Su
estrepitoso reclamo los delata, aunque su vuelo fluya a gran altura. Escuché entre el angosto desfiladero del río Mesa zaragozano, multiplicarse sus voces. Dentro
del otoño, al paso del nutrido grupo de vencejos reales Tachymarptis melva tuve la
sensación de volver al inicio de la primavera, la primavera que nos robó la
pandemia.
A
gran altura es complicado observarlos, pero, se dejan oír con claridad. Pasarán
poco a poco los últimos bandos de distribución centroeuropea y, si estamos atentos,
gozaremos de su presencia esperando impacientes su próximo regreso.
21/10/2020
Aunque no me gustan las aves volando cerca mío
ResponderEliminarpienso que tus fotos son lindas
saludos desde mi río
Gracias por el comentario. Sin embargo, los observadores de aves, sí desearíamos que las aves se acercaran a nosotros un poco más para obtener una mejor calidad fotográfica y de disfrute de sus detalles morfológicos.
EliminarPero bueno, todos tenemos "nuestro talón".
Saludos desde mi ciudad ribereña.
Um encanto sobrevoando os céus...
ResponderEliminarUm beijo
La llegada de las aves migradoras alegra el alma de cualquiera. Pero, cuando llegan los escandalosos vencejos reales llenando el cielo sobre las cortaduras calizas, entonces, es cuando culmina el silencio del invierno y palpita la primavera.
EliminarBesos...
Estas aves son todo un espectáculo en vuelo. No sé si esta especie lo hará, pero esos vuelos en grupo,persiguiéndose a toda velocidad y emitiendo esos "chillidos" , que realizan lo vencejos comunes , son una maravilla.
ResponderEliminarSaludos
Así es Pini. Esos carruseles formados por los vencejos comunes tan ruidosos durante sus persecuciones son iguales que los del vencejo real. La diferencia es, que cuando pasan raudos sobre mi terraza en el pueblo, éstos últimos con una envergadura de algo mas de 50 cm provocan un zumbido en sus picados escalofriante y alucinante.
EliminarNo me pierdo durante las sesiones primaverales, los vuelos espectaculares de estos meteóricos voladores.
Saludos.
Buff, un bicho espectacular, este año no he visto ni uno. Enhorabuena por el artículo Javier, me ha encantado. Un fuerte abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarLos he visto bastante pero, otras veces me gusta ponerme frente a las colonias y ver como ascienden a las grietas de la roca donde tienen sus nidos.
EliminarUn abrazo Germán.
Hace mucho que dejé de verlos por mis sierras, se les echa de menos ahora que no se ven ni oyen sus vuelos por los cañones.
ResponderEliminar¡Saludos!
Seguramente habrán sido los últimos que vea hasta el año que viene.
EliminarSaludos.
Hola Javier.
ResponderEliminarNo es fácil sacar una buena fotografía cuando vuelan tan alto, si le das poco zoom apenas son puntos en el cielo y si se abusa del zoom, es complicado localizarlas, pero bueno, el que sabe, siempre consigue capturas aceptables y además, sabe donde localizarlas.
Ahora, es una buena época, quiero acercarme a Galloganta o a la Alberca de Alboré, que está última no la conozco.
Un saludo
Bueno Eduardo, como lo más importante es el documento, no me importa reconocer que retoco las fotografías que, como bien dices, hay que tener buen pulso para seguir a estos vencejos.
ResponderEliminarUnas salen mejor que otras y, si se pueden subir pues, se aprovecha la ocasión.
La Alberca de Alboré tampoco la conozco. Como suelo ver las Grullas desde el pueblo, hace mucho que no visito Gallocanta. Espero que te siga sorprendiendo.
Saludos.
Son preciosos. Esperemos oirlos el año que viene. Por aquí este año no se escucharon las grullas, se que han llegado algunas, tengo que bajar al pantano para ver cuantas hay. Besos y salud.
ResponderEliminarAsí es Teresa. Cada estación tiene sus viajeros de ida y vuelta. Es esperanzador verlos partir hacia otros destinos sabiendo que, pronto volveremos a disfrutar de su respectiva presencia.
EliminarBesos y, a cuidarse mucho.
La naturaleza se adapta mejor a las pandemia y sigue su curso mientras nos quedamos en casa. Estupendas imágenes de estas aves.
ResponderEliminarSólo espero que no nos robe el virus otra primavera como ha ocurrido este año.
EliminarMe gustaría poder recibir a los vencejos reales desde la terraza del pueblo el año que viene.
Saludos.
Me encantan estas aves. Esperaremos su regreso. Un saludo.
ResponderEliminarEl canto de todos los pajarillos del bosque es aderezado por el escandaloso bullicio de todos los vencejos. En fin, las voces de la emergencia de la vida mostrada por la primavera.
EliminarSaludos.