
-A pesar del efecto natural de esta portentosa y espectacular cascada en Calmarza, el río Mesa, sufre una incesante e imparable degradación sometida por las poblaciones de Guadalajara y Zaragoza, por donde transcurre su cauce.
“Un asesor del gobierno británico afirma que la sociedad debería hacer del acto de beber agua embotellada, algo tan poco elegante como fumar”.
Me vais a perdonar los seguidores del blog. No es que quiera desmoralizar pero, necesito que alguien me explique: cómo podemos consentir halagando con orgullo la belleza de nuestras poblaciones como ejemplo de lo mejor, dejando simultáneamente que nuestros espacios naturales sucumban bajo el pesado lastre de la basura. Cómo permitimos esa presencia incómoda que arruina nuestro entorno ofreciendo una pésima imagen que todos debiéramos de evitar. Y, cómo no apostamos por un futuro más acorde y funcional de cara a un amplio abanico turístico totalmente presentable y acogedor. Aunque sólo sea, por no pasar la vergüenza y el sonrojo al que someten estas imágenes.
Es cierto que existe una injusta reciprocidad en esto del agua y la botella, sobre todo, por parte de la embotelladora. Lo que debiera de ser en principio y como supuesta finalidad el agua en botella, es además, desgraciadamente, “botella en agua”.

-¿Cuánto aguantará el mirlo acuático (Cinclus cinclus) anidando en la cascada?

-La culebra viperina (Nartrix maura) menos exigente que el mirlo acuático, todavía tiene futuro por delante.

-De la gran mole de roca caliza rezuman diversos manantiales que forman coquetos lagos cristalinos, a su vez, pequeños afluentes del Mesa.

-Pasarela artesanal para acceder a la huerta, perjudicada por las crecidas del río.

-Remanso en un azud construido para trasvasar agua hacia hortales más apartados.

-Un acertado puente construido sobre el río. Da continuidad a una senda de largo recorrido en un espacio natural muy visitado: el cañón del río Mesa.

-Fábrica embotelladora de “Fontecabras” contigua al balneario de La Virgen. Las escaleras de acceso que se ven al fondo, son el lugar de descanso para los trabajadores. Algunos fuman, beben de su agua y observad donde paran las botellas.

-En una carretera comarcal y de tan complicado acceso, podían haberse utilizado camiones de menor porte, y no estos gigantes articulados.
La foto está hecha desde el paseo del balneario mencionado.

-Otra perspectiva de la caótica fábrica embotelladora. El balneario queda detrás. Foto desde el paseo.

-Las maniobras de los enormes camiones, provocan estos desperfectos que llevan años sin repararse. Un precioso puente medieval a la entrada del balneario, fue derribado para facilitar el paso de estas máquinas.

-Agua termal clorurado sódica bicarbonatada a unos 34º. Procede del manantial de La Peña, en el balneario de Serón (Jaraba).
Imaginad al personal turístico deliberando para encontrar un determinado tramo del río donde no haya tanta basura. Esto, ya está ocurriendo.
Me parece razón suficiente para dejar de beber agua aprisionada en botella. O, acaso debemos acostumbrarnos a ésta situación porque el progreso del nuevo siglo así lo exige.