miércoles, 5 de diciembre de 2012

Eterna compañera...






Hay una estampa entrañable a la que no me resisto nunca, si tengo, por supuesto, la oportunidad de presenciar. Es una imagen que invita a sentarse para disfrutar durante largo rato de las cigüeñas mientras deambulan por un campo recién labrado. Me satisface contemplar esta relación todavía viva entre el hombre, el progreso y la cigüeña blanca.
El labrantío surcado por el arado del tractor, tachonado completamente de siluetas blanquinegras y destellantes mientras campean pausadamente sobre el terreno atemperado, invita a evadirse mentalmente del mundanal ruido de las grandes ciudades…vamos, como trasladarse con imaginación al silencio del arado y el mulo que presencié en la infancia.





Aunque sea muy corriente verlas en el campo, desde la hermética ciudad se las echa mucho de menos.



16 comentarios:

  1. Hola amigo Javier, desde luego es una estampa que aqui en el norte no podemos disfrutar.
    Siempre que pasó la Cordillera me quedo ensimismado mirando las amplias llanuras cerealísticas.

    un saludo amigo!!

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  2. Me resulta muy estetica la afoto esa en la que las cigueñas descienden en tromba sobre un campo de labor.Con semejantes copos de nieve,no hay crudo invierno que nos impida salir al campo a disfrutar de la madre natura, por muy desapacible que sea el tiempo.

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  3. "Entrañable" mesmo é essa simplicidade riquíssima que invade a sua alma imensa ao nos relatar detalhes magníficos da natureza!
    Que momento encantador! Único! Espetacular!!!! Eu jamais vi uma cegonha de perto!

    Suas fotos estão de luxo!!! Espetacular!!! Todas, todas, todas...

    Beijos, beijos e beijos...

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  4. Es una escena maravillosa que nunca vi al natural. Y me llama la atención que el señor que conduce el tractor no hace nada por espantarlas. ¿Quizás estoy demasiado acostumbrada a ver como los humanos espantan a los animales?

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  5. Qué cantidad de cigüeñas, y qué envidia por tus fotos.
    No sé si sabrás que en Alfaro hay muchas cigüeñas, no hace mucho estuve allí para verlas y me encantó.

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  6. Es la ventaja que tenemos los que vivimos y trabajamos en el campo. A veces, nos vemos rodeados de infinidad de aves, que buscan los insectos y otros invertebrados que salen a la luz al levantar la tierra . Esas aves saben perfectamente que donde hay tierra removida, hay alimento y así, es fácil llevar alrededor un buen número de cigüeñas, lavanderas blancas, garcillas, avefrías, cernícalos, haciendo gala, muchas veces, de una gran confianza y no dudando en capturar alguna presa a escasos metros del agricultor . Y contestando a Leodegundia, tiene que ser un zoquete el agricultor que espante a estas aves, pues son nuestras aliadas, limpiando los campos de animales perjudiciales para los cultivos.
    Una entrada muy bonita.
    Saludos

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  7. si que son imagenes que reconfortan, como dices el ver fotos donde hay una conjuncion amigable entre hombre y animal.
    Por cierto tu escrito de nivel.
    Saludos camperos!

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  8. Este tipo de comensalismo entre hombres y cigüeñas es bien bonito. Salvo excepciones las cigüeñas caen bien a la gente lo cual les beneficia mucho, la mayor parte de los "roces" surgen con los nidos, pero en general no pasa nada, lo que convierte a esta relación en ejemplar. Quizás habría que profundizar más, como has hecho tu, porque seguramente esta forma de relacionarse con los humanos podría servir para otras especies que lo tienen más difícil.

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  9. Me encanta esta entrada!
    También para mí las cigüeñas representan esas vivencias en los campos, en los campanarios... Cuando llegaban, como hacían el nido..., ese especial sonido que retumbaba en los pueblos... De niña me parecían tan grandes! (Nací en Zamora)
    Me gusta ver que aún andan por los campos... La última vez que estuve en Zamora no las veía... Me extrañó y pregunté. Me dijeron que pasaban el día en el vertedero y que volvían sobre las seis. Así fue, me emocionó verlas sobrevolando la ciudad y posándose en todo tipo de edificios...
    Las fotos geniales, en esta ocasión acompañar a las aves con el tractor tiene mucho sentido...
    Un abrazote.

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  10. ahhh... siiii ! es una danza de vida. Yo tampoco me resisto a no mirarlas por un largo rato, es realmente una imagen poderosa.
    Saludos !

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  11. También a mi me han gustado siempre las cigüeñas, creo que nos inculcaron su amor desde niños, pero en mi zona están empezando a ser un problema. Los basureros consiguen que se acumulen cientos de ellas en determinados prados y en la época de reproducción de anfibios no dejan nada vivo.

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  12. Hola SuperJavi. El jueves y ayer pasé por tu tierra, muy bonica por cierto. Me sorprendió mucho que todavía hubiera cigüeñas. Soy de los pocos que aún piensan que deberían estar ahora mismo en África... Una pena que hubiera tenido que pasar tan rápido porque me habría molado conocerte y haber pajareado contigo por el Ebro.
    Un abrazo.
    G.

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  13. - Juan: las concentraciones de aves, por muy comunes que resulten en algunos lugares, no son por ello menos espectaculares. Los grandes bandos siempre tienen para el observador un extra de admiración.

    Saludos.


    - MACHOSALVAJE: imagínate cuando viajaban hacia África y no regresaban hasta San Blas. Parece mentira que ocurriera; las cigüeñas sedentarias gracias al abundante alimento de los vertederos entre otras cosas. Increíble.

    Saludos.


    - teca: gracias y, me alegra darte la oportunidad de disfrutar con la fauna singular de este país.

    Un abrazo…


    - Leodegundia: el tractorista se limita a seguir la línea de los surcos y, las cigüeñas mientras se atiborran de multitud de invertebrados, topillos etc., controlan además, el paso del tractor para apartarse a tiempo.

    Saludos.


    - pacasapena: si las hay y muchas. Recuerdo verlas en sus nidos asentados en espadañas cuando visité San Millán de La Cogolla. La Rioja es una maravilla, sin duda.

    Saludos.


    - Pini: que suerte que tienes pues de trabajar en el campo. Recuerdo este verano que, cuando segaron los mismos campos de las imágenes entonces de alfalfa, las cigüeñas tuvieron que compartir el beneficio de la tierra con los milanos negros que, por cierto, tienen muy cerca su dormidero comunal. Vamos…, fascinante para un ornitólogo o, para cualquier amante de la vida.

    Saludos

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  14. - elcampoeroinquieto: ya sabes, cuando sales a ver de todo, no hay que desdeñar los animales más característicos de la zona, después, si suena la flauta, pues mejor que mejor.

    Saludos.


    - Pedro L.: como bien dices, no todo el mundo está muy a gusto con estas zancudas. Recuerdo haber visto alguna tiroteada por algún desalmado.
    Aquí, la asociación naturalista Ansar estuvo al cargo del mantenimiento de los nidos en los lugares más problemáticos.

    Saludos.


    - Transi: es el encanto de esta especie tan conocida por todos que, a pesar de verlas tantas veces, incluso en fotos, no evita ese poder de atracción que posee. Tu tierra, tan representativa del interior con su extensa llanura, posee la fuerza de sus edificaciones solariegas adornadas por los nidos y sus entrañables moradoras.
    La de los vertederos es la otra cara de las cigüeñas, quizá, la que rompió el encanto migratorio de estas míticas aves.

    Abrazos.


    - Mabel G.: unas aves irresistibles como dices, así es como las percibimos. Espero que sigan por mucho tiempo con una población adecuada.

    Saludos.


    - Jesús: es otro problema, la verdad. El desorden deriva en desequilibrio y, toda la bonanza de los vertederos aumenta la población de estas aves, trayendo consigo la explotación de otros recursos y, más, si falla el primero; entonces el resultado puede ser nefasto como el caso de los anfibios que comentas, extrapolable a otras especies también vulnerables.

    Saludos.

    - Guillermo: pues que sea la última vez que pasas por aquí y no paras.
    Por esta vez pase, pero…, que no se repita.
    Ahí tienes razón, que bonitas eran las cigüeñas cuando viajaban. Yo las conocí en su versión migradora; sería como si las grullas se quedaran por los vertederos…se rompería el encanto de su regreso y despedida anual.

    Saludos

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  15. Quizá sea de la pocas escenas que nos quedan de un pasado remoto y mutuamente beneficioso.
    Saludos, Javier.

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  16. Sigue siendo, como el gorrión, una escena prácticamente imprescindible para el corazón nostálgico de los observadores de toda la vida.

    Saludos Javier.

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