Me preguntaba tras ver este vídeo corto, si al ratonero Buteo buteo le podía ocurrir lo mismo que a las gallináceas, cuya capacidad de vuelo y movilidad terrestre se alternan.
Su extraordinaria capacidad de volar como rapaz forestal, le permite descansar con las alas extendidas mientras el viento lo mece durante planeos a gran altura.
¿Qué puede hacer el ratonero después de una relajante sesión de vuelo? Posarse en una rama, en un montículo o pasar largas horas en un poste al pie de la carretera bajo el implacable calor o entumecedor frío. Posarse y volar. Ya está.
Sin embargo, esta breve secuencia nos induce a pensar que las aves también son caminantes; vemos cigüeñas, garzas, palomas, córvidos, gaviotas etc. que lo hacen a placer campeando. En las rapaces, sólo tenemos el concepto de verlas posadas o en vuelo, salvo en ocasiones de caza donde capturan sus presas en el suelo para posarse después en lo alto de una rama, roca, etc.
Al amparo protector de la alambrada natural formada por las zarzas y las desnudas ramas de los árboles del sotobosque lineal, ahora desprovistos de hojas, este ratonero camina tranquilo en el seguro pasadizo de una acequia en desuso. Lastima que la imagen se corte y no nos ofrezca el tramo resultante de su correría. Se ve que le apetece caminar y corretear.