miércoles, 6 de enero de 2010

DUELO DE TITANES



Ataque de águila real a búho real 

Tal como recordaba vagamente, la gran rapaz nocturna soportaba incomprensiblemente en lo alto de un cortado de roca caliza, las terribles embestidas hirientes de una pareja de águilas perdieras. Mi primera impresión infantil, fue la de un enorme búho algo bobo, estúpido por no defenderse ante los continuos ataques desmesurados de aquellas rapaces sin escrúpulos.


Tuvo que pasar bastante tiempo para, descubrir que aquella hembra de búho real vapuleada sobre el nido de águila perdicera, tan sólo era un montaje de la famosa serie documental de El Hombre y La Tierra. La rapaz nocturna con la mirada perdida, y temerosa de hallarse en un lugar remoto, lo soportaba todo, precisamente, por que alguien la colocó allí, en lo alto, a pleno día y sobre un nido con dos pollos, ni más ni menos que, de águila perdicera.


En un cañón, todos sus habitantes se conocen, interactúan de manera natural y sin bajar la guardia. A pesar de ser un hecho muy exclusivo, existen citas de capturas del búho real sobre juveniles de perdicera (Joan Real y Santi Mañosa, 1990); pero no es la tónica habitual, aunque si debe de influir a la hora de los enfrentamientos, unido además, a la competencia feroz por las presas del lugar. Un búho real, rara vez se expone en horas de tanta luz sobre un cortado. Por descontado; nunca lo haría sobre un nido de rapaces.


He visto a hembras de esta estrigiforme con sus pollos en nidos convenientemente ocultos y, sobrevolarlo buitres y águilas reales; solamente con las segundas, muestra una situación de incomodidad patente, erizando recelosa, el plumaje dorsal.


Ahora, toca devolver la dignidad y nobleza perdidas mediante unas imágenes que tergiversaron la realidad de un valiente luchador, y nada mejor que mediante una secuencia que demuestra claramente como un macho de búho real aguarda estoicamente el ataque de otro macho, en este caso, de águila real.


24- 04- 2004 Apunte de campo.


Los dos volantones de búho real, ya habían abandonado el nido. Su voracidad, hacía imprescindible la participación de ambos progenitores para atender a su demanda. A estas alturas del año las noches son más cortas, y la salida de las rapaces como era de esperar, se adelantó. En este caso el macho, poco más de una hora antes de iniciarse la penumbra, comienza a marcar su territorio sobre la copa de las sabinas en lo alto del farallón de Peña Gallera. Muy visible en sus manifestaciones, sobrevuela la cresta con cierta arrogancia, consciente de la complicidad de la noche al aproximarse, la cual, le encubrirá a la hora de cazar. La luz, es todavía muy buena y no pierdo detalle de sus atribuciones morfológicas, ni de ese desparpajo con el que se desplaza. En el último vuelo e inmóvil en la acopada sabina, su forma natural se deshace súbitamente, convirtiéndose en un abultado y rechoncho montón de plumas ahuecadas. Algo interfiere la cotidiana labor del búho, de este macho delimitador de su territorio compartido con otros vecinos, alguno, incluso más poderoso. En efecto, su osadía no ha escapado a la infalible vista del águila real, que patrulla ultimando la ronda de prospección territorial, quizás, antes de recogerse en su posadero.


Las imágenes captadas por Javier Abrego García, son muy elocuentes, y resumen fríamente el final de la contienda. A los dos, nos sobrecogió este documento tan espectacular visto en directo.



La experiencia grabada en la memoria del búho real, demuestra claramente su estrategia defensiva: consiste en aguardar el ataque del águila real para esquivarlo mediante un espectacular giro, con objeto, de colocar sus defensas contra las del águila.

Parece conocer el búho, el error mortal que supondría dar la espalda huyendo ante una rapaz de semejante tamaño que no dudaría en matarle.




Estas instantáneas son la mejor prueba documental del error de los jóvenes búhos ante los ataques del águila real. Ésta, no dudará en eliminar a un gran y efectivo competidor a la vez que consigue alimento, sumando una enorme rentabilidad entre biomasa y futuras reservas.


Con un telescopio de 60 aumentos, seguía las evoluciones de este nido de águila real. Al desaparecer la rapaz del nido, encontré el huevo abandonado y las plumas de búho real entre las ramas.


Comprendo perfectamente, la estrategia indecorosa de privacidad en los cotos de caza. De este modo, eluden la entrada de ornitólogos, permitiéndose actuar impunemente.


Los guardas, conocen al dedillo todos los nidos de alimañas, llamadas así en su argot de incultura heredada del franquismo.


 


Un cazador, me comentó la observación "in situ" de un águila real alimentándose de los restos de un búho real. Su dato era fiable, tan sólo, comprobé la edad de la rapaz nocturna. En efecto, se trataba de un jóven; sin embargo, nada podía demostrar que el búho hubiese sido capturado, y no carroñeado.

9 comentarios:

  1. Hola, Javier, impresionante el testimonio y la filmación. ¡Ya me hubiera gustado a mí estar allí!

    Saludos

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  2. joerr javier, impresionante, el relato, las fotos y el video, que maravilla.


    Un fuerte abrazo


    A salto de mata

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  3. Hola tocayo, hay que ver como hemos empezado el año, eh? Respecto a los cotos, teines toda la razón, ellos hacen y deshacen a su antojo, saben de madrigueras, nidos, etc, sus lugares exactos para su uso y disfrute particular sin dar cuentas a nadie. Un cordial saludo.
    (calceolusycentaureas.blogspot.com)

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  4. Qué buen documento el vídeo. En cuanto a la historia de la secuencia de Félix Rodríguez de la Fuente, siempre he tenido hacia él sentimientos enfrentados, por una parte una gran labor de eduación medio ambiental y de respeto por la naturaleza, pero por otra parte el exponer preciosos animales a peligros para realizar las secuencias...no me acaba de convencer. Se han dicho muchas cosas sobre él que no sé si serán ciertas, pero ahí quedan.

    Saludos! Precioso dibujo el del búho.

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  5. Sin duda un documento inédito y al natural. Enhorabuena. Te sigo desde ahora.
    José-Elías Rodríguez

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  6. Hola Miguel. En efecto, fue un momento de gran tensión frente a la secuencia.
    Estas cosas, solo ocurren una vez en la vida. Y tuve la inmensa fortuna de presenciarlo.
    Saludos.


    Miguel.
    Buenoo, veo que a pesar de tu impresionante caché, te acuerdas de los viejos visitantes de tu blog. Desde luego, es otra de tus grandes cualidades. Me alegro Miguel que hayas disfrutado con el salto mortal del búho, y el"a salto de mata" del águila.
    Saludos.


    No es precisamente una observación del presente año Javier, pero, son apuntes que no puedo guardarme egoístamente sin compartir. Del mismo modo que se compartían durante aquellos tiempos en la asociación naturalista Ansar. No sé si habrás pasado por allí.
    El tema de los guardas de coto es bastante peliagudo, y ya me tocó discutir concretamente con los del mencionado coto, donde se ubicaba el nido de real. Les eché en cara las molestias a causa de sus procedimientos oscuros en la finca. Contestaron con que no sabían nada.
    Saludos.


    Mamen, lastima que no lo vieras en directo, fue un encuentro de los que dejan poso eterno.
    No voy a omitir ni reprochar generalizando, la gran labor de Félix Rodríguez de La Fuente en cuanto a la divulgación de la naturaleza, solamente, alguna crítica puntual como la citada del búho real que, me pareció excesivamente cruel. Hay secuencias preparadas de gran crudeza, y que en cierto modo, fueron precursoras de una importante ayuda para la protección de diversas especies amenazadas. Tengo en cuenta, por descontado, la polémica suscitada al respecto sobre este tema que, imagino siempre estará en el aire.

    ¿Y tus dibujos? ¿Vas practicando? Gracias por el ánimo.

    Saludos.


    Gracias José.
    A los compañer@s del este blog que les guste las imágenes bien captadas de rapaces nocturnas, entre ellas el protagonista de este post, que visite la página de José, y disfrutará de tan bellas criaturas de la noche.

    http://naturayluz.blogspot.com/

    Saludos.

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  7. Leí tu post inmediatamente lo publicaste. Realmente interesante...

    Mucho de lo que hablar. Opino como Mamen sobre Felix R. tengo sentimientos encontrados, aunque supongo que era otra época...

    Por aquí los guardas de los cotos siguen empleando venenos y expolios de nidos son algo de lo más habitual...

    ¡Ah! y el video me ha encantao...

    Genial todo.

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  8. Duelo de titanes, dos pares de aguerridas garras. Estas observaciones siempre te dejan el regustillo de haber asistido a un espectáculo restringido e irrepetible, gratis y muy valioso para quien sabe apreciarlo.

    Que 2010 te traiga muchas entradas como esta, Javier, desde el mejor de los palcos en esos (y otros) cortados.

    Saludos.

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  9. Te entiendo perfectamente, Anzaga. Escenas crudas y crueles como la mencionada con las perdiceras las hubo, no lo discuto. Siempre he querido destacar de Félix, aquel valor para defender entre otras especies vilipendiadas, al lobo; sobre todo, de las garras mezquinas de gente del régimen que, solamente tenía en la lista de animales de interés: al ganado y a los de ejercicio cinegético. Lo demás, eran alimañas.

    Contra la maldita lacra del veneno y el expolio de la fauna, en los cotos cercados, siempre habrá cierta indefensión ante semejante piratería. No bajaré la guardia acechando a esta gente cuanto me sea posible.

    Ojala hubiera podido bajar las imágenes con más calidad.
    Saludos.


    Bueno Javier, voy metiendo cosas que, aunque pasadas de fecha, no caducan nunca para el interés de gente como vosotros. Estas curiosidades, rara vez se presentan de nuevo, por lo tanto, hay que saborearlas detenidamente.
    Saludos.

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