jueves, 5 de noviembre de 2020

Aires de grandeza



Son las 10´06 horas y tengo enfrente a un águila real Aquila chrysaetos joven del año sobrevolando la zona de nidificación del águila de Bonelli Aquila fasciata.

Comienza a arreciar el viento por el efecto Bárbara, una borrasca creciente. El viento es templado y los buitres leonados Gyps fulvus se animan a volar. Al águila real parece ocurrirle lo mismo. Es tan fácil y cómodo sostenerse en el vacío que, su vuelo se impregna de habilidad extraordinaria. Sin esfuerzo.

Persigue a los buitres en su órbita haciéndolos acelerar en su calmado planeo. Aboca, además, al resto de necrófagos que reposan plácidamente, obligándolos a reanudar un vuelo inapetente y forzado.
Sube, baja, quiebra entre los verticales farallones, fija objetivos a los que amagar ataques, incluso, prende una rama del pino con sus garras tirando de ella sin arrancarla.

Así, ha estado la joven águila real durante un buen rato deleitándome con su pericia aérea. Estábamos tan a gusto, ella dibujando sus piruetas y yo observándola que, temía la aparición de la pareja de águilas de Bonelli.

20/octubre/2020 Cañón del río Mesa.

  







12 comentarios:

  1. Peripécias aéreas espetaculares que enchem de emoção e inspiração o observador que compartilha conosco os seus deleites...
    Um beijo

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    1. Siempre me sabe a poco todo este tipo de acontecimientos ejecutados por aves de gran tamaño y en su primer año de vida. Como se entregan a la maravillosa dotación del vuelo tratando de sacarle el máximo partido en beneficio de su futuro como cazadora.
      Besos...

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  2. Es impresionante ver volar a estas aves. Recuerdo que hace unos años tuve la suerte de ver volar a un águila real adulta, durante un buen rato, realizando todo tipo de acrobacias y picados, sólo por , aparentemente, divertirse, aunque vete tú a saber sus razones. Así que comprendo, perfectamente, lo que se siente cuando uno es testigo de este tipo de actuaciones de las grandes rapaces.
    Magnífico reportaje
    Saludos

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    1. Supongo que ellas apreciarán la indispensable necesidad de su vuelo, útil para alimentarse, desplazarse y disfrutar desarrollándolo. Nos hace testigos a los observadores del ímpetu de su poder. A estas alturas, tampoco dudo de esa sensación que tienen las aves voladoras para disfrutar y, como bien dices, para divertirse. Puede que nos confundamos pero, contemplamos su suerte haciendo de ella con imaginación, nuestro deseo.
      Saludos

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  3. Es precioso verlas volar, tienes mucha suerte de fotografiarlas. Besos.

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    1. Es cierto, me paso horas viéndolas cuando tengo la más leve oportunidad.
      Besos.

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  4. Hola Javier.

    Una gozada poder disfrutar del vuelo del águila Real, y además con esos vientos, le facilitan mucho el vuelo.

    Además veo que en las fotografías, se colaron otros protagonistas, que si la vista no me engaña, parecen cabras ...

    Un saludo

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    1. Sí, a las cabras las pasó de cerca, con soberbia, sabiendo que el aire estaba aliado con ella. Las cabras, tampoco se impresionaron mucho. Seguramente, sabían que no era un peligro.
      Saludos.

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  5. Espectacular. Qué suerte poder verlas desde tan cerca. Confío en que su población se vaya recuperando.

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    1. Por fortuna, su población es estable. Atrás quedaron aquellas juntas exterminadoras que mermaron mucho su población. Siempre es reconfortante verlas volar todo el tiempo necesario.
      Saludos.

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