Estaba preparando el otro día la comida y avivando el fuego del hogar cuando escuché el inconfundible griterío de las grullas. Apagué el fuego y subí a toda prisa las escaleras que separan la cocina hasta el ático para, desde la terraza, deleitarme con la compañía de estas entrañables aves que marcan con su marcha la proximidad de la primavera. Qué tienen las grullas que, con la puntualidad de todos los años, hacen que todo el mundo dejemos nuestros quehaceres otorgándonos un tiempo muy personal, levantemos la cabeza y miremos al cielo exclamando… ¡Son las grullas! Mientras la mirada atenta de nuestra curiosidad y admiración las acompaña en ese espacio de tiempo siguiéndolas en su avance hasta que desaparecen en el horizonte difuso, apagándose poco a poco su eterna voz.
El cañón del río Mesa es un lugar espectacular para observarlas en sus remontes, cuando se arremolinan buscando esas bolsas de aire caliente que ascienden y que tanto aprovechan las colonias de buitres leonados de este espacio natural en sus prospecciones. El bullicio acelera el corazón de cualquier observador, y que extraordinario es el cambio paulatino de la ascensión de estas aves en la columna térmica hasta que consiguen de nuevo la formación correspondiente para continuar avanzando hacia el norte.Siempre es lo mismo y, cada año, resulta diferente.
miércoles, 6 de marzo de 2013
Las grullas sobrevuelan el cañón del río Mesa
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Si es que son tan carismáticas... y con esos vuelos ordenados y espectaculares llaman la atención de incluso los que no son aficionados a los animales.
ResponderEliminarEn Andalucía todavía se veía algún bando por aquí hace poco(el domingo había muchas en la provincia de Córdoba), pero las del Valle de Alcudia ya se han marchado todas.
¡Saludos!
Pues sí, tienes to la razón. Estas aves no dejan indiferentes a nadie. Aquí en Extremadura, donde sitúa sus cuarteles de invierno un gran número de ells - se calcula que unas 70.000 grullas llegan todos los años - tenemos el espectáculo garantizado.
ResponderEliminarCon razón, los japoneses las llaman " mensajeros de los dioses ".
Saludos
Que los vientos las empujen hacia el norte sin problemas, que por aqui las espero yo...
ResponderEliminarUn saludo.
Visto y escuchado en directo tiene que ser un espectáculo maravilloso.
ResponderEliminarTe felicito por las fotos que forman un reportaje fantástico.
Cómo se nota cuando están preparándose para hacer un largo desplazamiento, que se toman su tiempo para colocarse en formación. En cambio, si es un corto desplazamiento de alimentación se colocan casi de cualquier manera y se desplazan mucho más cerca del suelo.
ResponderEliminarSaludos
Ese inconfundible canto es de los que se puede oir a más distancia resulta muy llamativo en efecto, supongo que en sus largas migraciones les ayudará a que en caso de perderse más ejemplares puedan volver a la bandada.
ResponderEliminarUn saludo
¡Buen viaje para las queridas grullas! Aquí estaremos (con suerte) para verlas regresar.
ResponderEliminarSaludos.
- Carlos: suerte que se van poco a poco, aunque en un periodo muy concreto, esto hace posible que disfrutemos de muchos de los contingentes de grullas que sobrevuelan las poblaciones.
ResponderEliminarSaludos.
- Pini: es difícil explicar la sensación que cada uno tenemos, sin embargo, todos coincidimos en levantar la vista, tomar aire y, suspirar a su paso.
Conociendo la maravillosa concentración en el escalonado viaje que realizan y, parando en la Laguna de Gallocanta, imagino la réplica en las fascinantes tierras extremeñas.
Saludos.
- Ars: por supuesto, y que lleguen rápido, les queda lo más importante. Que disfrutes de las bondades de tu estancia por allí, como he comprobado por lo bien que lo reflejas en tus entradas y, que puedas observarlo a placer. Suerte.
Saludos.
- Leodegundia: lastima que te pille un poco escorada hacia el oeste y no puedas disfrutar de su maravilloso paso migratorio. Un día tienes que hacer una escapada hacia Gallocanta y disfrutar de su laguna y de las grullas o, irte también a Extremadura, por supuesto.
Saludos.
- Jesús: es un momento muy especial el cambio de ritmo al hallar una corriente térmica. Se apelotonan con aparente desorden y, poco después enfilan ordenadamente. Fantástico, es un placer contemplarlas.
Saludos.
- Pedro L.: supuestamente se trata de la voz de contacto, tan de contacto que casi dan ganas de emprender el vuelo tras ellas.
Saludos.
- Fcº Javier: así son todos los años; la alegría de su llegada y la tristeza de su partida. Que le vaya bien…
Saludos.
Uma "constelação" de emoção... contornos deslizantes... que preciosas imagens, Javier!!!! Admirar as aves em bandos em pleno voo me delicia... (aqui, acontece muito com as andorinhas... uma loucura! Milhares delas!!!!
ResponderEliminarAbrazo...
Teca, todas las aves capaces de formar estelas vistosas en el cielo crean con su presencia una admiración contenida en los amantes de las aves. Ahora, todas las aves que regresan en bandos nutridos de sus migraciones invernales son esperadas y recibidas con una nostalgia infinita. Hace unos meses despedí a los milanos negros y, ya están otra vez aquí.
ResponderEliminarUn abrazo…
¡Qué maravilla! y poder verlas y oirlas, debe ser algo inolvidable...
ResponderEliminarLas grullas: su solo nombre me impregna de imágenes fantásticas... de lugares misteriosos....
¡Gracias por las fotos !
Saludos.
Te han quedado unas fotos muy chulas, con esas formaciones en el cielo.
ResponderEliminar- Mabel: para mí siempre son inolvidables; un espectáculo de nostalgia que viene y se va, un jolgorio de voces que anuncia el otoño y la proximidad de la primavera y, lo más destacado, la compañía de una estación tan desierta como el invierno (aunque no menos bella).
ResponderEliminarSaludos.
- Tawaki: las he visto muchas veces en la laguna de Gallocanta, muy de cerca. El caso es que no he ido a sacarles fotos pero, reconozco que la mejor secuencia para mi es el paso en formación cuando vienen y se van. Ese momento, como el de las imágenes, es el que me provoca cierto vuelco al corazón.
Saludos.