Una vuelta por los cortados calizos del entorno del río Mesa, me ha permitido comprobar los primeros vuelos de los jóvenes volantones de búho real, la privilegiada coloración del roquero rojo y su melodiosa voz. También, el completo plumaje de los pollos de buitre leonado; quedando todavía alguno rezagado.
Por último; la ocupación del águila calzada (Hieraaetus pennatus) en el mismo nido donde en julio de 2007, otra congénere al cuidado de su pollo, fue atacada y muerta por el búho real.
La intriga del desenlace, será una pesada losa para los nervios día a día.

Dos jóvenes volantones de búho real (Bubo bubo) como los de la foto, abandonaron la base del cortado de cría ahuyentados por mi presencia. El vuelo forzado pero sostenido, les condujo a un lugar más seguro, siempre uno detrás del otro.
Concretamente, estos aprendices de la noche han salido de un nido alto, lo cual les da ventaja, debido al mayor desarrollo del plumaje cuando se lanzan al vacío por primera vez. Los que lo hacen desde un nido bajo y muy accesible, tienen la oportunidad de abandonarlo antes, exponiéndose más a sus enemigos naturales.

Este ejemplar joven, demuestra ya un control de vuelo bastante estable.

El roquero rojo (Monticola sexatilis), es sin duda uno de los pájaros más elegantes de los cañones calizos. Su colorido y encendido canto, encandilan a cualquier senderista que se tope con él.
La caliza, lleva sus mismos colores.

Farallón calizo frente a la casa del pueblo. Desde la terraza y con el telescopio, controlo gran cantidad de aves como: halcón peregrino, águila real, alimoche, cuervo y como no, a los buitres leonados. Si estoy atento, logro ver incluso al nervioso treparriscos en invierno.
De las tres oquedades redondeadas, la de la izquierda es el nido de las fotografías posteriores.

Protegiendo al pollo del viento.

Alimentándolo. 22- 3- 2009
A veces, cuando la lucha por el reparto del cadáver no ha sido buena, el progenitor regurgita largas tiras coriáceas que vuelve a ingerir para no asfixiar al pollo. El peque tira con insistencia pero…no lo consigue. La hembra continúa la labor hasta dar con otro fragmento mas reducido.
La carne adecuada, destaca por ser una papilla de color rosáceo, muy fácil de ingerir por el pequeño.

Progenitores con el joven emplumado completamente. 14- 6- 2009
Dentro de unas semanas, los adultos verán a su descendiente como a un intruso. Tendrá que desvincularse del proteccionismo familiar y aprender a enfrentarse a las dificultades de la vida.

Es una foto de un pino carrasco con un nido de… de Javier. Lo he construido yo, meses antes con la idea de que fuera utilizado por la pareja de águilas calzadas. Ahora hay dos nidos, el mío que está vacío y el suyo a unos veinticinco metros de distancia, donde pude observar a la hembra tumbada casi invisible sobre su plataforma original.
Si recordáis el post del superpredador, allí sale reflejado todo el increíble desenlace de la anterior hembra de calzada con su cría.
Puede que se trate de una interferencia mía entre dos especies, pero me da igual. Pretendía confundir al búho real con otro nido más, para que su tentativa fallara al encontrarlo vacío. Ya es demasiado tarde y la suerte está echada.
Si tengo noticias, lo sabréis sin falta.