
Como era previsible, a pesar de tantas visitas de la hembra de búho real Bubo b. hispanus al nido, no fue, en este caso, el elegido para anidar.
Por otro lado, era la ocasión perfecta para experimentar el escenario del año pasado al abandonar definitivamente la rapaz nocturna el nido con dos huevos.
En el siguiente paso aprovecharía para recrear, similarmente, otro abandono del nido. Escenificar la puesta con el mismo número de huevos que el año pasado y, el apoyo de dos cámaras de vídeo trampeo, me proporcionaría imágenes tanto diurnas como nocturnas. Quería tener la oportunidad, bajo esa presión incontrolable de curiosidad, de poder descubrir qué córvido o ave podía haber horadado los blancos huevos de la puesta de la hembra del búho real con tanta precisión. No terminaba de convencerme la herramienta basta de la corneja negra Corvus corone, el cuervo Corvus corax o la grajilla Corvus monedula. De la chova piquirroja Phyrrhocorax phyrrhocorax desconozco si los huevos entran en su dieta; sin embargo, el bisturí de este córvido parecía el ideal para tan refinado trabajo.

El nido vacío, y la pareja anidando en otro lado, propiciaba la combinación perfecta para reproducir el montaje del nido abandonado.

Dos huevos blancos de similar tamaño plagiarían la puesta del búho real.
Pero, el mundo es cambiante en cada momento y la oportunidad que se le brindó al ave comedora de huevos el año pasado, éste se la presentó a un mamífero tan ágil trepando por la roca como el búho real atravesando la noche.
Con dos huevos de gallina de un tamaño similar al de una puesta de búho real escenifiqué la idea del abandono definitivo. Presenté una réplica del nido con la colocación de dos pequeñas cámaras durante una semana enfocando los blancos huevos y, la segunda noche, ocurrió el desenlace.
GARDUÑA EXPOLIANDO HUEVOS: VER VÍDEO
Pero, el mundo es cambiante en cada momento y la oportunidad que se le brindó al ave comedora de huevos el año pasado, éste se la presentó a un mamífero tan ágil trepando por la roca como el búho real atravesando la noche.
Con dos huevos de gallina de un tamaño similar al de una puesta de búho real escenifiqué la idea del abandono definitivo. Presenté una réplica del nido con la colocación de dos pequeñas cámaras durante una semana enfocando los blancos huevos y, la segunda noche, ocurrió el desenlace.
GARDUÑA EXPOLIANDO HUEVOS: VER VÍDEO
Como nota curiosa de este territorio, comentar gracias a tres observaciones puntuales que, una sabina negral Juniperus phoeniecea ubicada a baja altura en un rincón del barranco albergó en días distintos al búho real, a la garduña Martes foina y a la gineta Genetta genetta.
Un lugar cómodo por el que tres especies sabedoras del descanso, no se pueden equivocar.
El posadero, por el uso habitual, correspondía a la rapaz nocturna.
El posadero, por el uso habitual, correspondía a la rapaz nocturna.