EL VUELO PROVOCADOR DE LA ABUBILLA
Dibujo a lápiz de abubillas
Siempre me llamó la atención en
las aves, ciertas maniobras fuera de lugar, realizadas en vuelos de
desplazamientos cotidianos. Arrancaban entonces, algunas de ellas, sin aparente motivo,
con extraños picados y piruetas disuasorias pero, ¿evitando qué?, al no
avistar ningún enemigo posible a su alrededor. En las salidas ornitológicas,
tampoco era extraño escuchar en boca de otros observadores -¿has visto eso?- refiriéndose,
no sólo a la capacidad de sacudirse el plumaje en pleno vuelo, sino por esos
cambios súbitos de dirección con quiebros inexplicables, todo un enigma y un
interrogante para los que presenciamos dicha conducta mas propia de una locura
pasajera que de una acción con fines concretos para posibles actos disuasorios. Quién sabe.
Cuando nos sumergimos de lleno en
nuestras anotaciones de campo, ya sea por recordar viejos tiempos o, por que
casualmente hay detalles conductuales que enlazar a las nuevas observaciones,
es entonces, cuando uno se da cuenta del sentido de ciertas conclusiones al relacionarlas
con dichas anotaciones archivadas.
LO APRENDIDO SE MANTIENE
EJERCITÁNDOLO CON CIERTA FRECUENCIA
El portentoso vuelo conjunto del
estornino pinto Sturnus vulgaris
tiene como finalidad achicar espacios, apretándose los ejemplares pero sin
perder en absoluto la sincronización en los cambios bruscos de dirección. Con
ello, son capaces de anular las intenciones cinegéticas de halcones y
gavilanes. Los bancos de peces, también lucen esa asombrosa capacidad. Quién no
ha visto a los gorriones comunes Passer
domésticus y molineros Passer
montanus, aunque algo mas desordenados, descender a un lugar concreto para
alimentarse, protegidos siempre por algún árbol o arbusto espeso para ascender
en conjunto hacia las ramas de la salvación en caso de peligro. La situación es
tan tensa que, basta con que alguno, confundido por una falsa alarma salte,
llevándose detrás de él al resto de comensales a refugiarse. Ésa es la
estrategia instruída para una alarma real.
Las palomas bravías Columba livia no siempre emprenden el
vuelo por la presencia de un predador. En muchas de las observaciones, las aves
reposan en las repisas rocosas de su colonia y, sin advertir ningún peligro, puede
saltar algún ejemplar súbitamente arrastrando a los demás. Ejecutan un vuelo
ordenado, tratando de conseguir la máxima coordinación para posarse de nuevo en
el cortado. Es obvio que, el colúmbido mas rezagado será presa del peregrino,
como ocurre frecuentemente con las aves integradas provenientes de pueblos o
ciudades que no son capaces de seguir el ritmo.
La pauta mas complicada de
descifrar es esa especie de trastorno pasajero, sin serlo, perpetrado por el
ave solitaria en el momento concreto que he comentado, cuando vuela con
normalidad. En halcones peregrinos Falco
peregrinus y gavilanes Accipiter
nisus no cabe duda que tal acción puede estar mas relacionada con la
perfección del vuelo pero, para la caza. Sin embargo, el contenido cambia con la
conducta de aves mas vulnerables.
Un treparriscos observado mientras se
alimentaba tranquilamente en un cortado rocoso, después de capturar diversos
invertebrados entre las fisuras durante media hora de seguimiento, emprendió un
veloz picado con bruscos e increíbles quiebros contundentes e inexplicables que
nada tenían que ver con el parsimonioso vuelo mariposeante de sus escaladas por
la roca.
LA ABUBILLA Y LA PARSIMONIA DE UNA MARIPOSA
Es caprichoso el diseño
blanquinegro de las alas y la cola de la abubilla Upupa epops y, también, el de su soberbia
cresta. Se piensa que la fantástica combinación de sus franjas blancas sobre intenso
negro, podría tener en conjunto, la finalidad de confundir a las aves de presa.
Pero, un ave migradora como la abubilla posee una perfecta musculación capaz
de agitar con fuerza unas alas anchas, y virar enérgicamente gracias a unas
rectrices relativamente largas. Esa ralentización que provoca la intermitencia
del blanco y el negro en el vuelo de la abubilla es un misterio.
Abubilla en vuelo; dibujo a lápiz
Hace unos años, concretamente el
3- 9- 2007 paseaba por un camino entre campos de labor y unos corpulentos álamos
blancos Pupulus alba que bordeaban las
márgenes del río Ebro. Una hembra de gavilán Accipiter nisus sobrevolaba el espacio aceleradamente pegada al
dosel forestal ignorando mi presencia. Por su fijación, parecía buscar algo, ya
que rastreaba la zona repetidamente. En un esfuerzo final, la rapaz esprintó
girando hacia la superficie del río Ebro, atravesando el soto entre los troncos
centenarios y clavando su mirada en una infeliz abubilla que lo cruzaba sin apercibirse,
de momento, del ataque. Apenas unas milésimas
de segundo para el impacto previsto, la abubilla se elevó súbitamente dejando
un vacío que ocupó el gavilán con su inercia; comenzó una suerte de quiebros,
vuelos esquivos y fulgurantes a no mas de dos metros sobre el río. Cómo
explicar el extraño acontecimiento de cazar y no ser cazado, rotación y
persecución sincronizada entre predador y posible presa. La abubilla, tras unos
recortes de sorprendente destreza, rompió la estrategia del gavilán. Seguramente
acabada la contienda, tanto al gavilán como a mí, se nos quedó la misma cara de
pasmados.
Gavilán en vuelo; dibujo a lápiz
El 14- 12- 2010 mientras observaba a
cuatro abubillas invernantes cerca de Zaragoza campeando en un erial, uno de
los ejemplares levantó el vuelo, avanzó horizontalmente y se despachó briosamente
ejecutando unos quiebros vertiginosos, elevándose y descendiendo súbitamente, sin
más. Lo dicho, locuras pasajeras.
Abubilla escalando verticalmente en
vuelo para evitar el ataque de un congénere.
Abubilla en su territorio
Hola Javier! ¡Qué hermosa ave! Sabes? nunca la había visto antes y me impactó, además los dibujos son excelentes. En el último a lápiz, pareciera que estuviera volando hacia uno..a punto de salir de la pantalla. El/la dibujante es un artista genial.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un ave muy común aquí en España, como el jilguero pero, que no me canso de observar por su maravillosa coloración, bueno, como a tantas otras.
EliminarGracias por el comentario y el cumplido.
Abrazos
No sé, pero me da la impresión que las combinación de colores que produce la abubilla cuando huye causa en el perseguidor un efecto similar al que causan algunas polillas, es cómo si lo deslumbrasen o le causasen una extraña fijación momentánea que luego se pierde. Al menos a mi me pasa algo así cuando las veo, de momento llaman mucho la atención, pero con los requiebros cuesta seguirla (sólo con la vista, claro porque perseguirla debe ser muchísimo más difícil).
ResponderEliminarUn saludo
Si Pedro, se comenta mucho el extraño efecto del diseño alar y, como dices, provoca un efecto de fijación, algo como hipnótico que parece disimular la verdadera velocidad y capacidad de vuelo del ave. Es enigmático.
EliminarCuando las veo, la sensación que me produce su vuelo es de cierta debilidad pero, después de la contienda con el gavilán, quedé perplejo. Hace falta haberlo visto, algo inexplicable.
Saludos.
Muy cerca de mi casa, y también en una pared de una finca de una amiga mía anidan las abubillas, año tras año. Es un placer contemplar su vuelo súbito y llamativo. Pero, ya que estás hablando de ellas, aprovecho para hacerte una pregunta: tradicionalmente, las abubillas tienen fama de oler mal o de estar asociadas a un mal olor fuerte. ¿Qué hay de cierto o de leyenda en esa afirmación? Un saludo.
ResponderEliminarLa creencia del mal olor de las abubillas parece derivar del efecto disuasorio del interior de sus nidos donde la higiene no existe. Los pollos defecan y, además, se acumulan los restos de insectos dentro intencionadamente para repeler a depredadores por el fétido olor insoportable.
EliminarDe las abubillas que he tenido en mano, jamás me ha desagradado su olor; incluso en el caso de los buitres, cuyo olor característico es muy comentado.
Las aves dedican mucho tiempo a la limpieza personal y se bañan, en el caso de la abubilla sobre todo, con tierra, y los buitres con agua.
Saludos
Muy interesantes observaciones y reflexiones. Me da la impresión que las abubillas, como ciertas mariposas y como dice Pedro, juegan al despiste al cambiar bruscamente de dirección y, sobre todo, cuando cierran las alas en el suelo. En verano, con hierba alta y seca se vuelven casi invisibles, como esas mariposas que de repente cierran las alas y se vuelven miméticas.
ResponderEliminarPreciosos dibujos.
Saludos
Ya sabes Jesús que las reflexiones son gratis y en este mundillo cuando reúnes observaciones encadenadas uno se aventura a sacar conclusiones que no dejan de ser meras hipótesis. Pero, no deja de sorprenderme esos ejercicios tipo “locura transitoria” de las aves cuando tienen ocasión de comprobar, para sí mismas, la efectividad de sus facultades físicas.
EliminarA mi también me sorprende el mimetismo de la abubilla cuando campea. El otro día mientra miraba a un ejemplar en lo alto de una paridera pero, no advertí a su pareja caminando junto a la pared.
Gracias.
Saludos.
La naturaleza nunca deja de sorprendernos.
ResponderEliminarDesde luego Tawaki, es una fuente constante de sorpresas.
EliminarSaludos.
Lo primero felicitarte por tan bellos dibujos de la abubilla, un ave que me encanta, por su colorido, por su forma de volar y por su canto.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que nos cuentas sobre el vuelo " acrobático de esta ave, es evidente que su labor principal es la de despistar a sus perseguidores, mostrando diferentes colores y formas a cada momento. Pero pienso también, que al igual que a los humanos, a las aves también les gustará divertirse y que mejor manera que realizar cabriolas y piruetas por puro placer y más teniendo en cuanta lo fácil que les debe resultar. Recuerdo que hace unos años pude observar durante bastante tiempo los picados y ascensiones que realizaba un Aguila real, sencillamente por que le apetecía en aquél momento.
Y me vas a permitir que le conteste a Chuan Che Tzú diciéndole que las abubillas no huelen mal, pues las he tenido en la mano y huelen como cualquier otra ave cualquiera; lo que sí huele mal son las deyecciones que lanzan los polluelos en el nido cuando son molestados.
Saludos
Ahí has tocado otra variante del comportamiento en las aves. Es cierto, las aves también disfrutan del vuelo como los cachorros de cualquier mamífero de los juegos, éstos los educarán para afrontar un difícil futuro. Por ese mismo motivo, las aves disfrutan de lo aprendido ejercitándolo frecuentemente. Disfrutar de sus capacidades para volar significa ejercitarse para los momentos cruciales de la caza o para no ser cazado.
EliminarTienes muy buen gusto con las aves, la abubilla es preciosa, sin duda.
Gracias por todo.
Saludos.
Más que curioso el vuelo aparentemente perezoso de muchas aves.
ResponderEliminarUna cosa parecida pensé hace semanas con los rálidos, haciendo chanza de lo mal que vuelan al ver lo torpes que son los calamones y fochas (los calamones no aterrizan, se estrellan)... pero pensando luego que la polluela pintoja es otro rálido que se pega sus buenos viajes migratorios.
¡Saludos!
Algo tienen y, ése algo, hay que trabajarlo diariamente por medio de extrañas maniobras en los momentos mas oportunos.
EliminarLa semana pasada, vi un peregrino ejecutando un picado espectacular sin perseguir ningún ave, ni tampoco trataba de sorprenderla como hace el gavilán, ya que la rapaz se limitó a deleitarse con la velocidad y quiebros de forma fortuita circunstancial.
Tendrías que ver los aterrizajes de algunos buitres leonados en el valle del Mesa cuando sopla es cierzo; uno de ellos, se quedó trabado en las ramas de una sabina seca en vertical. El pobre tuvo que dejarse caer e impulsarse con las garras contra la pared. Que mal lo pasé.
Saludos.
Finalmente encontraste la explicación de los vuelos de la abubilla. Un ave que ya de niño me fascinaba, por u colorido y por su cresta. Parece que durante un tiempo escasearon y que últimamente se puede volver a verlas con cierta frecuencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno Valverde, es una hipótesis que habría que estudiar con mas profundidad. La cosa es bastante complicada si esperas anotar todas las ocasiones en las que las aves deciden emprender la acción mencionada del extravagante vuelo. Personámente creo, que está relacionado con la mejora del vuelo.
EliminarComparto contigo el sentimiento de admiración por la abubilla.
Saludos.
Encantada... é assombroso o talento que você tem com o lápis, a sua impecável dedicação com a natureza e a sua graciosidade de narrar em palavras tão envolventes as suas vivências de campo.
ResponderEliminarParabéns, e obrigada por sua preciosa contribuição, me sinto honrada de vir aqui no seu blog.
(a abubilla é uma obra prima, verdade?)
Beijo.
Agradeço as suas palavras de elogio muito importante para mim.
ResponderEliminarTambém faz-me esperança de que minhas histórias fazem campo que vivem os mesmos sentimentos que inundam o meu dia.
Obrigado por estar sempre neste blog e deixar apenas como você sabe, as razões de amizade e entendimento com o amor pela natureza.
Não é apenas uma obra-prima, mas a poupa é uma maravilha inigualável da mãe natureza.
Um abraço ...
Una entrada muy curiosa sobre un comportamiento tan aparantemente sencillo como es el volar y cierta maniobras aereas. Yo nunca he visto esto bonitos picado que dices pero si que esta especie me dio un espaldarzazo a mi aficion poues fue el primer nido de "pajaro" grande que descubri....en una grieta enfrente de la ventana de mi clase (que distraccion!!).
ResponderEliminarSaludos camperos.
Siempre que observo un ave, lo hago hasta que desaparece de mi campo de visión. Nunca tengo prisa cuando salgo al campo, por lo tanto, me tomo mi tiempo tratando de recoger todos los detalles de su comportamiento. Las aves practican a su manera los ejercicios de vuelo, del mismo modo que tienen su tiempo disponible para arreglarse el plumaje y mantenerlo en condiciones de uso. Es lo mismo con la musculación, hay que ejercitarla y, por ello probalblemente, acontezca este tipo de comportamiento que he podido contemplar atónito por la capacidad maniobrera en el vuelo fuera del uso común, reservada esta habilidad para casos extremos de caza o para evadirse del cazador.
ResponderEliminarSaludos.
Hermosa entrada, tanto por el relato de tus observaciones en las salidas de campo como por las ilustraciones que has hecho de las aves de tu entorno. Por sobre todo me encanta la abubilla, nunca vi una pero si muchas fotos e ilustraciones, ojalá pueda algún día verla en su hábitat, pero será muy dificil....es que estoy en el otro lado del mundo
ResponderEliminarEs indudablemente un ave muy especial por su vuelo y su coloración, algo que, a nadie deja indiferente. Podría ser perfectamente un ave del paraíso de las aves mas distinguidas de la selva del Amazonas. Si tienes oportunidad de venir aquí, no te pierdas la ocasión de verla.
EliminarSaludos.
Qué buenos dibujos Javier!!!!! La abubilla me ha llamado la atención desde pequeña. Creo que era por lo fácilmente reconocible que es. Ya de adolescente y hasta hace poco la he visto a veces en los jardines aquí en Madrid. Me da gusto verla! Y cómo no ese inconfundible sonido en el monte aunque no se deje ver. También da gusto escucharla. Saludos!
ResponderEliminarGracias. Por cierto, no dejes de practicar con el dibujo; hay que dedicarle tiempo.
ResponderEliminarNo sé cuántas abubillas habré visto hasta ahora pero, si veo alguna posada o en vuelo, no dudo en coger los prismáticos y observarla hasta que desaparece. Son preciosas...
Saludos
Td belissimo por aqui!!!
ResponderEliminarabraços carinhosos
Lia grato pela visita.
EliminarAbraços
http://laverdadataca.blogspot.com.es/ Hola, me gustaría dejar este link a ver que os parece mi idea.
ResponderEliminarGracias por pasar y ánimo con el blog.
EliminarSaludos
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