Curiosamente, esta formación pétrea de fisonomía espectacular, se originó en las frías y solitarias tierras de Teruel. Que, por cierto, si que existe y como veis, de manera imponente.
Se denominan Órganos de Montoro por la similitud que tienen con los tubos de un enorme órgano medieval. Se pueden ver, entre el pueblo de Montoro de Mezquita, y Villarluengo. Es un conjunto de estratos calcáreos del Cretácico Superior, que durante la orogenia alpina fueron plegados, quedando en posición vertical. El viento, el hielo y la implacable acción del agua, hicieron el resto.
Personalmente, creo que es una de las más fantásticas creaciones trabajadas por el cincel implacable de la naturaleza; incluido, el resto del planeta. No exagero. El silencio y la admiración que provocan estas aristas de piedra caliza, rebeldes y afiladas como cuchillos, no dejan indiferente a nadie. Los Órganos de Montoro, aguantan ajenos con brava fortaleza, la incesante erosión que redondea a las demás formaciones pétreas, mientras ellos, se muestran altivos, agresivos con sus prominentes agujas y, ocupando merecidamente el soberbio esplendor que abunda en estas tierras turolenses.
- El río Guadalope, ha ido socavando la base rocosa vertical al arrastrar los materiales blandos (arcillas, arenas y margas), contribuyendo lentamente, al modelado de la obra actual del portentoso legado en forma de gigantescas estalagmitas.
- De influencia mediterránea, los bosques los componen distintas variedades de pino, dominando el carrasco y el negro; Además de, robles, encinas (carrascas, quejigos, coscoja etcétera) cuyo suelo apropiado es el calcáreo, que favorece su expansión. Las sabinas negras, enebros y boj, también tapizan las quebradas laderas; y en la umbría, los arces, azarollos y serbales.
Hola, Javier, has hecho un excelente reportaje sobre los espectaculaes Organos, paradigma natural del patrimonio singular y de gran belleza de Teruel. Lo vamos mostrando, para admiración de tod@s.
ResponderEliminarUn abrazo,
Luis.
Hola Javier! ¡qué paisaje espectacular! Misterioso, místico, lunar... ¡ no sé ! Es algo soberbio.
ResponderEliminarY las fotos que nos muestras hablan por sí mismas,
Gracias Javier por compartir tanto con nosotros.
Un abrazo, amigo !
Impresionantes estratos, de los que tenía noticia...y aún no tengo la fortuna de haberlos admirado en directo.
ResponderEliminarGracias por abrirnos la ventana, Javier.
Saludos.
A ver si vuelvo este otoño por las tierras turolenses y me puedo acercar a disfrutar esos paisajes. Para los "silíceos" el paisaje calizo nos reconforta de vez en cuando y si tienen aguzadas aristas más, a diferencia de nuestros cotidianos bolos graníticos
ResponderEliminar¡Hola Javier 16!
ResponderEliminarMe encanta la orografía de estas montañas, es distinta y ese dibujo que realiza de bloques plegados alzándose hacia el cielo es magnífico.
Me imagino el resto del paisaje con el rio Guadalope, los buitres leonados, el águila real, el macho montés y todas esa fauna que explicas vive por allí. Así como la flora que compone el paisaje.
Un bello lugar, solitario todavía y digno de disfrutar por todos esos seres que lo pueblan. Me ha gustado mucho esta entrada Javier. Un saludo.
- Gracias Luis; sobre todo, por tu insistencia en exponer para los aventureros y los también, amantes más cómodos de pantalla, tus andanzas por el Maestrazgo solitario. Sé, que disfrutas mucho de estas tierras.
ResponderEliminarSaludos.
- Tú misma, Mabel, has definido sobradamente la reacción en directo de la gente apreciadora de estos peculiares milagros geológicos.
Me alegra que te sorprendan y que te gusten, pues son, como dices: soberbios.
Saludos.
- Pues Javier, ya estás tardando. Y, cuando los veas frente a ti, me cuentas los detalles del acontecimiento.
Saludos.
- Será un acierto Jesús. No lo dudes, y disfruta además, del otoño tan colorido de estas tierras. A ver si este año nos sorprende más que el pasado.
Saludos.
- Aprovecha Clariana, y homenajéate con una escapadilla a la provincia del silencio; deja el ajetreo de Barcelona, que cuando vuelvas, lo tendrás chirriante y entero. Yo, quiero hacer lo propio con Monserrat, que al parecer por sus líneas curvas, es la formación rocosa opuesta a las puntiagudas cumbres de Montoro.
No te lo pierdas, la visita merece un hueco prioritario.
Saludos.
Javier, los conocía por haberlos visto en fotografía en alguna ocasión y con tu entrada, fantásticamente documentada como siempre, no haces otra cosa que despertar en mí las ganas de ir a contemplarlos, de sentir su majestuosidad y disfrutarlos desde el recogimiento que provoca ese silencio roto únicamente, tal vez, por el agudo reclamo de alguna rapaz en el cielo.
ResponderEliminarExcelente entrada.
Un abrazo.
No los conozco, pero me dan ganas de ir. El bosque mediterráneo me gusta y esas formaciones rocosas tienen muy buena pinta.
ResponderEliminarUn saludo.
- Trotalomas, las fotos, rara vez aciertan a dar la imagen real de muchos de nuestros paisajes. Siempre falta espacio para escenificar la grandeza de estas magníficas moles de piedra tallada por el paso del tiempo.
ResponderEliminarPuede que sea un futuro lugar para el asentamiento del quebrantahuesos, ya que existen varios avistamientos por gente de la zona que los conoce.
Saludos.
- Tawaki, lo dicho: déjate llevar por tu instinto aventurero y descubrirás otro capricho más de la extravagante naturaleza.
Saludos.
Los conozco¡¡¡ he estado, jeje, y me dió la sensación de estar en el mundo yo solo, el sonido del silencio, la quietud y, al mismo tiempo la grandiosidad de estas moles, el sonido de la naturaleza..
ResponderEliminarMágicos, además de magicos, claro.
Un reportaje fantástico.
Un abrazo¡¡¡
A Salto De Mata
Este blog es precioso. Le hago un enlace al mío.
ResponderEliminarUn abrazo.
Uf, si ya imagino, Javier, que las fotos difícilmente recogerán su majestuosidad. Y si ya con ellas dan ganas de ir y contemplar esos paisajes, imagino que la experiencia debe de ser alucinante. Por eso, por eso me dan ganas de ir, jeje. A ver si prontito... ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Claro que Teruel existe, tenemos la gran suerte de vivir en un país de gran diversidad y todo él digno de ver y Teruel no tenía que ser menos.
ResponderEliminarMe gustan las montañas quizás porque vivo en un lugar en donde ellas son protagonistas de una buena parte de nuestro paisaje y son bellísimas, pero no por ello dejo de admirar otras montañas tan fantásticas como la que hoy nos muestras.
Un disfrute para la vista y una manera de conocer un poco mas la orografía de nuestro país.
Buen día.
Hace unos años todo era "más posible", ahora no sé que pasa que te vas cargando de responsabilidades, aunque quizás para otros serían pequeñas, pero que te impiden moralmente viajar, de todas formas me apunto "Los Órganos de Montoro"... y del Universo, para en un futuro poder realizar esa excursión, pues tampoco está tan lejos.
ResponderEliminarUn saludo.
- Veo que los conoces muy bien Miguel. Mágicos y magicos, en efecto, una gran definición.
ResponderEliminarGracias.
Saludos.
- Spoky, ya hace tiempo que me río con tus entradas y no te imaginas cómo.
Haré lo propio; lo merece tu gran trabajo.
Abrazos.
- No te los pierdas Trota, y si te decidieras, me das un toque.
Saludos.
- Así es Algaire. Por supuesto, no olvidar entre tanta “naturaleza maravillosa”, el extraordinario Naranjo de Bulnes; sueño y pesadilla de muchos escaladores.
Saludos.
- Sinceramente, te deseo ese viaje con la máxima prontitud Clariana.
Esos viajecitos son cortos y más fáciles de compaginar si encuentras a alguien de confianza que te ayude con las responsabilidades; se ve que tú la tienes.
Si lo consigues, me lo comentas.
Abrazos.
Como han apuntado por ahí arriba, una obra soberbia. Menudo pedazo de artista el que la ha hecho.
ResponderEliminar¡Eso es una obra de arte y no lo que hace un servidor!
Un abrazo
La naturaleza es una gran obra de arte hecha por ella mísma. También ha tenido mucho que ver contigo y con tu habilidad, para que reflejes con tú conocimiento todo lo que ella te acerca para que se lo cuentes de nuevo pintado en un lienzo. Naturalmente, como tú sabes hacer Lluís.
ResponderEliminarSaludos.