viernes, 24 de mayo de 2019

Nido malogrado de búho real (2ª parte)



Nido desatendido tras el fracaso de la puesta.

Una vez comprobado el triste final de la puesta del año pasado, me centré en averiguar las posibles visitas al nido de la rapaz de la noche a partir de agosto del mismo año.
La primera labor, eliminar el exceso de huesos y piedras para dejar una superficie mullida y lisa, de modo que se imprimieran con nitidez las huellas de la rapaz.
Como adelantaba en la anterior entrada, veía con los prismáticos desde lo alto las huellas lobuladas de las garras del búho real Bubo b. hispanus en la tierra esponjosa. Alisaba el cuenco y, a la semana siguiente (no siempre), había sido escarbado o pisado levemente de nuevo.  


Cuenco del nido reparado por mí para comprobar las visitas posteriores de la hembra de búho real. 


La primera actividad y presencia de la rapaz después de la reparación, correspondía a tres meses antes de la puesta e incubación por esta zona.
Se aprecian con nitidez las almohadillas plantares de la hembra de búho real.

En un principio, el hecho de averiguar la utilización del nido antes de la reproducción, lo entendía como una restauración o cuidado previo del cuenco para ese fin. Pensé que tenía como finalidad el mantenimiento de dicho espacio para la cría posterior de la hembra de búho real. Nada mas lejos de la realidad. Tanto en otros ejemplos de nidos, como en el presente, la rapaz podía utilizarlos como lugar de descanso y, así pude comprobarlo. 


Sentía una enorme curiosidad por tener el privilegio de observar, mediante una pequeña cámara de vídeo nocturna, la delicadeza de la hembra de búho real, a la cual, tan sólo sentía mediante la observación de sus huellas impresas en el terreno.
El momento se hizo presente y la rapaz apareció como era de esperar. Sin embargo, las penumbrosas luces del dispositivo de iluminación hicieron recelar a nuestra protagonista. Ver en la imagen a la rapaz trémula debido al efecto de lo desconocido causado por la cámara, me hizo desistir de mas sesiones.

Posteriormente, como no podía ser de otro modo, continué con el borrado de huellas, y la hembra de búho real, siguió marcándomelas en la suave tierra de su acogedor espacio nidal.
Que descanso...




8 comentarios:

  1. Trémula y palpitante, degustando adrenalina, se le ve a la hembra de búho, tratando de escrutar y discernir aquello que intuye pero no acaba de identificar, presta a la huida.

    Muy bonita y enriquecedora la experiencia compartida ¡Y claro que entiendo que te llene el alma!

    Un abrazo, Javier.

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    1. Fue una pena que recelara, de ese modo me dejó con las ganas de verla trabajar el cuenco del nido y descansar.
      Bueno, no siempre se puede llegar a todo.
      Me quedo satisfecho y, me alegra tu participación en las sensaciones.
      Un abrazo.

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  2. Que emocionante registro conseguido! E que satisfação poder admirar, ainda que de tão distante, um momento da vida desta ave tão bonita e cheia de si. Obrigada pela partilha...
    Um beijo

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    1. Que pena que la hembra no avanzara al nido para haber visto el detalle de su descanso en fechas alejadas de la reproducción.
      De todos modos, fue una experiencia inolvidable.
      Besos...

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  3. Hola Javier.

    El vídeo es una joyita, aunque a ella se le ve inquieta porque no sabe lo que es ... hiciste muy bien en no volver a colocar la cámara.

    Un saludo

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  4. Al ver la imagen y, aunque no termina de llegar el sonido, la hembra está emitiendo una voz de inquietud. Está claro que, no todos los individuos actúan del mismo modo; dentro de las especies tenemos grandes diferencias.
    De todos modos, pensando en un material mas seguro (con luces negras como me han comentado) probaré. Está claro, siempre después del ciclo nidal de cría.
    Saludos.

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  5. Imagino la ilusión que te mueve a visitar repetidamente el lugar, a limpiarlo y a poner cámaras trampa que vigilen por ti desde donde no puedes llegar con el ave tan cerca.

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    1. No sabría cómo explicarte la extraña sensación de satisfacción que me produce mirar cualquier rincón del monte y hallar un rastro invitándome a colocar unas pequeñas cámaras para descubrirme aquello que los días de espera acentúan mi curiosidad despiadada.
      Es una gran ayuda este tipo de tecnología.
      Saludos.

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