La fauna americana me
fascina. Muchos de sus amables habitantes dedican en sus jardines todo tipo de recursos
para ayudar a las aves urbanas. He tenido la fortuna de verlo y me impresiona
la satisfacción que les produce su compañía.
5/11/2014 Río de Janeiro (Brasil)
Una mirada perdida hacia
el suelo, a los edificios y al cielo, me llevó hasta un pájaro que también me
miraba durante una parada de mi paseo.
Seguía mis intenciones y curioseaba a la vez, como yo, la misma área
urbana. El caso es, que me llamó la atención en plena calle de Río de Janeiro y
con un calor propio del lugar ver al suiriri, o picabuey como lo conocen en
Argentina, apoyado sobre una sola pata. Salvo la existencia de un frío notable,
es raro ver a un ave posada y descansando sobre un tarso (postura típica para
evitar la pérdida de calor por dichas extremidades). Como el calor era
evidente, aguanté, fotografiándolo para determinar algún detalle que pudiera
ofrecerme y salir de dudas. Tras el primer giro del pájaro comprobé su
problema, puesto que para moverse necesitaba apoyar las dos extremidades.
Notaba la incomodidad de ese gangrenado dedo posterior y sospechaba el dolor
que debía provocarle la hinchazón.
Es doloroso ver el
problema y sentir una tremenda impotencia por no poder hacer nada. Parece
mentira que, la cantidad de cabellos, hilos, etc. que se tiran o caen a la
calle de manera accidental puedan causar estas graves lesiones en las
extremidades posteriores de muchas aves. El ser humano, así como todos los
animales con pelo, pierden pelos permanentemente, siendo reemplazado por otro
en el mismo folículo piloso. La principal diferencia entre el pelo humano
y el pelo animal, radica en el grosor, ya que el pelo procedente de
animales suele ser más grueso y tosco que el del pelo procedente de humanos. La
queratina es una proteína con estructura fibrosa muy rica en azufre que
fortalece el cabello y otras partes
externas de animales vertebrados: ranfotecas (pico), plumas, uñas, cuernos y
pezuñas. Los pelos sueltos e hilos se enredan en los dedos y tarsos de estas y
otras tantas especies de aves que caminan con frecuencia por las aceras o vías
urbanas, cortándoles la circulación sanguínea y provocando la muerte del tejido
afectado.
Las aves más dañadas por
estas causas son las palomas. Todos habréis visto ocasionalmente alguna de
ellas caminar sobre muñones y, es debido a los filamentos de todo tipo,
invisibles, a la altura del suelo de las urbes que terminan aprisionándoles los dedos al enmarañarse en sus patas.
Para que os sorprendáis un
poco más sobre esta problemática de las aves callejeras, os dejo un enlace que
despejará muchas de vuestras dudas. Atentos…
El suirirí es un ave
insectívora que frecuenta las granjas para alimentarse de los invertebrados que
acompañan a los animales domésticos. Si hace falta se suben al lomo del animal
y lo desparasitan tranquilamente. La hebra enredada en el dedo posterior de este
ejemplar bien pudo ser, quizás, de las crines de un caballo.
Más sobre el suirirí:
Que observação tão, tão cuidadosa!... numa cidade agitada e fervorosa como o Rio... realmente é um ato de impotência por nada poder fazer para aliviar a dor que supostamente este precioso passarinho poderia estar sentindo... (e tantos outros em igual situação distantes dos nossos olhos...). Gentil de sua parte compartilhar estudo e conhecimento sobre o assunto. Muito bom os links destacados para consulta. E as fotografias extremamente graciosas...
ResponderEliminarUm beijo
Recuerdo al pajarillo y, espero, que lograra zafarse del hilo capilar que aprisionaba su dedo. Por supuesto, sin amputación. Simplemente me conformo con que su vida no se viera muy mermada.
EliminarBesos...
Desde luego, hay gente para todo. Ni se me había ocurrido que hubiese quien se ocupara de curar las patas de las palomas. Como de costumbre, no somos conscientes de cómo afectamos a otras especies.
ResponderEliminarMuchas veces, he oído a la gente decir que el problema de los muñones era provocado por el cúmulo de excrementos de estas aves cuando dormían sobre ellos.
EliminarReconozco que, se dicen tantas y tantas tonterías que no viene nada mal informarse un poco de estas y otras cosas.
Saludos.
Poco a poco, y aparentemente sin sentir, vamos los animales pasando por la vida, quedando ésta en nosotros reflejada en forma de cicatrices u otras señales que advierten al ojo experto de lo que podamos haber vivido, y así, cada vez más cargados de "vivencias y recuerdos" acabamos enfrentando solos el postrer paso.
ResponderEliminarDidáctica e instructiva entrada, Javier, que contribuye a enriquecer el entendimiento de los profanos como yo.
Un abrazo,
Y, didáctica e instructiva tu reflexión filosófica de espíritu, forjada de vivencias transcurridas en los enmarañados laberintos de la existencia.
EliminarReconozco Carlos, que el blog me aporta mucho. Me obliga a leer, y a buscar datos con los que aprendo muchas cosas indirectamente.
Un abrazo.
Es continuo el estudio de quien tiene el espíritu inquieto y ávido del saber. Siempre hay que estar leyendo y aprendiendo, por más leído y aprendido que uno sea. No hay otra manera de seguir viviendo y aproximándose a la realidad que nos rodea.
EliminarDe esta forma, aprendiendo enseñamos y enseñando nos obligamos a seguir aprendiendo.
Benditos blogs enjundiosos que a ambas partes nos sirven de estímulo y acicate en el aprendizaje permanente que tanta satisfacción proporciona.
Un abrazo.
Jaja, todo empezó por la vergüeza que me daba estar tumbado en el sofá a la espera del veneno de la caja tonta y miserable.
EliminarNada mejor que viajar en compañía de otros blogs con los que compartir sus vivencias, experiencias e inquietudes.
Muy agradecido por tus zancadas de naturaleza pero, de paso muy firme.
Un abrazo
...por no hablar de esas desagradabilisimas hileras de puas que colocan sobre alerones, alfeizares o monumentos, con ese rollo de que los excrementos son muy corrosivos, que lo seran, buena cuenta en forma de agujeros en mis toldos, pero esa es una solucion macabra y cruel.
ResponderEliminarTe voy a dar esa cosa tan repelente: un consejo que no se ha pedido. Haz como yo. Hace muchos años arranqué el cable de la antena de la pared, y listo, no mas tiempo muerto viendo tele. Solo peliculas o documentales en que escogo y me aportan algo. No me lo tomes a mal ;) jaja.
Un abrazo
Anonima Eve
Las pobres palomas entre los humanos, paseando tranquilamente, pensando quizás que somos sus mejores aliados. Sin embargo, es demasiada la gente que no las soporta y, lo más triste, es la estúpida justificación para eliminarlas. Más que nada, por que no somos, precisamente, un ejemplo de limpieza para nada.
EliminarBueno, lo de la televisión y el sofá, afortunadamente, pasó a la historia. Ahora me puede el ordenador pero, de este artefacto, saco mucho, mucho provecho compilando datos y conversando con gente maravillosa. Nada que ver con la nauseabunda televisión (la radio tampoco se aleja demasiado).
Por cierto, los documentales además de verlos en la televisión, tienes que confeccionarlos tú misma saliendo todo lo posible.
Un abrazo
Pobre bicho, hace unos meses vi a una lavandera blanca con el mismo problema, tenía una pata como una bota a causa de hilo de pesca. Buen reportaje Javier, me ha gustado mucho. Un fuerte abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarLástima que no haya una buena fórmula para la gente desaprensiva. Es una utopía que la especie humana sea capaz de abrazar a la naturaleza en cuestión de respeto.
EliminarUn abrazo.
Da pena verlo en esa situación y no poder ayudar de alguna manera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es impotencia total...
EliminarUn abrazo
É uma satisfação de tão bela compania.
ResponderEliminarBoa continuação de semana.
Muchas gracias y, que tengas también una excelente semana.
EliminarSaludos