
Colgadas del cielo sobre el extenso manto vegetal selvático, observé el vuelo de unas rapaces de tamaño medio. Planeaban ligeras, con la pericia de expertas aves veleras. Es el planeo una clave específica para unas aves que precisan realizar largas prospecciones en busca de la escasa carroña, su alimento básico. Hallarla no es muy complicado, puesto que cuentan con la ayuda de una vista poderosa y la capacidad de planear sin descanso sobre corrientes térmicas, ahorrando con ello, gran cantidad de energía.

Estos datos, sin duda, simbolizan a los buitres, y, entre ellos, están los gallinazos, buitres ligeros de la familia de los Catártidos. Recuerdan, de ahí el nombre de gallinazos, aunque de manera lejana, a una enorme gallina. De todos modos, no va tan desencaminado el nombre con el que se les conoce, ya que algunos especialistas, afirman que están lejanamente emparentados con las Galliformes, donde se incluyen entre otras muchas especies, los pavos, las perdices o las gallinas. Estas afirmaciones se basan en ciertos rasgos de su anatomía, como la forma y la disposición de los dedos de las patas y en algunas pautas de su comportamiento.

El gallinazo, gallipavo, aura o buitre pavo (Cathartes aura) es un buitre del Nuevo Mundo con un tamaño similar al del alimoche (Neophron percnopterus). Son por su tamaño medio muy maniobreros y muy efectivos para detectar pequeños animales muertos, moribundos o heridos, a los que son capaces de dar muerte. Pueden robar además, pollos de otras aves. Cuando las presas son mayores han de esperar a que otros carroñeros superiores en fuerza les dejen las sobras, pero, con ayuda de su aguzado pico en forma de pinza cirujana consiguen arrancar esas briznas de carne sujetas a los huesos, donde los grandes no llegan. Si la carroña escasea, son capaces de alimentarse de deshechos de origen vegetal como frutos. El buitre leonado (Gyps fulvus) ingiere algunas plantas, tal vez, con objeto de limpiar su aparato digestivo.

Este gallinazo tiene la cabeza rojiza, sin plumas; pico blanco y unas narinas con formas parabólicas poseedoras de un agudo sentido del olfato (según algunos autores), al parecer, capaz de captar en vuelo los efluvios de animales muertos. La vista juega un papel fundamental, como en los buitres del Viejo Mundo que, por contra, son anósmicos. Su peso es de 1000 a 2000 gramos y una altura de 68 a 81 centímetros. Tiene un plumaje irisado que resalta de su plumaje pardo oscuro.

Aunque es habitual de las pampas, lugares deforestados, rastrean también zonas boscosas. Llegada la noche, se agrupan con otros ejemplares en árboles dispersos de las llanuras. Al inicio del nuevo día cada uno prospecta por separado, juntándose en las carroñas de ganado donde disputan con otras especies y congéneres el difícil ejercicio de comer.

Gallipavo (Cathartes aura)

Alimoche (Neophron percnopterus)



Siluetas en vuelo de gallipavo.
ZOPILOTE (Coragyps atratus)
Son similares en tamaño y morfología a los gallinazos pero, mucho más abundantes. Se les conoce también con el nombre de zamuro, cuervos negros, zopes, jotes, buitres negros y urubúes, miden de 58 a 66 centímetros de altura. El pico del zopilote es algo más fino que el de los gallinazos y su cabeza y cuello están desnudos con una extraña rugosidad en la piel que es de color grisáceo oscuro. Presentan por lo general un aspecto sucio, ya que suelen tener el plumaje manchado de excrementos, además, es conocida en ellos una práctica que consiste en dejar que las deyecciones manchen sus patas. Este método (urohidrosis) es interpretado como una táctica utilizada para refrescarse mientras se evaporan los excrementos.

Son aves muy gregarias que utilizan dormideros comunales y suelen ser algo mas atrevidos que los gallinazos al visitar con desparpajo los dominios humanos, incluidas las cunetas de las carreteras en busca de animales atropellados; así los recuerdo cuando estuve hace años en La Habana.

La nota triste, como es habitual, viene de la mano del hombre. la intensa persecución de la que son objeto tanto gallinazos como zopilotes por parte de los ganaderos estadounidenses es demencial, ya que son consideradas incomprensiblemente perjudiciales para sus intereses económicos, atribuyéndoles la transmisión de enfermedades al ganado, un hecho que no ha podido ser demostrado científicamente por estudios realizados en diversas ocasiones.
Bibliografía:
Enciclopedia de Los Animales: ed. “Rueda”.
Aves del Mundo: Bryan Richard, ed. “p”
Enciclopedia Fauna: Félix R. de La Fuente, ed. “Salvat”
http://es.wikipedia.org/wiki/Cathartes_aura
http://www.avesdelima.com/gallinazo_cabecirojo.htm