Este sábado pasado había una gran explosión de vida en campo abierto. Labrantíos plagados de aves.
Tierra aguardando los surcos del tractor para el resurgir de nuevas cosechas.
La naturaleza retomó de nuevo el pulso de la normalidad tras la borrasca Elsa, protagonizada por el fuerte y molesto viento.
Un cielo tachonado de calandrias dejaba caer, como una catarata, sus trinos. Y así, con vuelo decidido, asaltando las alturas, rivalizaban en la reconquista del espacio. El homocromo plumaje teñido de tierra y piedra, las hace desaparecer en el suelo para protegerlas de sus enemigos naturales. Precaución en todos los sentidos. En la planicie no conviene destacar salvo para despuntar a cielo descubierto como perseidas el fragor de su canto con arabescos aéreos. Preludio del apogeo nupcial.
Calandria Melanocorypha calandra.
Mimetismo sorprendente el de estas aves cuando permanecen posadas.
Antaño; no sé si en la actualidad seguirán con esta práctica tan abominable, los pajareros de jaula examinaban concienzudamente las planicies en busca de los nidos de estas aves. Enjaulaban a los pollos en vecindad con canarios y jilgueros, cuyo canto aprendían a modular, añadiéndole espléndidas variaciones.
Su alimentación se compone de invertebrados y semillas, pero, se las mantenía en cautividad estrictamente a base de éstas últimas.
Extracto del libro PÁJAROS DE NUESTROS CAMPOS Y BOSQUES de Pedro Ceballos y Francisco Purroy.
Los llanos ocráceos de dinámica reverdeciente, borran el plumaje a los aláudidos posados. Pero, por desgracia, también acumulan la muerte dormida de los plaguicidas agrícolas, letales para su población y futuro.
Corrales y tablas de cultivo.
Aljibe artesanal tapiado con piedra del lugar.
Calandrias disputando en vuelo. Toda una exhibición acrobática sin límites en las llanadas zaragozanas.
Suelo ir bastante a menudo a un lugar alomado cercano a mi pueblo, compuesto de sembrados y eriales para el ganado, con pequeños roquedos en el que hay una gran población de estas aves, por lo que deduzco que se encuentrn en el hábitat perfecto. Me encanta escuchar sus trinos y sus vuelos acrobáticos, dejándose caer , al tiempo que emiten sus trinos.
ResponderEliminarSobre la costumbre de los criadores de aves de canto, de capturar pollos de esta especie, para mejorar el canto de sus aves, no tengo conocimiento de que en esta comarca se haya practicado, afortunadamente.
Saludos y FELIZ Y PROSPERO 2020
Es un privilegio para la gente del campo. Cuando la explosión de vida emerge, uno se rinde a su espectacular expresión dejándolo todo. Que vuelos tan fugaces y elaborados de exhibición y alerta por si aparece el ataque de cualquier rapaz. Si el peligro asoma, todos a cuerpo tierra. Fascinante.
EliminarEsas costumbres se erradican en ciertos lugares con la nueva legislación, sin embargo, en otros nunca desaparecen. Los libros viejos tienen la ventaja de atesorar estas anécdotas caídas hoy en desuso.
Saludos Pini y, un extraordinario en todos los sentidos, año 2020.
Hace unos días escuché unas calandrias imitando el reclamo de los vencejos con una fidelidad bastante asombrosa. Quien desee escuchar pájaros no tiene más que salir al campo sin el egoísmo de llevarlos a casa.
ResponderEliminar¡Saludos!
Reconozco que me vuelvo loco en la estepa con los cantos de los aláudidos y, como dices, por la extraordinaria capacidad que tiene la calandria de imitar cantos ajenos. Me la pegan bastante. Pero, son espléndidas en su terreno.
ResponderEliminarLas malas artes de este tipo de gente siempre están vigentes por desgracia.
Saludos y buen comienzo de año.
Não sei se é bom ou ruim a imitação de uma ave pela outra, mas só de pensar que um nordestino deveria aprender um sotaque carioca me enche de prerrogativas...
ResponderEliminarPreciosa reportagem...
Um beijo da
Um beijo da teca, obviamente:o
EliminarBueno, cuando llevas años fuera de tu lugar de origen, bien se te pega el acento del lugar donde resides. A mi no me importa, es entrañable engrosar distintos tonos a la voz materna.
EliminarBesos...
No se me ocurre mejor forma de terminar el año, haciendo lo que te gusta. Con mis mejores deseos para el 2020. Es increíble cómo se camuflan, es casi imposible descubrirlas.
ResponderEliminarHay un lugar estepario entre Mediana de Aragón y Belchite donde gente de distintos lugares europeos vienen a ver estas aves tan discretas; sobre todo el rocín como lo llamamos allí que corresponde a la alondra de Dupont. Me parecen fantásticas.
ResponderEliminarSaludos.
Nunca había visto una calandria, solo la conocía del romance del prisionero, "cuando canta la calandria y responde el ruiseñor...". Me ha gustado la entrada. Un abrazo.
ResponderEliminarSupongo que las habrás visto en zonas de campo abierto pero, tal vez, no supiste identificarlas. Son las mas grandes de los aláudidos y en el cielo se nota el tamaño de este pájaro cuando se desgañita cantando con fuerza.
EliminarSon todos estos pájaros de un color muy similar pero, no por ello pierden en belleza e interés.
Otro abrazo.