No sé, si, al meter demasiadas
especies en una entrada, puede restárseles algo de la atención que realmente
merecen. Pienso que, se asimila mejor su recuerdo centrándose en cada una de
ellas por separado. Aunque no desecho otras fórmulas de presentación que
también considero válidas.
Lo haré hoy, con una especie muy
conocida de los espacios húmedos de nuestra península; la gallineta o polla de
agua (Gallinula chloropus), que consta de 12 subespecies repartidas por todo el
mundo salvo en Oceanía y la Antártida. Pertenece a la familia Rallidae. La
subespecie (Gallinula chloropus chloropus) habita nuestro país y es de
distribución holártica. Pero nuestra entrada la ocupa la subespecie (Gallinula
chloropus galeata) distribuida por Argentina, Bolivia, Uruguay y Brasil, en
este último país, se conoce con el nombre de Frango-d'água-comum. El rasgo
distintivo más visible además del tamaño y el color, es el de la placa frontal roja,
más ancha que en la ibérica.
No difieren en nada sus costumbres
biológicas y ambas como el resto, se desenvuelven en los mismos ecosistemas
donde no debe faltar, por supuesto, el agua: pantanos, ríos, lagos, acequias
etc. provistas de corrientes lentas, incluso salobres. Allí encuentran su
alimento típico que consiste en materia vegetal, moluscos, insectos y sus
larvas; ocasionalmente, puede comer peces muertos.
En el río Paraíba a su paso por una
gran población brasileña, veía a estas aves siempre entre la vegetación
abundante de las orillas en zonas de curso lento. También, desgraciadamente, en
las salidas de aguas residuales, exactamente igual que en cualquier otro lugar del
mundo aprovechando, como harían las gaviotas, todos los recursos alimenticios
disponibles.
Les gusta campear y sus dedos
largos les son muy útiles para no hundirse en el limo blando de las orillas.
En
España es muy habitual en los lugares donde se dispensa comida para los patos. Hay un punto en el río Ebro a su paso por Zaragoza, cerca de uno de los puentes
donde se juntan las gallinetas con palomas, gorriones, patos y grajillas
(Corvus monédula). En el barrio zaragozano de Casablanca había también otro
punto de alimentación para los patos domésticos compartido por gallinetas,
porrón común (Aythya ferina) y, alguna rata gris (Rattus norvegicus) que, con
permiso de los patos hibridados, se acercaba al comedero.
No hay mejor lugar para ver
gallinetas que los humedales urbanos.