- (13- 07) Agotada la espera en el nido artificial a unos padres que inexplicablemente no acudieron, opté por trasladarlo a casa. Recuerdo la áspera voz de alarma emitida al ser capturado, incluso, se negó a comer en la primera ocasión. Al cabo de una hora, todo era diferente.
No he podido evitar acordarme de los primeros días de vida del colirrojo tizón de la anterior entrada. Por ello, he confeccionando este post sobre el entrañable pájaro al que cierta suerte, cambió su vida. Quiero dedicarlo a todos los voluntarios que se dejan la piel luchando por los animales. Necesitamos de vez en cuando que, este tipo de historias nos estimulen y fortalezcan, y por supuesto, nos oxigenen la moral.
Era la segunda semana de Julio, y tenía unos planes espectaculares para el seguimiento del halcón peregrino, el alimoche y el águila calzada. Sin embargo, comencé prospectando el barranco del búho real para retirar las plumas de cárabo que semanas antes se comió el joven búho. Me detuve ante un puñado de negras plumas de chova piquirroja despojadas de su dueño, también depredado por la gran rapaz nocturna. Esto se animaba, y de qué manera. Pero…, surgió el imprevisto al escuchar un trémulo y repetitivo piar. Me encontraba en los límites de un nido, pensé. Hasta que por fin el nido, bueno, el pequeño desafortunado sin nido, apareció lentamente. Se arrastraba penosamente sobre la irregular ladera, pegado a la base de una sabina y apoyándose con sus alas debido al daño en una de sus patas. Al verlo, eché la vista al cielo y después a él. Temía la que se me avecinaba. Lo dejé recogido en mi gorro de invierno y me fui. Esperé desde una distancia prudencial a vista de prismáticos alguna solución, y no apareció ningún progenitor que la diera. Era de lo más extraño. Es obvio que, dada la acelerada regularidad metabólica de un pollo pequeño de paseriforme, éste no aguantara mucho tiempo sin comer, y de él no sabía nada, ni siquiera, acerca de su última comida. Encontrar su nido era una quimera, rodeado como estábamos de un mar de rocas.
Era el pájaro o la semana de vacaciones. Ahí estaba el dilema, un dilema que mi conciencia despejó al momento.
- (13- 07) Es la expresión más tierna de cualquier ser vivo que se siente atendido y protegido por sus padres. En este caso, la inmovilidad era crucial para reparar el daño en la pata izquierda, que por fortuna, no estaba fracturada, tan sólo contusionada.
- (15- 07) Cuando despertaba me miraba, y seguidamente, pedía ser cebado con desesperación. Le alimentaba con intervalos de treinta a sesenta minutos; dependiendo del tamaño de las piezas que comía.
- (15- 07) Entre 25 y 30 insectos pequeños era capaz de consumir a diario el peque por su boquita de no alternarlos con otros alimentos más accesibles. Las aves insectívoras añaden a su dieta el líquido imprescindible que contiene el cuerpo de los invertebrados; por lo cual, no necesitan beber agua.
Aquí me acompañaba en la mesa del granero, en la parte más alta de la casa. Mientras, iba observando con el telescopio el trasiego de los buitres leonados atendiendo a sus vástagos, muy crecidos en estas fechas.
- (15- 07) Posiblemente, ésta sea la clave de su caída del nido paterno; la inquietud, o esa lucha rival entre hermanos por alzarse demasiado ante la ceba. Una de las dos causas pudo desequilibrarle.
Si os fijáis, el punto de apoyo es la pata derecha, la izquierda se queda suspendida. No paraba ni un momento, y tras alimentarlo, lo introducía en una caja con poca luz. Así, se calmaba.
- (17- 07) Concluida la convalecencia, comenzaron las primeras andadas entre las macetas y maderas del corralillo en el pueblo. Un espacio más amplio le proporcionaría mayor fortalecimiento de los músculos y la captura de sus primeras presas.
- (18- 07) Uno de los primeros contactos con nuevas texturas; las telas de araña, de ellas, tendrá que extraer gran parte de su dieta alimenticia. También, comenzó a buscar piedrecillas, ingiriendo las de tamaño más adecuado; éstas, son útiles para triturar los alimentos en las cuatro bandas musculares que componen la molleja. En su interior se produce la rotación de un área a otra del ventrículo, moliéndose el alimento con ayuda de dichas piedras que suplen la carencia de dientes, propios de los mamíferos.
- (20- 07) Seguramente, quien tenga animales en casa; un perro, un gato, en fin, cualquier mascota, habrá observado esta inquietante mirada, profunda e impresionable. No pude resistirme a fotografiarla. El colirrojo, aceptó de buen grado su nuevo recinto en la ciudad.
- (23- 07) La higiene y cuidado del plumaje es una de las tareas más importantes y a la que más tiempo dedican las aves. Por ello, los baños en agua, sirven para alisar y reorganizar las plumas, además de eliminar impurezas.
He disfrutado mucho con sus vuelos acrobáticos, sus quiebros sorteando los carros de compra y demás utensilios aparcados en la galería. Me entusiasmaban esos pequeños detalles como: sentir el calorcillo de sus almohadillas plantares al posarse sobre mi brazo; estar atento cuando acicalaba su plumaje, para ver, cómo pasaba las plumas una por una entre su pico, peinándolas. Así, puede uno pasarse largo rato, incluso horas, observando cómo las aves organizan y repasan meticulosamente la maraña de sus plumas, una labor vital para su correcta función.
Estos grandes cortados de roca caliza, aportarán toda la gama de insectos posible para sustentar al pájaro rupícola por excelencia, capaz de alcanzar los
Con la llegada del frío, los colirrojos abandonarán los enclaves más duros de la alta montaña, instalándose en los pisos termo y mesomediterráneo. Ocuparán áreas cultivadas y zonas de pastizal y matorrales de temperatura menos rigurosa. En la vertiente mediterránea preferentemente, se establecerán con otros ejemplares provenientes de Centroeuropa.
- (31- 07) Ésta, fue la última fotografía realizada al ave en total libertad. Sobre una deshilachada rama de sabina negra, como le corresponde. Es un redondeado arbusto desde donde gusta cantar a esta especie sobre su picuda copa, con el fin de alertar a sus competidores.
Desde aquí, fue alejándose poco a poco a medida que inspeccionaba el terreno, hasta desaparecer. Me lo puso muy fácil. Era lo mejor para zanjar esta fugaz historia.
NOTA: nunca coger un pájaro aunque parezca desamparado (comprobarlo con fiabilidad). Sus padres seguramente estarán atentos atendiéndolo.
Intervenir o no .....un dilema que nos embarga en estas situaciones y que nos encoge el corazon.Yo en esas circustancias hubiese hecho lo mismo.De otra manera ahora no estaria volando libremente.Un relato entrañable Javier .
ResponderEliminarUn abrazo
Me ha emocionado tu historia, y la parte donde lo liberaste fue muy fuerte.¡qué buena obra amigo!
ResponderEliminarY te felicito por contarla para deleite de los que amamos los animales, y como enseñanza a los que nunca pensaron que los animales son seres vivos llenos de sentimientos.
GRACIAS !!!!!!!!
(la carita del ave decía muchas cosas... y todas lindas)
- Así es Esteban. La intervención con el colirrojo al final fue decisiva y todo terminó bien. Sin embargo, con el pollo de búho real no acerté dejándolo en la zona del nido. Todo es una amalgama de causas torcidas y caprichosas.
ResponderEliminarLo que menos deseas es arrancar de sus progenitores a ningún animal. En este caso, y tomando las medidas precisas opté por llevármelo, contando evidentemente, con la desventaja que el colirrojo tenía con el golpe en la pata debido a la caída. Un pájaro así, absorbe mucho tiempo.
Abrazos.
- Gracias Mabel. Estas historias llenan mucho sobre todo, cuando acaban bien. Desgraciadamente, la mayoría, acaban de forma muy distinta.
No queda otra que seguir trabajando y que estos imprevistos no aparezcan a menudo.
Saludos.
¡Hola Javier!
ResponderEliminar¡Menudo reportaje el del colirrojo tizón! Hace mucho tiempo que no había leído una historia parecida y con unas fotos tan bellas, llenas de ternura por las miradas y actitudes de nuestro protagonista de hoy.
Imagino el panorama que tendrías cuando lo encontrastes así, desvanecido y con la patita dañada, alejado de sus progenitores. ¿Mi amor por la Naturaleza o mis vacaciones? te sacrificastes por una pequeña vida hermosa como ésta, pienso en todo el valor que ello tiene y me resulta muy esperanzador constatar que existen personas como tú. Un abrazo.
Una historia conmovedora, Javier...aunque a estas alturas ya me espero cualquier cosa de tu buen saber hacer, en favor de la naturaleza y de quienes la compartimos contigo.
ResponderEliminar(PD: la idea del gorro-tazón-nido resulta genial...¡Me descubro!)
Un abrazo.
Qué experiencia tan enriquecedora, las fotos son entrañables y con final feliz! Y cómo hiciste para evitar el imprintig mientras lo alimentabas?
ResponderEliminar- Hola Clariana. La historia con el colirrojo ha sido excepcional y muy significativa. Ver un pájaro desvalido, cuando todas las cartas de su destino juegan en su contra, llegas, y das un respiro a ese momento crítico parándolo en el tiempo mientras decides qué hacer. Tras meditarlo, te lo llevas. Cuando la historia tiene final feliz, entonces suspiras con ilusión renovada. Para mí, no sólo es importante la especie, sino también el individuo.
ResponderEliminarSabía de la responsabilidad complicada que suponía sacar adelante al pequeño colirrojo, y después de tomar todas las medidas pertinentes, sabiendo que tal vez el ave se alejó del área de protección del nido dándolo por eso quizá sus padres por perdido, no supuso tampoco un sacrificio quedarme con él; tan sólo, un trastrocamiento de la semana de vacaciones.
Me alegra que te conmuevan estas historias, sobre todo, con final feliz.
Abrazos.
- Que tal Javier. Ya ves que en la naturaleza entran historias de todo tipo, y éstas son precisamente por compartir con un animal herido o desvalido, las vivencias más amables.
Si es verdad; me parezco a los milanos y alimoches haciendo nidos con objetos diversos. Ahora, ya sabes que los pollos de paseriformes levantan mucho la popa para que sus progenitores recojan la bolsa fecal y llevarla lejos del nido. Pues créetelo que, no cayó ningún excremento ni en el gorro ni en el tazón, solamente en el papel que colocaba debajo de su área de acción.
Gracias por pasar Javier.
Abrazos.
- Buena pregunta Asterina. Su memoria afortunadamente, almacenó las primeras imágenes, que fueron la de sus progenitores y hermanos. Era el principal estímulo para conocer su especie, voz de contacto y canto. Durante la cautividad, con intervalos espaciados, podía escuchar el canto del macho de la especie y, sonidos ambientales por medio de un cd.
Pasó de la ceba fácil, a la captura complicada de presas vivas para engranar su instinto cazador; que por cierto fue algo peculiar, reclamaba con el pico abierto y apuntando hacia el lugar donde se hallaba la presa, como exigiéndole que se metiera voluntariamente. Ese paso lo superó a medida que el hambre se agudizaba. Al final, era capaz con la destreza de un adulto de capturar presas tan complicadas como los saltamontes, incluso, siguiendo su trayectoria en sus súbitos impulsos. Ejecutaba unos vuelos imposibles.
Han sido 19 días de cautiverio utilizados para su desarrollo principal; la correcta alimentación para conseguir una correcta musculación y tejido adiposo (almacén de grasa, útil como reserva nutritiva)
En fin, sin tratar de adiestrar al pájaro, sólo sacarlo adelante evidentemente, llegó el día crucial, aparentemente con los deberes correctamente concluidos. Tuvo un espacio de tiempo en el que sin fijación, estuvo cerca de mi persona, hasta que finalmente fue perdiendo interés y, espoleado por la curiosidad comenzó a recorrer mundo.
A mi modo de ver la experiencia, creo positivamente, que el pájaro estaba en muy buenas condiciones para sobrevivir. También tuvo sus trifulcas con otros jóvenes de su especie y una curruca carrasqueña. La interacción con otros pájaros y su entorno, es un periodo de aprendizaje correspondiente a cuaquier joven del lugar.
Por supuesto, y como elemento de precaución, la suelta ocurrió en un paraje raramente visitado por personas.
Perdón por el tabique. Espero haber resuelto tu duda.
Saludos.
Qué entrañable y acogedora historia con final feliz!!! Así da gusto.
ResponderEliminarUn saludo
Que maravillosa historia para un animalín tan bello. Comprendo y comparto tu decisión de recogerlo, alimentarlo y cuidarlo hasta que estuviera preparado para alzar el vuelo y emprender su vida.
ResponderEliminarTriste dejarlo marchar, pero necesario, supongo que tú por un lado te sentirían bien por haberlo socorrido pero seguro que te habrá invadido un poco de tristeza al verlo alejarse, tristeza que sólo se consolaría al saber que era lo que el colirrojo tizón necesitaba para realizarse como tal.
Te felicito, harían falta muchos como tú para que la naturaleza no se sintiera tan maltratada como lo está ahora.
Un abrazo
- Desde luego Juan: no todo es solamente observar aves en libertad. En estos casos, se ve muy de cerca la esencia pura de la vida.
ResponderEliminarSaludos.
- Hola Abedugu: mientras vea un animal en apuros, pasados los trámites de comprobación como; abandono por causas desconocidas, heridas o cualquier otra razón que le impida sobrevivir, actuaré sin dilación. Por supuesto si no hay otra opción como la del pollo del colirrojo, los suelo llevar al centro de recuperación. Lo de el colirrojo ha sido una excepción que se adivina, dado que la lejanía hasta el centro y la necesaria actuación para salvar al pájaro así lo requería.
Te da cierta pena por el apego que sientes por un pájaro realmente entrañable, al que llegas a conocer y disfrutar de su ímpetu juvenil mientras aprende todos los secretos de la técnica del vuelo. Cuando lo va desarrollando, notas como disfruta de su cada vez más cualificada capacidad de vuelo, y cómo va arriesgando en esos difíciles quiebros útiles para cazar que le caracterizaran como especie.
Pero por otra parte, el ave gana su libertad. Al fijarme en su profunda mirada, veía como la curiosidad se desbordaba ante la novedad vista con más posibilidades que en su día, como pollo desvalido y al borde de la muerte.
Lo peor hubiera sido su desinterés por el monte y la impregnación hacia mi persona. Creo que hubiera sido un fracaso.
Abrazos
Una historia fantástica que he leído con agrado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues me alegra profundamente Tawaki, sobre todo, por ser afortunado gracias a tu profundo respeto y aprecio por las criaturas de la naturaleza.
ResponderEliminarGracias por pasarte.
Abrazos.
Toda una oportunidad de vivir el día a día de un pajarillo con la correspondiente satisfacción de poderlo soltar.
ResponderEliminarPero ¡de qué manera se las apaña ese montoncillo de piel y plumas para incitarnos a cuidarle!
Una experiencia de lo más gratificante. Para ti y para el joven tizón.
ResponderEliminarSaludos
Lluís
Fico encantada lendo suas histórias... tão delicadas, Javier...
ResponderEliminarQueria te fazer um pedido: eu poderia usar uma foto sua numa postagem do meu blog?
É essa http://3.bp.blogspot.com/_w7s1rUTWcwE/THq9cOW2OpI/AAAAAAAABfM/e5gxBvjUT_o/s1600/IMG_1735.jpg
Beijos.
¿Cómo conseguías los insectos?. Un placer leerte.
ResponderEliminarEs de agradecer que existan personas con esa sensibilidad tan grande para con los animales y mucho mas si es capaz de transmitirla a los demás,hace que nos sintamos mejor, mas personas, gracias por el relato Javier como tu bien dices,estimula y fortalece. Un cordial saludo.
ResponderEliminar- Ha sido Jesús, una actividad muy, muy intensa, debido a la dedicación total al pájaro. Pero, realmente gratificante.
ResponderEliminarSaludos.
- Tal cómo lo comentas Lluís. Una historia completa, cuyo final, deshizo la incertidumbre sobre la impregnación del pájaro, al desaparecer éste con vuelo enérgico lentamente en su medio natural rocoso.
Saludos.
- Gracias Teca. Es un placer saber que la mencionada foto te haya llamado la atención. Utilízala, estaré encantado por ello.
Abrazos.
- Bikayak. Ése ha sido el mayor de los suplicios. Si hay algo difícil para criar a un pájaro insectívoro, eso es la captura de insectos, y no es por su dificultad, sino por la mala gana que me da entrar en la cadena alimenticia impuesta por la naturaleza. En fin. Los cogía entre las hierbas, bajo la madera podrida, bajo las piedras. Siempre las cantidades justas. En la ciudad, los alterné con larvas de Tenebrio molitor (gusanos de la harina) y papillas con insectos comprados en tiendas de mascotas.
Bueno, ya has descubierto la parte sucia de la cría del colirrojo tizón.
Gracias por pasarte.
Saludos.
- Muchas gracias Domingo: porque tus palabras también son muy estimulantes y de gran ayuda para que todos emprendamos una generalizada concienciación sobre la importancia de nuestro entorno y toda la vida restante que lo puebla.
Gracias.
Saludos.
Hola Javier, no lo sientas como algo sucio. Has hecho un gran esfuerzo y tienes los suficientes conocimientos como para obtener buenos resultados. Te lo preguntaba por si habías utilizado algún método porque sé lo que supone.
ResponderEliminarNo me des las gracias por visitar tu blog, es un placer. En el mio estoy introduciendo algún artículo sobre naturaleza. Lo he llamado "Descubrir la naturaleza desde un kayak". He comenzado con el Mirlo acuático con el que me identifico totalmente. Si alguna vez te pasas serán bien recibidas las aportaciones de un experto.
Salud
Qué tal Bikayak. Desde luego después de la experiencia nueva con cada animal, pues se conoce al individuo más que a la especie, me quedo con tus palabras de ánimo. Comentarte además que, sacar adelante a un pajarillo como éste, implica mucha dedicación aparte de una correcta alimentación en cantidad adecuada. Hay que saber de antemano qué tipo de alimento necesita; si es granívoro, carnívoro, insectívoro etc. de todos modos nunca hay que darles en principio materia vegetal si se tienen dudas.
ResponderEliminarEmpezaré con tu permiso colocándote en mi barra lateral para tenerte más a mano.
Está claro que has elegido el pájaro ideal para tu deporte favorito; el mirlo acuático.
Saludos.
Hello Javier
ResponderEliminarcompliments for these very nice pictures and blog.
well done.
greetings, Joop
Thanks Joop, you're welcome.
ResponderEliminarSe te echa en falta, espero que vuelvas a publicar pronto.
ResponderEliminarUn abrazo
Hacía bastante tiempo que no entraba en tu blog (razones de trabajo y estudio que se le va a hacer) y he de reconocer que tu hitoria del colirrojo me ha recordado experiencias que tuve con otras aves y que son tan reconfortantes. Son acciones tan sencillas y a la vez tan valiosas... en fin, enhorabuena amigo de la naturaleza, saludos.
ResponderEliminarCalceolusycentaureas.blogspot.com
-Gracias Abedugu, y no veas lo que me animan tus palabras pero…, es que he ido muy asfixiado. Espero a partir de ya, tener algo más de tiempo; no será por cosas que contar, que tengo el archivo lleno.
ResponderEliminarSaludos.
- Bueno Javier, si son razones de trabajo y estudios, mejor, pensaba que te había secuestrado el comando Almogávar de Oregón.
Cuando la cría del animal que sea sale bien, es motivo de satisfacción total para quién lo vive.
Suerte, con los estudios sobre todo.
Saludos.
hola a todos...hoy me a traido mi hijo un nido de colirojo tizon. No és que lo cogiera sin más estaba al lado de unas peñas que una escavadora iba a derruir él es como yo amante de los pájaros y meti los huevos a una pareja de canarios. Espero criarlos con vuestra ayuda para soltarlos despues que se valgan por si mismos alguien me puede decir como sacarlos adelante?
ResponderEliminarUma história absolutamente adorável de uma ação bem sucedida. Teu amoroso e sábio coração me encantou.
ResponderEliminarBeijokas.
Meu amigo, que história linda, ainda bem que entendes de pásssaros eu nãotive sorte, entrou um filhotinho pela janela de minha cozinha e se escondeu embaixo da mesa, o peguei,percebi que não estava mais voando, fiz um ninho, forrei com lã, estava frio, durante o dia tudo bem, mas a noite quando fui olhá-lo estava morrendo e percebi que era de frio liguei uma lampada próxima mas nada adiantou, chorei tanto, morreu porque eu não soube cuidá-lo, hoje sua história me lembrou de meu pequeno passarinho, beijos Luconi
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarestaba buscando imágenes de colirrojos jóvenes para identificar un pajarillo de una foto y me he encontrado con esta historia, y no me he podido resistir a leerla. Me ha gustado mucho ver las fotos de la evolución del pequeño colirrojo :) Felicidades y gracias por compartirlo.
Un roquero solitario al que crie, y convivio conmigo durante unos años desperto en mi el amor perpetuo a las aves, lo reciproco que este animal y yo nos queriamos era inimaginable,y los videos que poseo dejan sin palabras, no estaba en jaula y siempre en libertad, para mi no son animalitos, son mas, una experiencia de por vida y cariño
ResponderEliminarSi, es una maravillosa historia. Los animales responden positivamente con su particular gratitud las ayudas que los humanos les proporcionamos. Aunque estuve de vacaciones una semana en el pueblo, tuve que volver a la ciudad y allí, seguir con la cría del pequeño pájaro. De vuelta al pueblo, lo salté en el mismo lugar donde lo cogí y, allí terminó la historia. Estuvo poco más de una hora reconociendo el lugar cerca de mí hasta que se alejó.
ResponderEliminarHubiera estado bien que tuvieras un blog para haber contado tu historia a más gente con imágenes.
De todos modos, gracias por comentarlo Tino.
Saludos
Bonita historia , yo ahora mismo tengo una cría de mirlo con las patitas mal , lo vi un día antes con las patas bien lo deje para q se encargarán sus padres y en el camino se los encontró unos desaprensivos y lo han dañado , en el intento de recuperarlo estoy
ResponderEliminarTu historia me a dado esperanza
Bonita historia , yo ahora mismo tengo una cría de mirlo con las patitas mal , lo vi un día antes con las patas bien lo deje para q se encargarán sus padres y en el camino se los encontró unos desaprensivos y lo han dañado , en el intento de recuperarlo estoy
ResponderEliminarTu historia me a dado esperanza
Lo que hace falta es que el mal en las patas no sea ninguna rotura. Si son contusiones como la del colirrojo tizón, entonces curarán poco a poco.
EliminarEspero que todo vaya bien y la esperanza corrobore la recuperación.
Gracias por el comentario y, sobre todo, por tu buen hacer con los animales.
Saludos y suerte.
Hola, bonita historia, aunque han pasado algunos años desde que lo publicaste, nosotros ahora estamos en esta situación.
ResponderEliminarNos apareció dentro del garaje una cría de colirrojo tizon de tamaño como tu primera foto, pasada una semana ya se posa en ramas que le pusimos y revolotea un poco, tendrá aproximadamente 17 días.
Hoy ha empezado a picotear la pasta de cría y a comer insectos vivos por él mismo, pero nos sigue piando porque le damos además gusanos de harina secos (rehidratados con agua).
Es la primera vez, que tenemos esta situación, y no sabemos cual es el momento idóneo para volver a soltarlo.
Un saludo.