lunes, 10 de abril de 2023

Jabalíes híbridos





 A modo de introducción, os muestro la curiosa coloración de una hembra de jabalí híbrida que guía a su joven descendencia. Como se aprecia, la hembra tiene un pelaje blanquecino tachonado de oscuro. Obviamente se trata de un caso de hibridación con cerdo doméstico. Tras ella va su descendencia, por lo visto, no tan asustadiza. El ejemplar del medio (parece un macho) ha adquirido la tonalidad materna, también, muy vistosa. 



 "En muchos lugares los jabalíes se están cruzando con cerdos domésticos (en realidad son la misma especie), dando crías absolutamente fértiles, pero que tienen un genotipo en el que puede cambiar hasta el número de cromosomas que lo componen. Estos cruces, al principio eran ocasionales y motivados por el encuentro casual de jabalíes y cerdos criados en extensivo. Sin embargo, en los últimos tiempos, y seguramente motivado por el incremento de la demanda de jabalíes para repoblar cotos de caza mayor, han proliferado granjas de jabalíes en donde se mezclan con alguna variedad de cerdo doméstico. El objetivo está claro: conseguir que los jabalíes adquieran un mayor tamaño en menos tiempo y que las hembras incrementen su tamaño de camada (el número de cría en cada parto). Ambos objetivos permiten que los productores de estos jabalí-cerdos obtengan unos beneficios económicos más elevados de lo que conseguirían  criando jabalíes puros". 

      Museo Nacional de Ciencias Naturales CSIC



"La proliferación de jabalíes cruzados con animales caseros y cerdos vietnamitas es cada vez más preocupante en España. La caza, una vez más, es la herramienta de gestión más eficaz en el control de la hibridación de ejemplares".

     Edu Pompa (Blog Jara y Sedal)
     Ingeniero técnico forestal. Máster en gestión y conservación de fauna salvaje       y espacios protegidos. Experto en redes sociales y cazador desde la infancia.


Ahí lo dejo...


                                                                                                                                                                                             

jueves, 6 de abril de 2023

El halcón agrario




 No es otro que nuestro cernícalo vulgar Falco tinnunculus. Siempre arraigado a los lugares de trabajo del agricultor. Un Compañero infatigable de la campiña. Oteador desde las alturas de esos invertebrados y micromamíferos que bajan la guardia y son sorprendidos por el pequeño halcón. 

De sobras los conocen los trabajadores del campo. Los más agradecidos, siempre los mencionan con marcado énfasis cuando les preguntas por ellos. Están acostumbrados a verlos prospectar sus tierras cuando toca labrar o segar. No cejan los cernícalos en su empeño de prospectar estáticos el tiempo que haga falta. Cada metro cuadrado de terreno puede ser el ideal. Allí están estos veloces kamikazes, prestos a picar sobre el bocado más suculento que va quedando al descubierto una vez el arado o las cuchillas actúan al paso del terreno. 

miércoles, 5 de abril de 2023

PALOMA BLANCA

 

Llamó tanto mi atención su blancura sobre la destacada roca caliza, entre verdes y azul celeste, que decidí dedicarle esta sencilla entrada en plena Semana Santa.  

Cómo me gustaría, por otro lado, que la simbología con la que cada cual decida interpretarla sirviera para el bien común y el respeto. 

Buena semana.


lunes, 3 de abril de 2023

GRULLAS

 

 Antes de que estas ornamentadas zancudas regresaran a sus cuarteles de cría, me tomé la molestia de buscar un lugar apartado para disfrutar de su gregarismo viajero y sus voces tan evocadoras. Las grullas Grus grus.
Ya había pasado por la extensa laguna de Gallocanta para verlas en el medio acuático, de hecho, vi sus lomos a través de las inflorescencias del carrizo. Allí estaban reposando. Estaban tan tranquilas que di media vuelta sin arriesgar su descanso. No me gusta que levanten el vuelo por intrusismo. Cuanto entran o salen por voluntad propia en la laguna para descansar o dirigirse al día siguiente a las tablas aledañas para alimentarse, es el mejor momento para ser espectador de su extraordinario poder de concentración y algarabía sonora. Como agradeciendo el bendito amanecer de un nuevo día. 

Me gusta dejar el vehículo en la entrada del pueblo para caminar con el material óptico y buscar un buen punto de observación. Sin embargo, nada de esto es posible cuando soportas un trasiego de vehículos por los caminos que imposibilitan la concentración y el bienestar de las aves. 
Abandoné la laguna dejando la bella estampa de las grullas en el abrigaño del carrizal, protegidas del molesto viento reinante. Sólo esperaba que nadie rompiera ese merecido momento de descanso tan importante para estas míticas viajeras.

El premio llegó más adelante, desde la carretera diáfana hacia mi destino, que no era otro que el de un pueblo abandonado en lo alto de una loma con llamativos escarpes. 
Paré, miré y sentí el bullicio envolvente de estas aves viajeras y su parsimonioso deambular por el terreno en busca de alimento. Sólo, frente al nostálgico escenario de las grullas, que podemos ver año tras año durante sus míticos viajes migratorios. 
A pesar de la carretera, nadie interrumpió nuestro encuentro durante un buen rato.










domingo, 19 de marzo de 2023

El zorro, cazador de conejos




 Observo desde un lugar discreto cómo un zorro Vulpes vulpes salta desde los apretados arbustos sobre la tabla segada de alfalfa al avistar una furgoneta blanca. Con trote zorruno, elegante como su pelaje de rojo intenso, alcanza el ribazo de una acequia junto a una tajadera metálica con elevación mecánica de cremallera. Allí aguarda desde una distancia de unos 80 m. Vigila atentamente durante unos minutos, como esperando a que el dueño de la furgoneta aparezca y situar su presencia. Nada sospechoso en su territorio. 
Transcurrido un tiempo prudente, regresa sobre sus pasos; de igual modo, trote elegante como sólo estila el raposo.
Hace una breve parada cerciorándose de que el intruso humano no está en sus dominios. Todo bien. Inicia la marcha sobre el despejado terreno y se adentra por la ruta donde una de las cámaras de fototrampeo le aguarda.
  
Hablo del ejemplar que aparece en las dos primeras tomas del vídeo para que aprecieis la belleza de este singular cánido habitual de nuestros campos.

Aparecen otros ejemplares cazadores de conejos, con su presa en las fauces. Según las quejas de agricultores, los conejos suponen una plaga perjudicial para sus cultivos. Aquí está el apoyo indiscutible para evitarles males mayores de modo natural. Sin olvidar la enorme cantidad de roedores que también consumen.




lunes, 13 de marzo de 2023

Las nutrias de Félix Rodríguez de la Fuente

 


Los mustélidos son carnívoros extraordinariamente juguetones porque parece probado que, durante la infancia y la juventud de estos animales -tremendamente agresivos y perfectamente dotados para dar muerte a sus víctimas- los juegos permiten un contacto entre los distintos miembros de las familias, que van inhibiendo su agresividad natural, como una válvula de escape a su violencia potencial.

No tenemos nada que objetar a tales consideraciones etológicas mientras no se incluya en ellas al más hermoso, inteligente y lúcido de los mustélidos: La nutria. Porque durante los muchos años que he convivido con nutrias, durante las interminables horas que he dedicado a su observación y a su filmación, las he visto poner en práctica sistemas de juego que pueden, no tener nada que ver con la inhibición de la agresividad y tratarse, más bien, de la materialización de un infinito torrente de recursos psíquicos -me atrevería a decir que imaginativos- que la nutria parece obligada a liberar con los más insólitos, ingeniosos y divertidos juegos.

Una  bonita hembra española, llamada Lola por los miembros de mi equipo, vivía en un pozo cristalino del río Dulce. Su juego favorito consistía en sumergirse verticalmente, coger una piedra con sus recias zarpas, subir a la superficie con toda celeridad, colocar la piedra sobre el dorso de sus corto hocico, extender violentamente el cuello para lanzar la piedra hacia el cielo, seguir su trayectoria con la vista, esperar que el proyectil cayera nuevamente al agua para lanzarse entonces en una rapidísima inmersión y recuperarla antes de que tocara fondo. La nutria pasaba mañanas enteras entregada a este fascinante ejercicio, que no era más que uno de los infinitos recursos de Lola, de Teo -el macho que la acompañaba- o de cualquiera de las muchas nutrias que he conocido. 
Los toboganes, los juegos del escondite, el "que te cojo" el "waterpolo" con madera flotante o cualquier otra actividad por asombrosa que parezca pueden entretener a las nutrias durante sus interminables sesiones de juego.

Félix Rodríguez de la Fuente

Cuaderno de Campo nº 49, pequeños carnívoros (II)

En recuerdo del equipo de El Hombre y la Tierra.