Hembra de búho real Bubo b. hispanus en el nido con sus tres pollos el año anterior al abandono de los huevos. Siempre importunada por la provocación de las chovas piquirrojas.
Termino este breve y sencillo ciclo de entradas derivadas del abandono de la puesta de esta pareja de búho real, causada, probablemente, por la irrupción de alguna cabra montés en la repisa de nidificación.
Me ha resultado interesante la experiencia mediante el uso de vídeo-trampeo para descubrir estas secuencias tan habituales en la naturaleza. Unas imágenes imposibles para la mirada humana.
Sé que no son tan impresionantes como los grandes documentales, sin embargo, arrancan del modo menos intrusivo la intimidad de ciertas criaturas, desenvolviéndose amparadas por la oscuridad. Salir a comer y evitar ser comido es la filosofía animal de aquellos que están bajo el yugo estresante de los predadores; se palpa en las secuencias observadas.
El búho real, como el mas señalado superpredador, es capaz de atrapar ginetas, pequeños tejones, jóvenes zorros y garduñas, por ello, el campeo de estos animales siempre va acompañado de mucha prudencia. Cualquier descuido les puede pasar una desagradable factura.
Restos de un joven tejón Meles meles tras la cría de esta hembra de búho real en el mismo nido.
Extremidad posterior de garduña Martes foina devorada por búho real tras la cría.
Ratón de campo Apodemus sylvaticus afincado en la repisa de nidificación del búho real, rebusca en el cuenco del nido.
La vida para algunas criaturas es tan larga por la noche como por el día, dada la presión que ejercen sobre ella sus predadores. Realmente son seres que, a pesar de su enorme capacidad reproductora, requieren de una inteligencia adaptativa sorprendente para cargar en su cuenta vital tantos días como les sea posible, evitando el mínimo despiste. Solo suma alternar la alimentación y la reproducción con la atención férrea de todos sus sentidos.
Un lirón careto Eliomys quercinus se acerca a la presa oculta por un búho real, cuya oquedad, la rapaz ha convertido en despensa.
Búho real acude a recuperar su presa; la mitad posterior de una liebre depositada la noche anterior.
Mas sobre este apartado entre el lirón careto y el búho real:
https://lanaturalezaquenosqueda.blogspot.com/2009/07/despensas-del-buho-
real-ii.html
Sobre el búho real y su entorno:
https://lanaturalezaquenosqueda.blogspot.com/2014/07/no-es-facil-ser-buho-real-parte-1.html
Interesante todo los que nos has contado y enseñado en esta entrada y las anteriores.
ResponderEliminarSaludos
No deja de ser irónico ver al pequeño ratón de campo hurgando en el cuenco de nidificación del búho real; claro que, fuera de época de nidificación. De todos modos, con semejante descaro, no me extrañaría que algún beneficio sacara de este pequeño terreno.
EliminarSaludos.
Ayer mismo tuve un grandioso encuentro con el búho real al entrar en un torreón medieval en ruinas que había en medio de la campiña olivarera... ahora más que nunca comprendo la emoción con cada detalle de la vida de estas aves.
ResponderEliminar¡Saludos!
Cualquier construcción pétrea de la mano del hombre, como antiguas fortificaciones de todo tipo, intensifican el buen gusto a compartir con el medio natural por su destacada integración en la naturaleza. Ahora, tal como dices, si en ella descansa el Gran Duque o cualquier especie noble, entonces de convierte en arte con vida propia.
EliminarSaludos.
Estas grabaciones tienen el marchamo de lo natural y por lo tanto te llevan al nido y a sus habitantes de una forma directa y sin ambages.
ResponderEliminarGracias por compartir el fruto de tanto esfuerzo.
Un abrazo, Javier.
Veo que son unas cámaras correctas para mamíferos que, parecen menos recelosos con sus leds de iluminación discreta.
EliminarEs un placer poder contemplar en un reducto tan ajustado, la presencia de estos seres tan interesantes sin sufrir la agonía de la espera nocturna.
Un abrazo Carlos.
Los documentales que salen en la tele están rodados con otros medios, por lo que este acercamiento tuyo tiene aún más valor. Veo todos estos animales y me doy cuenta de la cantidad de vida que hay oculta a los que como yo, solemos pasear por el bosque sin ningún conocimiento sobre la fauna. Hace falta armarse de paciencia para ir descubriendo a todas estas criaturas.
ResponderEliminarCreo que en los documentales se ponen a los pobres roedores de excesivamente torpes, algo erróneo. A pesar de sus repetidos ciclos de reproducción, necesitan de cierta capacidad de defensa mediante su olfato y oído para evitar a sus predadores. De no contar con estos sentidos tan prodigiosos, su extinción no la pararía ni la capacidad anual de generar repetidas camadas.
EliminarSaludos.
Son de una gran ayuda estas cámaras, que como bien dices, de no tenerlas, no llegaríamos a disfrutar de estos breves momentos tan valiosos.
Saludos.
Impressiona-me o seu esforço dispendido para tantas observações relevantes... nada te para, amigo! Obrigada pela partilha de tantos momentos diferentes e ricos. Como poderíamos saber sem esses vídeos deixados pela noite afora?...
ResponderEliminarUm beijo
Ciertamente, son una herramienta muy importante. Sin éstos elementos de filmación nocturna, nada me hubiera hecho sospechar del descaro del ratón de campo.
EliminarMe gustan estas cosas tan sencillas en la vida cotidiana de los animales.
Besos...
Hola Javier.
ResponderEliminarNo tenía ni idea del calibre de las presas del búho real, pensaba que se alimentaba de animales más pequeños, pero veo que es un gran depredador.
Un saludo
Sobre todo, el peso de las grandes presas recae en la hembra que, por su mayor tamaño, es capaz de atacar a especies de aves y mamíferos bastante complicados por su fiereza: gineta, zorros jóvenes, garduña, águila calzada, azor, peregrino, etc...
EliminarSaludos.