Por el sendero que transitaba este fin de semana bajo grandes
roquedos, surgió repentinamente la presencia de un pequeño gorrión chillón
(Petronia petronia). Entre la recia cobertura de aulagas, espliegos y otras
leñosas, parecía escapar mediante pequeños saltos el mencionado volantón. Con el
crecimiento del plumaje bastante avanzado, no me cuadraba la incapacidad del
ave para poder realizar un vuelo ligeramente sostenido, aunque fuera en pequeños
desplazamientos, y no sólo a saltos.
Opté por capturarlo y acredité lo acertado
de su apellido; chillón, si, muy chillón. Comprobé que sus articulaciones y
extremidades no tuvieran ningún golpe o fractura (problema habitual de los pollos
precoces que anidan en riscos si sufren una caída al abandonarlo) y, también,
el correcto crecimiento del plumaje; que no tuviera parásitos que lo impidieran. Todo parecía estar en orden hasta que miré la musculación
pectoral, -los anilladores toman datos sobre la zona muscular y las reservas de
grasas en las aves capturadas, tienen varios ejemplos en su ficha que rellenan
conforme las van escrutando- pues bien, la musculación pectoral no dejaba
descubierta la arista del esternón, increíble, puede que me encontrara ante un
flagrante caso de sobrealimentación (gordura excesiva), hecho poco común para aves en estado salvaje.
Lo coloqué en alto y a resguardo, y me fui.
La progenitora estaba muy atenta de su vástago.
La razón estaba bien patente durante el trayecto del camino,
por el que no dejaban de saltar y exponerse multitud de ortópteros y otros
insectos muy abundantes; alimento básico en estos meses de cría para
todas las especies de gorriones e insectívoras; un auténtico maná.
Qué bonito lo que cuentas... y cómo lo cuentas, se transmite tu amor a la naturaleza toda... a través de tus palabras.
ResponderEliminarAsí que el muchachito estaba sobrealimentado por la mamma eh! ¡Qué dulzura !
Un abrazo.
Encantador o que nos conta...
ResponderEliminarBeijo carinhoso.
Hola
ResponderEliminarInteresante el tema de la obesidad, en humanos suele ocasionar problemas, pero sin duda tiene un importante sentido biológico como en este ilustrativo ejemplo.
Un saludo
Curiosa entrada la de este pequeño chillón. Digo curiosas por lo de la explicación de la sobrealimentación del polluelo. No tenía ni idea de que eso se diese también en especies animales silvestres. Siempre se aprende algo nuevo en tus entradas.
ResponderEliminarSaludos
Muy interesante Javier!
ResponderEliminarYo tampoco sabía que en el mundo animal se pudieran dar casos de "obesidad". A pesar de ello no debió serte fácil cogerlo y gracias a tus conocimientos has podido deducir su estado. Yo nunca hubiera pensado que se debiera a una "sobrealimentación".
Lo que se aprende pasando por aquí!
Me encanta tu relato..., es más, me ha sabido a poco, quizá porque me gusta mucho leerte...(Ya sé..., lo bueno si breve..)
Un abrazote.
Como siempre, aprendiendo cosas nuevas con tus experiencias. Es un placer.
ResponderEliminarMuy buen artículo.
- Mabel: desde luego no había ningún rastro anormal en otro sentido. Si los progenitores son buenos cazadores, los pollos pueden beneficiarse y crecer con más rapidez, aunque pesen un poquito más.
ResponderEliminarSaludos.
- teca: gracias, las aves son encantadoras…toda la biodiversidad lo es…
Saludos.
- Pedro: es una suposición nada más, habiendo descartado cualquier otra anomalía en el pollo. No lo veo descabellado ya que, si fuera el único superviviente del nido (podría ser) toda la alimentación de los progenitores iría para él. Los pollos no hacen nada más que pedir y pedir y, para hacerles abandonar el nido, han de emplearse a fondo muchos progenitores de distintas especies.
Saludos.
- Pini: no había visto una pechuga mas abundante en ninguno de los pájaros analizados por mi amigo Carlos antes de anillarlos durante las jornadas ornitológicas que suele realizar.
Nada es descabellado, y la naturaleza da para esto y para más.
Saludos
- Transi: de todos modos, ha de ser algo realmente muy puntual, pues es cierto que capturar insectos lleva su tiempo, aparte de un tremendo desgaste para los progenitores. Ahora, no es menos cierto que en las especies salvajes hay que estar en el momento oportuno para hallar lo aparentemente extraño y exponerlo y, si hay suerte, poder contar con opiniones que coincidan con este caso o, por experiencia, poder conjeturar al respecto.
Saludos.
- José Fidel: tan sólo es mi modesta opinión una vez observado al joven pajarillo. Me gustaría poder dar un resultado más certero pero, ello supondría llevarlo al centro de recuperación de especies salvajes separándolo de sus padres y, de momento, tampoco queremos saber tanto ¿no?
Saludos.
Le habrán llevado demasiadas veces al McDonald's.
ResponderEliminarNooooo, la comida en el monte es de lo más natural. Los insectos son de primera, no están enjaulados y además su alimento también es de confianza.
ResponderEliminarLa del gorrión es una gordura sana. Tal vez, termine la abundancia y recupere su peso ideal. De momento, si se protege bien, la reserva jugará a su favor.
Saludos.
Esperemos que a la larga no le sea perjudicial por no poder volar con facilidad.
ResponderEliminarMira, hoy ya aprendí otra cosa sobre los gorriones. Gracias.
- Abedugu: si está a buen recaudo, no creo que tenga mayor problema. Con la reserva acumulada, si no tiene que huir, es fundamental para un crecimiento rápido.
ResponderEliminarMe he acordado ahora mismo de la gordura de un avión común en el interior del nido al que tuve que abrirle más la entrada para que pudiera salir; entonces, este caso del gorrión chillón sería el segundo. La naturaleza tiene muchos secretos ocultos y anécdotas curiosas.
Saludos.
Javier, demuestras un gran conocimiento de las naturaleza pero sobre todo un gran respeto por todos los animales. Sorprendente la gordura en un pájaro salvaje, espero que no fuera alimento de algún depredador, sería una pieza apetitosa.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y hace bien en chillar, según las circunstancias. Deberíamos tomar ejemplo; aprender a quejarnos cuando toca... Besos.
ResponderEliminar-Valverde: hay muchas cosas que escapan a nuestro conocimiento o, que por diversas causas no cuadran con lo que realmente suponemos ha de ser lo normal en el medio silvestre, como por ejemplo un pollo de ave bien alimentado o, extraordinariamente alimentado: con la abundancia de alimento y la facilidad de conseguirlo nada es descabellado.
ResponderEliminarSaludos.
- Salomé: chillar, desesperadamente pensando en lo bien alimentado que estaba es una buena razón, sobre todo, si después del mencionado logro puede convertirse en bocado de un depredador.
Saludos.