Sé que os puede resultar extraño un campo con puertas pero, en éste caso, el territorio de
un cárabo que conozco si las tuvo; ahora, tan sólo queda el marco de la
entrada. Es un lugar solitario y abandonado tras la despoblación rural, gente
que tomó rumbo a las ciudades como mejor alternativa. Frente al muro de piedras
que separa la propiedad, hay un minúsculo bosquecillo de vetustos chopos
cabeceros, a los que se les cortaban las guías para que generaran más vástagos
y fueran utilizados como vigas para los techos en la construcción de casas. El
lugar es realmente acogedor como paseo hacia las imponentes moles calizas que
bordean el río Mesa. Atravesando el portal, se accede a un espacio de nogales
cuyo perímetro, además del tapiado, lo cierra un cortado rocoso y el río; es un
lugar muy bien guardado. Allí me gusta seguir los rastros que deja el cárabo
bajo algún nogal utilizado de posadero, esperando que los roedores, acudan a
comer las tentadoras nueces esparcidas bajo sus ramas. Precisamente, hoy, veo
mucho plumón e incluso, dos rémiges secundarias de la rapaz nocturna,
excrementos y alguna egagrópila. Registro la enorme hiedra aferrada al tajo
calizo y, como sospechaba, está plagada de plumones del cárabo fruto de tantas
entradas y salidas.
Mientras desvalijo los restos desechados por la estrigiforme,
ésta observa atenta mis movimientos, eso sí, muy discretos; sospecho que tras
los hallazgos, la rapaz de la noche no puede estar lejos. Cuando miro hacia
arriba, se me corta la respiración al coincidir nuestras miradas. Rápidamente
lo evito, no quiero que advierta que lo he localizado y emprenda la huída, así
pues, me da el tiempo necesario para hacerle unas fotos antes de abandonarlo.
Le ampara la sombra de la majestuosa hiedra evitándole la luz solar directa desde
donde pasa muy desapercibido.
Esa mirada fría del cárabo a través de sus ojos color
azabache y, a pesar de su inmovilidad diurna, me hicieron recordar, como
siempre que lo veo, su fiereza. Con algo menos de un kilo de peso, fue capaz de
reventar un ojo al famoso fotógrafo de la naturaleza Eric Hosking, atacándole
cuando pretendía fotografiar los pollos de su nido.
Es precioso, indudablemente, a pesar de reconocer en mi
infancia mientras miraba la lámina del Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ICONA) donde
aparecían dibujados nuestros búhos, que el cárabo, era la nocturna menos
agraciada de todas, por carecer de penachos cefálicos y del intenso amarillo de
los ojos, muy vistosos en el resto. La lechuza carece de ambos detalles pero,
su plumaje, en cambio, es el más bello de todos. Rectificando y meditando,
comprendí que todos los animales maravillan por sus cualidades específicas.
No sé yo si el Azarías hubiese corrido el cárabo de haber tenido noticias sobre el incidente del ojo... Tremendo. Besos.
ResponderEliminarJaja...este Azarías...mira que espantar al cárabo con lo que disfruto escuchándolo.
EliminarUna maravillosa e inolvidable película, por cierto.
Saludos.
Será poco agraciada, pero esos ojos tan penetrantes asustan. Parece que dentro sólo haya vacío.
ResponderEliminarHa sido el mejor encuentro que he tenido y con la mejor ocasión para observar sus detalles morfológicos.
EliminarMe reafirmo en la parte final del post.
Saludos.
se oyen pero no se ven que buenas las tomas
ResponderEliminarsaludos
Si un día encuentras egagrópilas de cárabo bajo un árbol y sus característicos plumones, tendrás un gran porcentaje de posibilidades de dar con él y, además, si te acercas sigilosamente, podrás verlo posado, dormitando, todo el tiempo que quieras.
EliminarSaludos.
¡ Qué envidia!. Poder tener tan cerca a esta bella rapaz, poder cruzar tu mirada con la suya y poder afotarla sin que se inmute.Desde luego tiene una mirada inquietante, pero lo que más me ha llamado la atención son esas poderosísimas garras; pobre roedor que caiga en ellas. El lugar que ha escogido para cazar no puede ser mejor.
ResponderEliminarSaludos
Se coloca, tal como aparece en el nogal, en las ramas bajas y trinca a los ratones que acuden a recaudar nueces o a comerlas. Pobres ratones...Huy, perdona Pini, que tú eres agricultor, Jaja...ha sido sin querer...
EliminarSaludos.
Menudas manitas que tiene el bicho. Siempre pienso que los búhos están así de armados para poder matar lo más rápida y silenciosamente posible en medio de la noche, no conviene llamar la atención en las tinieblas... aunque no deja de ser una apreciación personal.
ResponderEliminarQué suerte intercambiar miradas con el autor del reclamo nocturno más bonito, aunque él mismo también lo es a su humilde manera.
¡Saludos!
A toda esa amalgama de piropos que mencionas sobre el bello y serio cárabo, si le añades la posibilidad de verlo a placer, entonces es para flipar en colores.
EliminarSaludos.
Excelente encuentro con esta rapaz y el texto preciosos.Yo por ahora me conformo con su aflautado canto...
ResponderEliminarSaludos camperos!
Tu tierra tiene que estar petada de estos búho ¿no? sólo tienes que dar con ellos y lo demás es pan comido.
EliminarPues no te conformas con poco, ya que, cuando lo escucho desde la cama en el pueblo, esa voz inconfundible y portentosa, entre lúgubre y aflautada, se me pone la carne de gallina o, de cárabo, mejor.
Saludos.
¡Qué buen gusto tienen los cárabos para buscarse sus rincones! Es cierto que no tienen los llamativos ojos de los búhos, pero los dibujos de su plumaje son preciosos. A mi al menos siempre me lo han parecido.
ResponderEliminarUn abrazo
Estoy contigo Lluís y, no me cabe la menor duda, son preciosos. El lugar es realmente acogedor, además, en ocasiones, suele haber algún corzo pastando tranquilamente.
EliminarSaludos.
Resulta curioso cómo lugares abandonados y ruinosos resultan tan útiles a ciertas especies. Es como si les gustase nuestra presencia, pero sólo un ratito.
ResponderEliminarUn saludo
Si, los más atrevidos como la lechuza y el mochuelo, habitan zonas humanas o, por lo menos, las abandonadas por los humanos. Conozco una antigua fábrica de resina en Guadalanara y, en una de sus naves, sobre los tirantes de las cerchas de carga del tejado tiene el cárabo su posadero. toda la fabrica para él.
EliminarSaludos.
Poco agraciada pero omnipresente rapaz nocturna. Ojalá tuviera el ojo que tienes tú para verla. Yo sólo he podido escucharla, eso sí, en muchas ocasiones. Me gusta mucho.
ResponderEliminarLo he visto en ocasiones pero, ahuyentado del pinar bajo los cortados. En la ocasión citada, gracias a los abundantes plumones pude dar con él; bastante suerte por cierto.
EliminarCreo que es una de las voces más impactantes de la noche. A veces, tras su voz, un coro de perros ladrando le acompaña.
Saludos.
Fue mi primera rapaz nocturna y les tengo especial cariño.
ResponderEliminarSaludos.
Es el encanto de las rapaces nocturnas, la noche y la soledad del silencio, roto por estas aves o por el grito desgarrado de alguna de sus víctimas.
EliminarSaludos.
Cada vez mais eu fico admirada com o respeito que você tem da natureza e o conhecimento que adquire em suas vivências no campo.
ResponderEliminarPreciosa e penetrante mirada.
Beijos.
Paso horas muy placenteras capturando historias de animales que, con la atención que me ofreces siguiéndolas, aumentan mis deseos de continuar con ellas, ir buscándolas el tiempo que haga falta. Gracias por tu fiel atención.
ResponderEliminarUn abrazo…
Desde luego no será la más bella de las aves nocturnas, pero impresiona ver sus dos ojos frontales y su mirada. Buen reportaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
De todos modos, me gusta una barbaridad, tanto como su profundo ulular.
EliminarSaludos.
Como siempre: excelentes fotos acompañadas de magistrales explicaciones... Muy informativo lo tuyo.. ¡ qué bonita ave ! Me encantan... tienen tanto garbo ! Un abrazo Javier y gracias !
ResponderEliminarGarbo por la noche, todo del mundo pero, por el día, si lo pillas relajado parece un carabito de peluche con los ojos cerrados.
EliminarSaludos.
Javier y Teca, les quiero avisar que en el día de hoy hablé con Clariana por celular y la encontré bien, calma y con mucha alegría por mi llamada. Está ansiosa por volver a su blog. Ya está bien de la vista, después de las operaciones... y les manda todo su cariño.
ResponderEliminarUn abrazo de mi parte.
Muito obrigada por nos enviar notícias de Clariana! Fico muito feliz que a nossa querida amiga esteja se recuperando a cada dia. Por favor, envie-lhe muito carinho e amizade de minha parte.
EliminarCaloroso abraço, Mabel.
Gracias Mabel, el mensaje es muy reconfortante y esperanzador. Me alegra que todo salga bien.
ResponderEliminarAbrazos.