio tan ágil como éste, hacen falta muchos reflejos para atraparlo entre la hierba donde transita. Por no hablar del genio que gasta.
Saludos.
- teca: muito interessante o de teu pai. Claro, sendo médico, também encarregar-se-ia de, como li no enlace, tratar as mordeduras de espécies venenosas. É gratificante saber o orgulhosa que te sentias dele.
ResponderEliminarSe as coisas seguem pior aqui em Espanha, quiçá tenha que ir a tua empresa a trabalhar para pegar as serpentes. Espero que não as peguem para as eliminar, senão para as retirar.
Alegra-me que tenhas gostado da história. Estas saídas ao campo sempre têm o mesmo fim, o de inspeccionar aljibes em procura de animais atrapados.
Não, não tenho nada se superhéroe, ademais, a culebra tem os dentes inoculadores de veneno ao fundo da boca, o que faz francamente difícil uma mordedura.
O prazer é meu por ter a uma pessoa tão encantadora como tu.
Não me faltes nunca.
Beijos para ti também…
- La Trastienda: los ofidios son como el resultado alucinante de una retahíla de fichas coloreadas que se van tumbando a medida que cae la primera, formando un fascinante mosaico de formas y colores. La diferencia es abismal, puesto que los ofidios, con esas fichas acanaladas que tienen vida, visten a un evolucionado ser que las luce ordenadamente. Sólo con mirar a uno de estos animales de cerca, se puede comprobar la organización tan perfecta de placas cefálicas y resto de escamas a lo largo del cuerpo de estos castigados reptiles para vestirlos de lujo.
También he visto un coche tuneado cuyo salpicadero estaba forrado con piel de serpiente. Tienes razón; horteras sin fronteras.
Saludos.
- Pedro: realmente sería la imagen ideal para un flash de película de terror.
Esta labor Pedro la prestamos, inclúyete también, porque es una labor de todos y, todos, somos conscientes de actuar cuando el momento lo requiere. Esto es un pequeño reflejo de la labor aportada por gente como la que participáis en éste, y en vuestros blogs.
Saludos.
- Asterina: hay muchos abandonados y aún quedan algunos activos. Ahora es más frecuente que el agua se transporte con cisternas llevadas con tractor, de este modo, se ahorran el mantenimiento y limpieza de estas pozas artificiales.
Hay tres tipos de construcción: con lateral escalonado donde sólo mueren ejemplares pequeños: con rampa lisa; de última generación donde no perece ninguno, y: en pozo, cuyas paredes completamente verticales se convierten en trampa mortal para todos.
Se ha hablado mucho sobre estas trampas pero, como siempre, todo queda en el olvido.
Saludos.
- Anzaga: buen trabajo el que realizamos.
ResponderEliminarhttp://unpaseomanchego.blogspot.com/2010/10/cientos-de-gallipatos.html
Lastima que no todo tenga el mismo final feliz pero, la esperanza sigue viva.
Abrazos.
- Vilas Prat: es un conjunto de sensaciones indescriptibles; la posibilidad de salvaguardar la fauna entrampada, disfrutar con el tacto de su piel y su morfología, y ser conscientes de actuar en bien de la comunidad. Qué más se puede pedir. Todos tenemos la misma oportunidad de participar con multitud de pequeños detalles.
Saludos.
- Jesús: si te contara…si que es posible hacer todo lo que comentas, hay algún problema que pasa por la conformidad del dueño, no todos están dispuestos a ello.
Esta es la historia de nunca acabar. Ya se alertó de la peligrosidad de estas construcciones en un trabajo de seguimiento de aljibes realizado por Javier Blasco en Monegros. Fue en los años 80, desde entonces, la solución continúa siendo la que ves en el post.
El Gobierno de Aragón, parece que sólo atiende a deslumbrantes campañas de seguimiento por satélite mediante amochilamiento de quebrantahuesos, águilas de Bonelli etc. o, la resurrección del bucardo $ $ $.
Estas cosas son para hablar largo y tendido. Créeme que hasta ahora, no hay otra alternativa que la que ves en esta sencilla entrada.
Saludos.
- Transi: que suerte…Una culebra de herradura. Recuerdo que un amigo escalador me dio un ejemplar muerto que, fue uno de los primeros ejemplares en conformar como citas de ésta especie, el archivo herpetológico de Aragón.
Me gustaría, como tú, disfrutarla en vivo. Es una culebra sin duda, bellísima.
Abrazos.
De nuevo hola Javier... Te diré que, después del susto, volví a casa y cogí la cámara y le hice un par de fotos; cuando revise mis "archivos" (Hace unas tres cámaras más o menos...), las publicaré. No he vuelto a ver ninguna más de esta especie.
ResponderEliminarOtro abrazo.
Impresionante este relato del rescate y no menos impresionantes las fotografías.
ResponderEliminarHace falta mucha cultura relacionada con la naturaleza para que más gente imitara tu comportamiento con estos animales, por eso tu blog es una buena escuela en donde aprender y te felicito por ello.
Buen día.
- Transi: pues hazlo cuanto antes por que me muero por ver esa maravilla de culebra de herradura.
ResponderEliminarSi la coges te traerá suerte…ah, no para, que es sólo con las herraduras…
Abrazos.
- Abedugu: hay que darse de vez en cuando, más de un paseo por los aljibes para comprobar su situación.
Si te fijas, siempre que hago una entrada sobre ofidios, pongo un ejemplar entre mis manos, la intención no es otra que la de restar miedos a esas personas que le tienen auténtico terror. Creo que merece la pena intentar que estos reptiles tan portentosos, si se cogen con cuidado, no entrañan peligro.
En fin, hago todo, con la mejor intención.
Saludos.
Preciosa entrada , como siempre bien docuemnatada en texto y fotos y trabajada con ganas.....
ResponderEliminarMuy interesdante en todos los aspectos y rematada cone esa buena labor de rescate! Me recuerda a otra muchas trampas humanas como tubos de aireacion,piscinas,pozos y demas obras mortales que con poco se podrian evitar...
saludos camperos!
Seguro que no son pocos los animales que habrán agradecido en algún momento ver tus manos liberándolos de una situación comprometida o de una muerte segura.
ResponderEliminarIgualmente creo que no serán pocas las personas que valorarán y te agradecerán estos gestos hacia la naturaleza, personas entre las cuales me incluyo.
Estupenda entrada y magnífica labor.
Saludos.
Cuando era pequeño e iba a los terrenos de mi abuelo en el pueblo, me asomaba a un aljibe que tu bien explicas y se podía ver una culebra en su interior, al leerte me has recordado ese hecho pasado.
ResponderEliminarMuy bueno el post.
Muy loable tu labor, Saludos.
Impresionan esas imágenes, sobre todo para los que no distinguimos entre los diferentes ofidios.
ResponderEliminarEn una ocasión ayudé a alcanzar la orilla a uno que debía medir como unos 20 cm, pero sin tocarlo, por si acaso. Un abrazo.
Qué nombre tan feo para un animal tan bello. Más incluso que la de escalera: sucumbo ante el encanto de la sencillez y la modestia. Besos.
ResponderEliminarTu relato lleno de vivencias con estos ofidios, ha llenado un hueco en mis escasos contactos y conocimientos sobre estas especies . Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarY pensar en lo fácil que sería disponer de una vía de salida para los animales atrapados, simplemente con una rampa que se dispusiese paralela a alguno de sus muros, ¿verdad?
ResponderEliminarEs una pena encontrar tantísimos animales atrapados, muchas veces muertos, al disponer en el campo estas barreras infranqueables.
Una excelente a la par que concienciadora entrada.
Saludos,
Trotalomas.
Asu hay que tener mucha valentía con las culebras. Saludos.
ResponderEliminarHace poquito, tratando de rescatar una culebra de escalera que estaba buscando refugio en un sitio poco recomendable para ella, tuve el placer de recibir un pedazo de mordisco en la base del pulgar, justa recompensa a mi impericia, que me enseñó mucho sobre su cegadora velocidad y sobre su espléndida dentadura. Efectivamente, Watson, no son venenosas.
ResponderEliminarLas adoro.
- camperoinquieto: de momento y, como con otras trampas que tú mismo mencionas, no nos queda otra alternativa hasta que a quien le corresponda decida de una puñetera vez poner remedio a estas situaciones actuando para aportar soluciones reaccione, seguiremos utilizando la medida mas segura que es nuestra propia voluntad.
ResponderEliminarSaludos.
- José: quién sabe si los animales son capaces de percibir la sensación de ser ayudados por el ser humano. Lo dejo como un enigma más de la naturaleza.
Aquí, estamos todos; sé que la gente que actuamos con la mejor voluntad estamos agradecidos en todo momento por los gestos generosos de los demás. Ayudar a cualquier animal o persona, siempre es un gesto digno y gratificante.
Saludos.
- Manu: no sabemos de que especie se trataba y si aguantaría lo suficiente para escapar cuando el aljibe estuviera a rebosar, sino, seguramente moriría exhausta. Yo recuerdo algún ratón ahogado. Creo que antes no éramos tan escrupulosos.
Es bueno ejercitar la memoria y rebuscar entre los recuerdos.
Saludos.
- Tawaki: es difícil que un ofidio nadando sea venenoso pero, hiciste bien en ser precavido. Seguramente sería una culebra de agua; no son venenosas.
Saludos.
- Salomé: es bastante despectivo el apellido de esta culebra, seguramente, vendrá a raíz de la aversión sentida por la población humana. Es una especie muy perseguida.
ResponderEliminarTodos los ofidios tienen su belleza.
Besos.
- Esteban: bueno, conocimiento de estas especies, lo justo; pero, admiración, inmensa. Son seres espectaculares cuando se les trata con delicadeza. Siempre con mucha precaución, por supuesto.
Saludos.
- Homo libris: si me acuerdo y el tiempo me lo permite, voy a indagar sobre este tema tan peliagudo sobre las protecciones en los aljibes. Sé que ha habido intentonas por grupos ecologistas pero, como se dice en Aragón, quizá todo haya quedado en agua de borrajas y buenas intenciones.
De momento, lo más efectivo sigue siendo visitar los aljibes cada cierto tiempo.
Saludos.
- David: no creas, no es valentía, es simplemente concienciación. La especie humana debería de utilizar más a menudo su inteligencia para ser cortés con la naturaleza y sus criaturas.
Saludos.
- Chuan-Che: me ha hecho gracia tu comentario. Resulta que la pequeña culebra de escalera me alcanzó tres veces, la puñetera se desentumeció rápido y consiguió esa agilidad propia de temperaturas mas adecuadas. Cuando la sueltas parece como velcro despegándose del dedo. Lo mejor de todo, efectivamente; no son venenosas.
Saludos.
Pero no hay forma de cerrar eso??? :(( Bien descrita la bastarda, aún recuerdo mi encuentro primaveral de tiempo atrás con una, qué carácter!!! Alucinada me dejó. Pero na, todo fachada ;) Hay que cuidarlas mucho!
ResponderEliminarBuena entrada Javier y muy buena labor. Saludos!
Hola Mamen; si que hay modos y maneras para cerrar esos aljibes inutilizados y convertidos en un problema desmenuzado por el olvido. Medio Ambiente podría hacer bastante más de lo que dice hacer y, dejarse de tanto programa estrella de conservación de especies con más bombo y platillo.
ResponderEliminarTrataré de sacar toda la información posible sobre el tema.
Saldudos.
Bellas imágenes de estos idem seres, que tan mala fama tienen, pero sobretodo magnífica la acción de salvarlas de una muerte segura. Eso es respeto y amor hacia la naturaleza, hacia la vida. De parte de las culebras, mil gracias.
ResponderEliminarSaludos
Menos mal que estáis ahí, Javier, haciendo lo que hacéis. Parece mentira que a estas alturas no se ponga remedio...aunque, claro, estos animales no gozan de estima ni entre la gente del campo ni de los despachos administrativos.
ResponderEliminarExcelente labor. Saludos, admirados.
Lluís y Javier: desgraciadamente, la mayoría de las acciones sólo están al alcance de nuestra voluntad y de modo limitado. Lo digo con la única intención de denunciar la dejadez de la administración y de otros órganos proteccioncitas a los que no interesan estos asuntos, sino los de más actualidad.
ResponderEliminarIntentaré sacar algunos datos para saber cuál es el motivo de no hacer absolutamente nada para erradicar la mortalidad provocada por estos depósitos malditos.
Saludos Lluís y Javier.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUnknown; manda la foto si quieres a estrigidae@hotmail.com
EliminarSaludos