Búho real delimita su territorio
Cañón del río Mesa 13- Junio- 2009
Hoy me he levantado con ganas de
recorrer el barranco donde cría el búho real. A pesar de salir temprano el
calor ya se hace patente y, a las 6´30 h. apenas se nota ya el frescor matinal.
El trabajo para hoy es la búsqueda del nido y poder examinar su contenido, nada
mejor que estas fechas para ello, puesto que los pollos ya lo han abandonado y
la idea es saber si ha criado por la zona localizada.
Desde el posadero de “La Peana” dentro de una
llamativa oquedad, comienzo a registrar toda la base rocosa de los cortados.
Cuando alcanzo el espolón que separa ambas caras del mismo farallón, despegan
ahuyentados dos volantones de búho real. Su vuelo, todavía deficiente, no les
da más que para despegar de la ladera y aterrizar en la base de una sabina
negra y del cortado a unos cincuenta metros más adelante. No he querido
continuar y abandono el lugar.
Para calmar a los jóvenes, no se me ha ocurrido
otra cosa que imitar el ulular del adulto. Pasados tres tonos, el macho me
contesta -¡Vaya! y parece muy molesto por mi intrusión incluso a plena luz del día-
evidentemente, no era esta mi intención. Sobrevuela la zona alta del cortado
amenazándome con su presencia y su voz. Lo observo con detenimiento en la estampa
defensora de su feudo a la vez que su mechón gutural brilla incluso en horas de
mucha luz. Es bravo, valiente y entregado a su complicada labor de salvaguardar
su extensión territorial. A pesar de caminar en silencio, la rapaz sigue
contestando durante media hora más.
El ardor territorial demostrado por los búhos reales más irascibles no tiene horario.
Cañón del río Mesa 24- Junio-
2012
Tres años después necesito
comprobar, aprovechando el buen día de sol, la continuidad del gran búho en el
mismo paraje. A las 9´28 h. imito como tantas veces la voz de nuestra mayor
estrigiforme desde el sendero, y acude rauda sobrevolando el cañón de un
paredón a otro. Apenas se posa y es incordiada por otras aves.
A las 10´30 h. transito por la zona
superior del cañón hasta alcanzar el punto desde donde fotografié hace unos
años a la hembra de búho real encamada en una repisa. Aquel año depredó a una
hembra de águila calzada en el nido cuando protegía a su pollo de pocos días de
edad. De nuevo repito el ulular y poco tarda en contestar. Continúo plagiando
su voz y lo escucho cada vez más cerca. El calor se deja notar y descanso
apoyado sobre un gran escalón rocoso dejando la cámara a mi derecha. Insisto…y,
aparece como una exhalación ascendiendo súbitamente hasta posarse a cinco
metros de mi persona sobre el canto del roquedo. La respiración se me corta y
el corazón se acelera. El búho real se ha posado y mira hacia atrás,
simultáneamente trato de coger la cámara temblando inevitablemente, ese gesto
lo advierte la rapaz girando de inmediato la cabeza hacia mí, y sus ojos
inmensos me deslumbran con su fuego anaranjado -no doy con el botón, no logro
el enfoque, no doy una-.
Todo transcurre tan deprisa que lo único que consigo es
lo que podéis apreciar en ambas fotos. Es lo que tiene no ser previsor.
Hacía muchos años que no tenía al
búho real posado tan cerca. En su huida, es acosado por una hembra de halcón
peregrino, seguramente, la misma que atacó a uno de sus pollos hace un par de
años. El halcón peregrino es, tal vez, la rapaz que con más inquina ataca al
gran búho.
La mayoría de las ocasiones que distintos ejemplares de esta gran rapaz de la noche me escucharon imitar su canto por segunda vez, parecieron reconocer el engaño y, aunque podían saberlo, su instinto territorial les obligaba a contestar pero, a buen recaudo.
Cañón del río Mesa 12- 7- 2012
Son las 7´30 horas y me ubico casi
en el mismo lugar que la última vez desde donde imité la voz del búho real. Esta
vez, hago uso de la red de camuflaje extendida sobre mí y la roca que queda a
mis espaldas. Nada más imitarlo recibo contestación, todo es muy rápido, tan rápido
que aparece sin apenas darme tiempo a situar el enfoque de la cámara a su
imagen. Lo esperaba sobre la misma roca frontal de la última vez pero, ahora, lo
hace sobre una del lado derecho y, el movimiento, aunque leve del objetivo, lo
alerta y se va.
A partir de esta secuencia, sé que todo por hoy ha terminado. Le
contesto con unos tonos más, pero desisto para que se recoja. El acalorado
macho sigue mis intenciones guardando mucha distancia, no deja de contestarme y
tampoco se acerca. Finalmente se oculta en el hueco de una fisura sobre rocas
desprendidas. Desde lo alto, casi en la cima destella su blanco mechón
encendido, palpitando cada vez que ulula sin descanso. Como tantas veces, la
rapaz suele tardar unos treinta minutos en callar después de la provocación 9´00
h.
Es altanero, orgulloso, soberbio y con una gran bravura en lo concerniente a
la defensa de su territorio, el papel más importante para un macho de búho real
si quiere tener un lugar adecuado que ofrecer a la hembra. Por supuesto, no sólo
sirve ofrecer un buen territorio, sino además, ser un excelente cazador.
A las 9´30 horas descubro a mi lado
derecho a la hembra que no está oculta del todo y, como puedo apreciar, ha
estado atenta al duelo de voces. Tampoco es la primera vez que las hembras de
esta especie se interesan por nuevos pretendientes; la fidelidad de la que
tanto se habla entre búhos reales es muy discutible.
Nota: siento no poder contar con
todas las imágenes que me gustaría para acompañar los datos.
Mientras leía con sumo interés tu excepcional crónica de los búhos reales del río Mesa,me ha dado la grata sensación de estar vivenciando in situ,todas esas maravillosas experiencias que de manera magistral nos acabas de relatar.
ResponderEliminarCiertamente,el búho real es una de las pocas especies salvajes que,con tesón y sabiendo bien lo que se hace,te permite interactuar con él jugando con el factor territorial.
Lo que no deja de sorprenderme en tu narración es el dato gráfico-narrativo del macho posándose a tan sólo cinco escasos metros de ti.Imagino tu cabreo al verte sorprendido por su inesperada y cercana presencia,dando por hecho segundos antes que,a tan exigua distancia,el búho no iba ha aparecer ni de coña.Y no es para menos,ya que si hubieras estado prevenido la foto hubiese sido extraordinaria.A pesar de ello,imagino que tan fascinante vivencia lo compensa todo con creces.
Estás muy en lo cierto en eso de que cuando has imitado varias veces el reclamo del búho en un mismo territorio,parece que se resabian y ya no contestan.Pese a ello,cada individuo posee su propia personalidad y no se puede generalizar.
Bueno,Javi;muchas gracias por contarnos tus vivencias de forma tan amena y enriquecedora.Por cierto...¿que tal están criando los búhos este año?.
SALUDOS
Supongo que el que te hayan pillado desprevenido y no hayas podido sacar mejores fotos te haya podido molestar, pero creo que lo importante es la experiencia que viviste estando tan cerca de ellos. :-) Y está claro que eso de conocer "su idioma" da buenos resultados.
ResponderEliminarDisfruté mucho con tu relato, lo cuentas todo de forma que parece que los lectores lo viviéramos en directo.
Hace un par de días a media tarde pusieron en la 2 un magnífico documental sobre búhos reales hecho en Corea. Me acordé de ti, por supuesto. No sé si tendrán videoteca para poder verlo por internet, pero tampoco me sorprendería que lo repitiesen a alguna otra hora, como tienen por costumbre.
ResponderEliminarUna de las cosas que más me llamó la atención es que los búhos copulan casi a diario durante la crianza de los pollos, lo que se interpreta como una forma de mantener cerca al macho e incitarle a traer alimento.
Saludos.
Muy interesantes apuntes, hay sitios especiales como estos que comentas a los que hay que volver periódicamente, para el naturalista es fundamental ver cómo cambian las cosas con el tiempo o cómo no cambian, claro. Por cierto, en mi pueblo (en el litoral cantábrico, no hay buhos) y depués de lo que has comentado sobre los halcones, no me extrañaría que estuviese relacionado porque allí crían nada menos que 6 parejas que ocasionalmente se enfrentan a gaviotas, cornejas y busardos. Por cierto, tremendo lo que comentas de la captura del aguililla calzada, es con esas cacerías cuando una especie se gana el apodo de "superdepredador" situándose en la cúspide de las pirámides alimenticias.
ResponderEliminarUn saludo
Interesantísimos los datos nuevos, yo no sabía de estos comportamientos diurnos ni de la infidelidad de las hembras. Eso último es el tipo de cosas que no aparecen en libros pero uno las ve en directo, como cuando vi el año pasado un águila imperial comiendo en el aire al estilo milano.
ResponderEliminarHablando de imperiales, tuve una posada de cerca (no me vio al principio) y conozco el coraje que da no poder fotografiar un animal así, yo ni pude sacarla al irse volando como tú (tremendas las garras en esas dos fotos, buffffff).
¡Saludos! Magnífico seguimiento.
Realmente, muy interesante todo lo que nos cuentas de tus vivencias con esta magnifica ave. Debe ser una experiencia muy gratificante el poder interactuar con una especie salvaje, hasta el punto de confundir tu "canto", con el de un competidor de su misma especie. Entiendo lo que sentirías al tener al búho a tan solo cinco metros. Me alegro que tres años después esa pareja siguiese ocupando su territorio y, ojalá, en estos días se encuentre inmersa en un nuevo ciclo reproductivo.
ResponderEliminarMe gusta leer y aprender de estas vivencias, reales como la vida misma.
Saludos
Para conhecer, basta ler-te com atenção e sentimento... obrigada por ensinar-me tanto!!!! Ufff...
ResponderEliminarGrande e caloroso abraço...
Muy bueno el trabajo con el búho, es una especie tan misteriosa...
ResponderEliminarUn saludo
- Machosalvaje: como tú sabes Javier, la sensación de poder contemplar al búho real directamente en su medio natural, es un privilegio que mucha gente persigue y, la que ha tenido la fortuna de presenciarlo, lo saben de sobras.
ResponderEliminarCiertamente me sorprendió su llegada puesto que no esperaba que fuera tan atrevido pero, con estas secuencias aprendes observando directamente en la enciclopedia más actualizada que es “La Naturaleza” cosas tan sorprendentes como el enorme celo de este macho de búho real tratando de salvaguardar su territorio en horas de mucha luz como la que existe a mitad de la mañana. Con estas observaciones, se van sumando muchas preguntas que te conducen a otras tantas, e incluso, a pensar que esta rapaz es demasiado misteriosa como para atribuirle una conducta demasiado generalizada.
Me quedo con la eterna sorpresa de saber si, cuando me dispongo a imitar su voz, la rapaz aparecerá o no aparecerá, e ahí la cuestión, al final no resulta tan fácil como pueda parecer.
Saludos.
- Leodegundia: con toda sinceridad, sólo me molestó no sacar bien las fotos por que para los blogs los relatos, desgraciadamente, tienen que ir acompañados de excelentísimas fotos si quieres hacer mella en los interesados. Dispongo de algunas cosas interesantes pero, no dispongo de esa capacidad magistral de fotografiar como lo hacen otros blogueros, tampoco pasa nada.
La mayoría de las observaciones fueron seguidas con prismáticos de calidad y telescopio, muchas veces la cámara de fotos da al traste con determinados seguimientos cuando tienes que depender de tanto control fotográfico. Con los prismáticos sólo te limitas a mirar con muchísima atención. No, no me molestó en exceso el fallo con la fotografía, me molestó no llegar ni a una ni a otra cosa.
Saludos.
- Jesús: creo que sé cual es ese documental, excepcional desde luego. Supongo que se trataba de uno cuya pareja estaba asentada cerca de un núcleo urbano y, por lo que puede apreciar, los búhos se dejaron seguir sin apenas problemas. Parecían muy dispuestos a lo suyo ignorando la filmación de los técnicos.
Una noche vi copular a una pareja; según comenta Heimo Mikola en una observación de campo en su libro “Rapaces nocturnas de Europa” – después de la cópula, la hembra de búho real esperó a que supuestamente el macho, le trajera alguna ofrenda- en mi caso, pasada una hora, el macho volvió de nuevo sin alimento y copuló de nuevo, posteriormente se fue otra vez. La fecha indicaba una edad en los pollos de unos 15 a 20 días; podría interpretarse como el fragmento que mencionas sólo que, el viaje se lo dieron los progenitores y los pollos se quedaron sin su ración.
Quiero decir que tampoco descubrí el nido, por lo tanto, no es más que una simple conjetura.
Saludos.
- Pedro L.: en unos cortados de la ribera del río Huerva provincia de Zaragoza puede seguir a una pareja durante unos años y, el resultado fue bastante satisfactorio por que al estar al lado de la carretera no eran reacios a las luces de linterna. De aquella pareja saqué observaciones muy satisfactorias.
Te dejo el enlace de dicha entrada del águila calzada depredada por el búho real:
http://lanaturalezaquenosqueda.blogspot.com.es/2009/02/el-superpredador.html
Saludos.
- Carlos: unas veces pueden ser aportes puntuales de datos en el comportamiento animal pero, otras, los son bastante significativos. En el caso de algunas hembras de búho real parece existir algo de coqueteo inductor a posibles infidelidades. Sólo son indicios, puesto que no puedo llevar más allá las observaciones sobre ello, debido a mis limitaciones como humano.
ResponderEliminarNo te preocupes por las fotos, sé que son importantes para ofrecer a tu círculo de amistades/ seguidores, aun así, reconozco que para ti significó un enorme placer tener a esa joya vista tan de cerca.
Veo que te has fijado en esas uñas tan punzantes, además, se ve como levanta esos hilillos de fina hierba seca durante su despegue. También me llama la atención esa musculatura pectoral tan poderosa con la que ejerce la potencia de su vuelo. Tienes razón Carlos, yo también me sigo sorprendiendo todavía.
Saludos.
- Pini: aunque no lo creas, hay mucha gente que, con buena fe, imitan la voz de ciertos animales: imitan muchos de forma magistral el cato de la perdiz, otros el aullido del lobo, el canto del cárabo etc. Recuerdo un amigo que debajo de una encina junto a su hermano y yo se puso a imitar al cuco y, poco después, lo teníamos sobre las ramas del mismo árbol. Por más que lo intentamos los dos, no dábamos con el maldito tono, parecía tan fácil…
El protagonista es el búho real y yo el privilegiado, sólo trato de acercar unas experiencias personales con estas rapaces nocturnas mediante el encuentro búho-ser humano, no a título personal. Espero que con posteriores entradas sigas disfrutando de esta fantástica rapaz.
Saludos.
- teca: agradezco ese especial interés tuyo por las entradas de este blog. Espero complacerte con más relatos del búho real y otras tantas especies.
Un abrazo…
- Vilas Prat: los búhos siempre atraen la atención de los más avezados observadores, aunque sea en horas de poca luz. Las nocturnas siempre encandilan.
Saludos.
Menuda fotaza del Buho real salvaje en plena luz del dia, que garras, me he quedado pensativo......."pobres" Aguilas calzadas y demas que ose vivir por alli.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu diario de observaciones,desde luego podrian hacer la pelicula "El hombre que ululaba a los Buhios".
Saludos bcamperos!
Qué lujo poder disfrutar de los búhos reales.
ResponderEliminar- Camperoinquieto: jaja, bueno, susurrarlos no, hay que apurar bastante la voz y los tonos machacan mucho las cuerdas.
ResponderEliminarPrefiero, y es más productivo por la inmovilidad observar con los prismáticos, que te evitan movimientos extras que no te permite la cámara, por no hablar del ruido del obturador al fotografiar.
Saludos.
- Tawaki: es así verdaderamente; puesto que hacer que disfrutéis de mis fotografías del búho real es harto difícil.
Saludos.
Con la boca abierta me quedo. Me está entrando nostalgia del Mesa al leerte. Muy bonitas las entradas dedicadas al búho real. Qué fotos! Qué garras más potentes! Impresionante!
ResponderEliminarGracias por hacernos partícipes de tus vivencias y conocimiento de la naturaleza. Me recordaron reportajes televisivos de alguien inolvidable.
ResponderEliminarMe alegra que hayas disfrutado con estas vivencias. La naturaleza es generosa cuando la observas con tanto detenimiento.
EliminarSaludos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarExcelente registro fotográfico y relato, disfruté tanto la forma de exponer el recorrido y consideraciones que conllevó aproximarte a tan noble criatura, como las observaciones de sus idiosincrasia conductual. Gracias por tu visita en mi blog. Saludos.
ResponderEliminarGracias, es un seguimiento que no tiene fin. Cada observación puede llevar algún detalle nuevo o desconocido para mí y, me gusta tenerlo anotado.
EliminarGracias por pasar.
Saludos.