Las garras de búho real son temibles, armas para matar y defenderse muy efectivas pero, hay algo mas importante para esta rapaz de la noche dotada de un extraordinario equipo de supervivencia; acertar para acumular experiencia, precisamente, lo que le faltó a este ejemplar.
Sólo quien haya visto un duelo
entre el águila real Aquila chrysaetos
y el búho real Bubo bubo, grandes
competidores, comprenderá el odio recíproco motivado por la necesitad de las
mismas presas. Basta observar a un búho real descansando en su encame o
incubando en su nido para comprobar como eriza las plumas del dorso al paso de
un águila real, no así con los buitres. No es habitual que un águila real
capture búhos reales pero, es menos raro de lo que parece, sobre todo,
ejemplares jóvenes por carecer de experiencia.
Arriba del todo, en la columna
situada en el lado derecho, está el vídeo del ataque de un águila real a un
búho real, ambos machos, al parecer, muy experimentados. Se ve perfectamente
como el búho real resuelve favorablemente el ataque del águila real haciéndole
frente. Podría ser el encabezamiento de esta historia, aunque con otro final
muy distinto.
LA MUERTE 7- 9- 2014
No tenía prevista esta última entrada
sobre el búho real pero, las circunstancias de un desgraciado hallazgo, me hicieron
cambiar de idea. La ocasión se presentó con la máxima frescura, nunca mejor
dicho, para el análisis de un escenario tan reciente.
Desde la retorcida, polvorienta y pedregosa costera el punto mas
alto del camino coincide con la abertura de un pintoresco barranco calizo donde
tiene su territorio una pareja de búhos reales. He hablado otras veces de este
lugar que, a su vez, está dentro de otro de águila real.
El día 7 de septiembre del año
actual desde lo alto del lugar mencionado, me alertó una voluminosa mancha de
plumas al pie de una sabina negral, las cuales, identifiqué como pertenecientes
a un búho real. Comprobé todos los datos existentes para anotar cada uno de
ellos con el fin de engarzar todas las fichas del entramado y emprender la
conclusión más veraz posible del evento. Os lo relato a pie de foto para una
mejor comprensión.
Panorámica del numeroso cúmulo de plumas bastante visible desde lejos.
Punto de acción nº 1; en
este lugar desplumó al búho real su predador, consumiendo in situ el contenido
craneal, algo habitual en las aves de presa ya que apareció la mandíbula
inferior con algún fragmento óseo entre las plumas. El exceso de plumas, tal vez, movidas por el viento, pudo incomodar al águila real y cambiar ésta al punto de acción nº 2 mas despejado para consumir su caza, por lo visto, en un atardecer muy tranquilo.
Plumas rectrices y plumones infracaudales del búho real. Este sería el punto de acción nº 2, después de finalizar la limpieza de su presa en el punto de acción nº1 para evitar las molestas plumas y comer cómodamente. En el centro de la imagen se aprecia una consistente mancha de sangre marcando el lugar donde el águila real sujetó a su presa mientras se alimentaba de ella.
Vista general del lugar de despiece en el punto de acción nº 2. El águila real tuvo que estar bastante tranquila, sin molestias; se tomó el tiempo necesario para desplumar a su presa completamente. Pocas sobras debieron quedar para los oportunistas.
Punto de acción nº 3 en el
interior de una sabina negral Juniperus phoenica; posiblemente una garduña Martes foina ocultó los restos de la presa, quizá, para consumirlos
bajo la protección de la sabina y guardar las sobras.
Rémiges primarias y secundarias de búho real arrancadas por ave rapaz de gran tamaño.
Detalle señalado por flechas de las marcas dejadas por el pico del águila real al arrancar las plumas del ala del búho real desde su base (son pinzadas por el pico del mismo modo con que sujetamos el tallo con los dedos para arrancar una flor; los cañones quedan doblados y quebrados).
Vista del ala derecha donde
aparecen mudando la P6 y P7 del ejemplar de segundo otoño.
Reconstrucción en abanico de las rectrices del macho de búho real depredado; todas ellas juveniles salvo la R6 (rectriz exterior derecha).
Plano (probable) de los tres
principales movimientos de la presa.
Al día siguiente 8- 9- 2014,
aparecí espoleado por la curiosidad para compilar más detalles sobre los restos
de la presa oculta bajo la sabina. Sólo encontré, aparte de lo que se ve en la
imagen, las garras, el esternón, algunos huesos largos y las rémiges primarias
en un entorno bastante reducido. Esto confirma la autoría del consumo de la
presa ocasionada por un pequeño carnívoro. La flecha señala la mancha de sangre
del punto nº 2.
Del punto nº 2 al punto nº 3 y nº 4 actúa
el águila real; del punto nº 4 al nº 5 la garduña.
En verde: nº 1 (posadero con dos
excrementos frescos) el búho real pudo salir del interior de la sabina al
atardecer, no muy tarde, para marcar el territorio.
En verde: nº 2 (bloque rocoso) con deyecciones de la
rapaz nocturna donde pudo posarse para ulular. Pudieron solaparse los momentos
de actividad del búho real con el de recogimiento del águila real hacia su
territorio, produciéndose el encuentro y la captura en el estrecho perímetro marcado
de este espacio.
La flecha larga y blanca señala el ataque del águila real (desde cualquier dirección) a ese punto concreto, más o menos.
La flecha larga y blanca señala el ataque del águila real (desde cualquier dirección) a ese punto concreto, más o menos.
En rojo: nº 3 (desplumadero) en
este lugar desplumó el predador a su presa, consumiendo solamente la masa
encefálica.
En rojo: nº 4 (despedazadero) las
molestas plumas arrancadas al búho hicieron desplazarse al águila real a este
lugar mas despejado y limpio, desde donde terminó de limpiar la presa
despojándola de las rectrices, únicas plumas que le quedaban. Los puntos tan
cercanos entre sí y, el desplume total, denotan que el águila tuvo una tarde
sin molestias mientras comía.
En amarillo: nº 5 (presa oculta en
sabina) desde el lugar señalado en rojo nº 4 hasta el nº 5, figura la trayectoria por la cual arrastró la garduña los restos dejados por el águila real hacia la sabina como despensa
provisional.
Los zorros son mamíferos prospectores incansables pero, detectan mejor las emisiones de carne en descomposición; sin
embargo, a la garduña le atrae mucho el olor de la sangre, muy efectivo para
descubrir carne fresca.
No es fácil ser búho real (parte 2)
Amigo Javier, menuda lección de campo y sabiduría acumulada acabas de dar, menuda clase!!
ResponderEliminar;)
Lo importante Juan es, como en este caso, hallar los restos de la tarde anterior a la mañana siguiente. Entonces, lo encuentras todo y la información es mucho mas valiosa por la multitud de pruebas frescas. De un día a otro encuentras la carcasa completa del búho real pero, al día siguiente, sólo hallas fragmentos.
EliminarSaludos y me alegra que haya sido de tu agrado.
Poco que añadir a lo que dijo juan: plas plas plas.
ResponderEliminarReconozco que, durante toda mi vida, he ido buscando estos escenarios que me dejan aparte de impresionado, un grato sabor por el aporte de datos para descifrar como bastante probable el hecho acaecido. Claro, cuando se trata del combate entre la real y el búho real la cosa cambia y genera mas admiración. De todos modos, por las pruebas, mas que combate pudo ser una simple captura. No parece que hubiera pelea al no haber plumas de la real.
EliminarSaludos y gracias por pasar.
Bueno, quizás la historia no haya terminado de forma bonita, pero sí acorde con su título. Como ya me ocurrió otra vez, me sorprende la habilidad o conocimientos que tienes para describir lo ocurrido con este búho. Debe ser una lucha titánica la de estas dos especies a la hora de medir sus fuerzas . Desde luego esas garras con sus uñas afiladas no deben hacer caricias, precisamente.Gracias por dar a conocer estas cosas; enseñan, entretienen y hacen que uno ame y respete más aún a estas hermosas aves.
ResponderEliminarSaludos
En todas las historias de la naturaleza nunca ganan todos, es tan escueto el beneficio que, unos, mediante la muerte se lo ofrecen a sus captores aportando su vida convertida en biomasa. En este caso, el búho real tuvo que ser sorprendido por el águila real en una batalla que él perdió.
EliminarCuando los datos se presentan tan evidentes no es difícil arriesgarse a construir la hipótesis mas adecuada.
Me complace saber que te gustan estas cosas que tan poco se ven en los blogs, mas que nada, por lo complicado que es de descubrir.
Saludos.
Ha sido un trabajo minucioso y detectivesco. No te has dejado nada por comprobar y analizar, aunque la historia no acabe bien.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, acabó bien para el águila real, la garduña y los insectos que se beneficiaron de él. El búho real, tan sólo, no tuvo suerte con su precaución.
EliminarSaludos.
Simplesmente fantástico!
ResponderEliminarMe deixa sem palavras com suas experiências... uffffffffffffff
Parabéns! Um documentário de luxo!
Beijo de fã. ;)
No es la historia de un campo de flores, pero, a pesar de la tragedia, resulta muy creativo para que una vez visto, aprendamos un poco mas de la cruda supervivencia entre las especies.
EliminarAgradecido por tu atención.
Un abrazo...
Resueltos todos los enigmas... Pobre búho... esperemos que pronto otro ocupe el territorio que te haga sentir también buenos momentos.
ResponderEliminarSaludos.
No te preocupes que la población flotante tiene suficientes ejemplares para ocupar el territorio. Como el búho que ha muerto era macho, tal vez, la ocupación tarde algo más. Es mas fácil que una hembra acuda a un territorio ocupado por un macho que aporte garantías, que uno en silencio donde no haya probabilidad de reproducirse.
EliminarSaludos
Qué bonito es saber interpretar la naturaleza aunque algunas veces sea con un desenlace como este, visto desde el punto de vista del búho.
ResponderEliminarYo una vez encontré un rastro de liebre que se cruzó con uno de zorro, este ultimo siguió durante unos metros el rastro de la liebre, seguidamente aparecieron en el suelo como los borratajos hechos de un niño y finalmente el rastro de la liebre desapareció para sólo seguir el del zorro. Pude imaginarme la escena completa solo leyendo la fina arena de un camino de Tierra de Campos en Valladolid.
Sé por tu blog, lo amante que eres de los detalles mas sencillos y, estos escenarios, no siempre levantan la suficiente curiosidad con la que reflexionar para comprender lo ocurrido. A veces pienso, que la gente está mas ocupada en descubrir y sumar rarezas que en disfrutar profundamente del paisaje y su fauna mas común.
EliminarEntiendo y, veo suficientemente claro el lance del zorro contra la liebre, imaginándomelo tal y como lo cuentas, con la misma intensidad con que lo viviste.
Es bonito pararse a investigar los rastros y no parar hasta que nuestra curiosidad sea colmada.
Saludos
La meticulosidad en esta observación es realmente encomiable, así como los detalles que muestran lo que ocurre con el cuerpo de un depredador muerto que es bastante más difícil de observar que lo que ocurre con los herbívoros.
ResponderEliminarUn saludo
La mayoría de las veces cuando descubrimos un cúmulo de plumas, ha pasado tanto tiempo que se han perdido las pruebas principales. Si un ave no ha sido desplumada del todo, puede cualquier mamífero predador mordisquear los cañones que están pegados a la carne. Los carnívoros van recortando la carne comiéndosela simultáneamente para ganar tiempo, consumiendo el máximo posible. Lo que guarden, puede que no esté a la noche siguiente.
EliminarPuedo asegurarte Pedro, que estos hallazgos, impresionan mucho viéndolos en vivo. Con dos protagonistas de la talla del búho real y el águila real el momento vivido tuvo que ser estremecedor.
Saludos
Genial entrada, alucinante, da un poco de pena el jóven buho real seguro que si hubiese sido un adulto lo mismo no hubiera pasado, enhorabuena por todo
ResponderEliminarUn saludo
Pues Marcos, no sé si habrás mirado el vídeo que hay en la columna, si no es así, te dejo el enlace para que lo mires detenidamente; https://www.youtube.com/watch?v=JgQiyHVeZic
ResponderEliminarEn este caso es un macho adulto de búho real que si conoce a su gran enemiga el águila real pero, que sabe hacerle frente. No te lo pierdas.
Saludos.
Cómo te lo curras. Deberían contratarte para alguna serie de resolver escenas de crímenes. Impresionantes las garras del águila.
ResponderEliminarCasi preferiría una serie de atracador de bancos o extorsionador de políticos, mas que nada, para pagarles con la misma moneda. Las garras de águila, vistas en vivo, son una pasada. Ya me agarró una vez un búho real herido y no quisiera probar la garra de la real.
ResponderEliminarSaludos.
Fascinante el CSI campero; el búho real es un señor feudal que tiene pocos miramientos con el resto de carnivoros, pero se topó con una bestia parda con aún más mala leche. Menudas armas gasta la real, no me extraña que los alemanes cacen con ellas a los corzos como si fueran liebres.
ResponderEliminar¡Saludos!
Cuantos días me levanto con la idea de ir a algún lugar nuevo y, desemboco en el círculo de barrancos conocidos por si acaso encuentro alguna novedad sobre el búho real. No me arrepiento, esta rapaz nocturna ha sido y será parte de mi vida; nunca me ha cansado dedicarle tanto tiempo. Saber que el águila real es su peor enemigo, no me llevó mucho tiempo. Entre el águila real, el águila perdicera y el búho real hay un ambiente realmente chungo.
EliminarSaludos.
Fotos tan estremecedoras como culturales.. Las garras de ambas especies son increíbles... aunque la última foto con el "aguila real" me impactó.. ES HERMOSA y arrogante.(el Buho Real también es hermoso) Recuerdo hace años y estando en España, vi una documental de una águila real levantando en el aire, creo que a una cabra... y llevándosela sin ningún problema. No podía creer lo que veía. Decía el que comentaba, que luego la largaría desde la altura, para que se estrellara sobre las rocas y, así, poder comerla cómodamente.........uuufff.. ¡qué final para el pobre animal... y el terror que habrá pasado! . Un abrazo Javier y feliz fin de semana.
ResponderEliminarEl águila real en su ambiente natural no es tan bestia, consume presas fáciles de capturar. Es al mando del hombre, del cetrero, cuando cobra otra dimensión como depredadora. En los lances, se la puede indicar el ataque a cualquier especie por grande que sea (zorros, corzos, etc...e incluso lobos de tamaño medio). A la rapaz le cuesta muchísimo esfuerzo atacar presas de gran tamaño, e incluso, un exceso de riesgo de salir mal parada.
EliminarAbrazos y buen fin de semana también
Me he quedado con la boca abierta. Vaya labor de investigación. Qué pena la disputa de estas dos aves. Alguna tuvo que quedar, pero es que son ambas tan bellas y espectaculares!! Que no se merece ninguna acabar así. Muy buena e ilustrativa entrada. Un saludo!
ResponderEliminarExiste cierto paralelismo entre el odio del águila real al búho real y el del hombre hacia el lobo; salvo que el odio humano es irracional y vengativo.
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado y haberlo hallado para mostrarlo.
Saludos.
Hola javier,ante todo enorabuena por tus vivencias y mostrarlas a todos,vaya fotos y vaya investivacion realizada,la verdad hay que quitarse el sombrero chapo u felicidades por que como nota te pasas del diez pero tambien com as comentado el poder del aguila es indiscitible ya que los buhos predan sobre elllas por la noche aunque mas pequeñas com las calzadas y ratoneros,pero de dia todavia las dueñas son las reales que tienen segun me e informado y tu también lo sabes mas presión en las garras que los buhos creo que un buho son 400 kilos y una real supera bastante esa cifra pero de sobrado porque esta casi el doble pero son dos colosos de las mpntañas y el.duelo entre estos deberia haber sido una agonia para el buho.Pero.com siempre nos asi a veces el buho rewuelve la contienda favorablemente pero esta vez no fue, asi felicidades javier y enorabuena
ResponderEliminarLo mas curioso es, tal vez, que esta águila real esté especializada en capturar jóvenes búhos reales del mismo modo que, un búho real localizado en mi pueblo captura bastantes búhos chicos y cárabos. Como bien dices esto es una cadena ecológica donde cada uno recoge de sus prospecciones lo que puede pero, no por ello serán capaces de exterminar ninguna de las especies que capturan de modo esporádico aunque parezca frecuente.
EliminarMe alegra y enorgullece profundamente que haya sido tan de tu agrado y, espero, poder presentarte tantas historias como oportunidades tenga.
Muchas gracias por tu interés Pedro.
Saludos.
Que entrada más completa tanto en la información que brindas, las fotos mostrando el hallazgo de los restos del búho y la explicación de como pudo suceder el hecho. En verdad con esto me doy cuenta lo mucho que me falta aprender y aprender a "leer" el ambiente. Ha sido muy provechosa para mí, aunque una pena por el pobre ave.
ResponderEliminarSaludos
Lo que nos queda por aprender a todos. Y, por si fuera poco, cuando pensamos que conocemos la conducta de las especies mas comunes, aprenden otras técnicas para adaptarse a los cambios provocados por la especie humana.
ResponderEliminarQuiero decirte, como al resto de comentaristas, que la ventaja de exponer esta conjetura es gracias además, del conocimiento del lugar y de sus moradores.
Gracias.
Saludos.
convivo con las 2 especies aqui en alicante ,me encanta verlas y saber que aun nos acompañan a dia de hoy,buen reportaje .
ResponderEliminarEntonces, aprovecharemos su presencia para seguir deleitándonos con sus costumbres tan espectaculares; el águila real como reina de las aves durante el día y, el búho real como dueño de la noche.
ResponderEliminarUn saludo.