Desde finales de enero, se ve a los machos de verdecillo (Serinus serinus) copando todas las ramas altas de los árboles de sotos y parques. Su catarata de voz, su canto chirriante y monótono, inunda con estridencia todo el espacio, y con ellos, la primavera parece adelantarse. Las hembras, les escuchan atentamente desde las ramas más bajas. Los futuros pretendientes tienen una labor muy dura para destacar como tenores y, ofrendar un óptimo territorio.
En cambio; el monte de carrasca, romeros, sabinas y aliagas, está sembrado de narcisos amarillos (Narcissus assoanus) muy amarillos, pero silenciosos y coquetos; cabizbajos pero resplandecientes y, agradablemente perfumados.
Estas llamativas florecillas sobre tallos que no superan los
Hermosa entrada con un título tan original como acertado (sobre todo en el caso del verdecillo).
ResponderEliminarDentro de poco también añadiremos el amarillo chillón de las genistas o aliagas o aulagas (Genista scorpius), que también es doblemente chillón: por lo intenso del color y del dolor que producen sus aguijones.
Enhorabuena por la entrada, Javier.
Cómo están los curiosos verdecillos!!!!!!!!!qué siringe tan prodigiosa!!! Quién no se para unos segundos bajo el árbol a escucharlos!!!
ResponderEliminarEs Javier, al florecer las aliagas con ese intenso amarillo, cuando les perdonas algo más esa puñetera mala costumbre que tienen sus espinas de, punzarte las cañas de las tibias al atravesar las laderas.
ResponderEliminarNo sé tú Javier, pero yo, nunca he usado polainas para amortiguar sus dolorosos aguijones.
Saludos.
Como dices Juan: no me canso tampoco de escucharlos al pasar bajo su altivo cantadero. Siempre quedo perplejo ante la gran capacidad que tiene este pájaro, desgañitándose con gran perseverancia.
Saludos.
Sin lugar a dudas, el color y el sonido que anuncian la primavera.
ResponderEliminarSaludos
Me encanta oir a los verdecillos!! De camino al trabajo tengo unas tres zonas localizadas donde están ya desde por la mañana emitiendo su chorro de voz.
ResponderEliminarDe la Genista Scorpius me acuerdo cuando me ducho tras venir del monte, cómo escuecen sus arañazos con el agua caliente!!!! jajaja, pero sarna con gusto no pica. Ojalá me sigan arañando muchos años ;)