viernes, 21 de abril de 2017

ESLIZÓN IBÉRICO (Chalcides Bedriagai)


En la guía de reptiles y anfibios voy leyendo con curiosidad todos los datos biológicos de esta especie por la que muestro gran interés.
"El eslizón ibérico Chalcides bedriagai es una especie termófila típica de regiones de clima mediterráneo. Es de actividad diurna, pero es tan discreto que puede parecer mucho más escaso de lo que es. Las poblaciones del interior hibernan por lo que permanecen ocultos durante un periodo más o menos largo dependiendo de la localidad. Durante el período más cálido de verano, por el contrario, los animales no dejan de estar activos. Esta especie presenta un cierto nivel de territorialidad, por lo que existe la posibilidad de observar peleas entre machos.


Ejemplar fotografiado en el cañón del río Mesa.

Se le encuentra típicamente levantando piedras y troncos, revolviendo la hojarasca o incluso arrancando matas de raíz; las pocas observaciones de eslizones fuera de estos y otros refugios suelen tener lugar a primeras horas de la mañana o últimas de la tarde, pero incluso entonces no son fáciles de observar, dada su capacidad de enterrarse con gran rapidez, sobre todo en sustratos arenosos poco consistentes".
Pero no, no me gusta precisamente ir levantando piedras, troncos y menos arrancar matas para buscar reptiles o cualquier otra especie de animal que utiliza estos elementos para protegerse. Cuando se levanta alguna piedra me incomoda ver como sus inquilinos, sean hormigas, arañas etc…salen en estampida para protegerse, y encajar de nuevo la piedra significa chafar a muchos de sus moradores.
Reconozco que sin la actuación de estos métodos es muy difícil hallar a estos reptiles tan discretos, pero, personalmente, desecho el método.




Por fortuna, la idea de ver las adormideras florecidas me llevó hasta el lugar donde iba a encontrar al eslizón. Es una ladera, pronunciada, con troncos de pino carrasco derribados por la caída de piedras del enorme farallón calizo que se eleva sobre ellos. Por desgracia, debido a la sequía, el pastor desesperado en la búsqueda de pequeños pastos había llegado con sus ovejas a este lugar dejándolo como el césped de un jardín. La tierra estaba tan seca que el polvo se levantaba con facilidad. Esta tierra tan suelta es debido en parte a las galerías de los topillos, horadadas constantemente durante todo el año. De las adormideras ni rastro. Aún estuve prospectando el lugar para localizar alguna planta que se hubiera salvado y ello me acercó al eslizón. Lo descubrí semienterrado. Tal vez en la mañana temprana, el reptil no estaba muy activo y en su acción de escapar súbitamente de mi presencia no logró la suficiente profundidad de tierra con la que ocultarse. Parecía sentirse a buen recaudo tan sólo con la cabeza cubierta y parte del cuerpo.

La sesión fotográfica duró muy poco, apenas unas imágenes con las que documentar la entrada, nada más. 








18 comentarios:

  1. A estos escurridizos amigos sólo los he visto por el momento en Cádiz, pero su pariente tridáctilo sí que está por donde vivo, en el idílico entorno de una laguna entre moles calizas. Es una maravilla verlos deslizarse a toda velocidad por el herbazal, parece como si nadaran en la hierba.
    ¡Saludos!

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    1. Me quedo maravillado cada vez que veo a este tipo de saurios con esas escamas tan sedosas y brillantes. El deseo de tocarlos es irresistible, no lo puedo evitar. Sin embargo, soy consciente de ello y apenas les dedico un par de minutos de cautividad. Eso sí, hasta que no desaparecen no me muevo.

      Saludos.

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  2. Un bicho espectacular, al que tengo unas ganas locas, jejeje. Las fotos y el artículo de primera Javier, un fuerte abrazo desde Cantabria.

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    1. Es cierto, no hay más que verlo para desearlo. Pues nada Germán, mucha suerte y a por él.

      Un abrazo.

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  3. Infantil proceder el de "si no veo, no me ven" que, en este caso, fue efectivo para el eslizón. Que bien a gusto y cómodo se le ve sobre la palma de la amiga mano.
    Un reportaje y fotos tan buenos como habitualmente.
    Un abrazo, Javier.

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    1. Un proceder tan infantil como el mio por ese deseo inmenso de palparlo, sentir la suavidad de sus escamas y ver todos su detalles morfológicos.
      Es una criatura preciosa y, espero que alguna vez, topes con ella en alguno de esos vericuetos por los que circulas empapándote de todo cuanto te rodea.

      Otro abrazo para ti.

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  4. Pelo visto o pequeno "eslizón" gostou da sua presença... afinal, você conseguiu belas fotografias onde está segurando delicadamente o suave réptil! Que "guapo", que gracioso bichinho!!! (me fez muita graça as pequenas pernas deste animal relativamente tão comprido... ahah).
    Ótimo relato de uma breve e rara experiência... (concordo com você que não devemos ficar remexendo pedras e troncos caídos para tentar achar o que quisermos pesquisar e encontrar para conhecer...)
    Um beijo

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    1. Estoy seguro que disfrutarías mucho observando a este reptil tan peculiar deslizarse por cualquiera de los terrenos por los que se desenvuelve. Serpenteando y con la ayudad de sus diminutas patitas se entierra con una agilidad sorprendente.
      Es que no me canso de ver la acción de cualquiera de los animales que habitan el mundo. Es tan productivo para el espíritu dedicarles todo el tiempo necesario, que no pararía de mirarlos para tenerlo rebosante de vivencias.

      Otro beso para ti...

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  5. Que suerte has tenido, yo esperando verlo. Las fotos están preciosas. Saludos

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    1. Ya sabes Teresa que, si esperas como yo para verlo, tienes que tener mucha, mucha paciencia por lo escondedizos que son.
      De todos modos mucha suerte. Merece la pena verlos.

      Saludos

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  6. Que cosa tan minúscula, tan bonita y tan perfecta!, que lujazo debe haber sido poder sentirla en la mano aunque sea unos breves instantes! Tu politica de no incordiar me encanta, y te entiendo, cuando he de mover un tiesto grande lo hago con cuidado, que ya noto que molesto a las criaturas que viven a la sombra bajo su base. Como ya te dicen mas arriba, nos tienes acostumbrados a unas fotos estupendas con unos textos muy amenos a la par que informativos!
    Un abrazo!
    Anónima Eve

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    1. Las tres especies ibéricas que tenemos (una sin patas; el lución) son muy mansos y nada agresivos. No tienen el genio de las lagartijas, por ejemplo.
      Reconozco que para los curiosos levantar piedras y troncos es algo bestial por las sorpresas que debajo se encuentran, pero, cuando ves un hormiguero y los adultos transportando las pupas a toda pastilla, vamos, -como un los niños primero- se me cae el alma y por eso mi curiosidad se traba.
      Aunque he tenido luciones en mis manos, siempre deseo encontrar más para sentir esa textura tan suave por las escamas tan finas y brillantes.

      Un abrazo

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  7. No tenía ni idea de que existieran estos animales, y menos en nuestro país.

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    1. Ya es complicado de ver cualquier especie de reptil pero, estos más tímidos, todavía más por su vulnerabilidad.

      Saludos.

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    1. Así es. El lución, según opinan algunos científicos, evolutivamente prescindió de sus extremidades habiéndose adaptado a deslizarse como los ofidios.

      Otro abrazo

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