domingo, 13 de junio de 2010

Ofidios: camisas de usar y tirar

Culebra de escalera joven (Zamenis scalaris) 160cm.
                 
Uno de los aspectos más llamativos de la biología de los ofidios es la capacidad de cambiar su piel. Lo hacen cada cierto tiempo al finalizar su utilidad, debido al prolongado uso en condiciones extremas donde viven estos reptiles. Esta acción se conoce científicamente como “ecdisis”. Los restos de la piel o muda que encontramos casualmente enredados entre la maleza de nuestros montes, son popularmente conocidos con el nombre de “camisas”. 

 

Culebra de collar joven (Natrix natrix)150cm.

La queratina, tiene un papel muy importante en la consistencia epitelial. Es una sustancia de gran resistencia al desgaste, presente en las escamas de los reptiles, uñas de mamíferos y picos de aves, etcétera. Es un compuesto inerte y de escasa elasticidad, por lo que su aplicación parcial a las heridas de la piel como: cortes o erosiones, resulta incompatible, dada su incapacidad para regenerar zonas concretas. Estos factores adversos, obligan a las serpientes cada determinado tiempo a renovar su piel. Dicha acción, la realizan con cierta periodicidad a lo largo del año. Los jóvenes, de crecimiento más rápido, mudan varias veces; mientras que los adultos, de crecimiento más lento, suelen hacerlo la mitad que éstos.




La culebra viperina (Natrix maura), dependiente del agua, es una culebra que puede alcanzar los 100cm., aunque su tamaño más habitual sea el de 70cm. La hembra es algo mayor.

Al cambiar su piel, la serpiente genera una secreción lechosa bajo la piel vieja, ablandándola. Esto le da una tonalidad gris-azulada y apagada (como la protección plástica de la pantalla de un móvil). La secreción es absorbida al cabo  de unos diez días, y la nueva piel, está lista para sustituir a la deteriorada. La muda se inicia desde la cabeza, una vez la serpiente encuentra el lugar adecuado para frotar su hocico contra algo áspero: una piedra, tronco o matorral, con objeto de levantar y despegar alguna escama labial. Tras Enganchar el fragmento desprendido, el ofidio se desliza, y la vieja piel se va despegando lentamente de su cuerpo, (como si tiráramos de la boca de un calcetín dándole la vuelta). Al terminar con la muda, su coloración y dibujo son nítidos y brillantes, (como la pantalla del móvil al quitarle dicha protección). Al secarse la piel desechada, presenta un aspecto y textura similar al celofán. Este fenómeno le permite desarrollar el volumen de su cuerpo, sanar heridas y eliminar parásitos externos.


Culebra lisa meridional (Coronella girondica). La mayoría de los ejemplares tienen como media los 60 cm., que sobrepasan fácilmente, llegando excepcionalmente a los 80cm.

Hubo un tiempo en el que recogía todas las camisas. Era algo enfermizo por llamarlo de algún modo (me lo decía un amigo). Pero no sólo recogía este tipo de restos, sino, todos los demás. Desde entonces hasta ahora, y gracias a la fotografía, me los llevo en la cámara, y dejo los originales para aquellos que estén por la labor o con la suerte de encontrarlos.


Culebra verdiamarilla (Hierophis viridiflavus) 180cm. Distribución: Pirineo y zona oriental del País Vasco.


Víbora hocicuda (Vipera latastei) De 60 a 75 cm.

Cuando una culebra tiene la cabeza cubierta de escamas como el resto del cuerpo, la cabeza triangular con las pupilas verticales y una expresión muy amenazadora, entonces se trata de una víbora (vipéridos). Éstas si que hay que mirarlas con precaución, familiarizarnos con el riesgo que entraña su peligrosidad ya que, pueden hacernos caer en un fatal error de cálculo.


Primer plano de la cabeza de un ejemplar de pequeño tamaño. Se aprecia el cuenco ocular, las placas craneales y las escamas; todo inverso. Entre las cuencas oculares están las placas superciliares, y en el centro, la placa frontal; ésta última es alargada, y más estrecha que las superciliares: son rasgos inconfundibles de la bastarda. En el resto de colúbridos, la placa frontal es tan ancha o más que las superciliares.


Vista de las escamas ventrales de la camisa.


Escamas dorsales.

 

Ayudada por la reseca vegetación, la culebra bastarda ha dejado su antigua piel.

 

La culebra bastarda (Malpolon monspessulanus) es la mayor de la península y de Europa. Puede alcanzar los 240 cm de longitud. Las hembras son menores. 
Camisa de culebra bastarda: 180 cm. A la izquierda y casi a mitad de la funda, hay un euro que sirve de referencia.

27 comentarios:

  1. ¡Vaya! Parece que coincidimos en hacer entradas de serpientes esta semana.

    Yo también era colector de "camisas" de serpiente, pero con la finalidad de determinar la especie con seguridad para usar el dato en el atlas de distribución.

    La mayor satisfacción al respecto la conseguí con unos buenos amigos. Uno de ellos había visto la semana anterior una culebra de herradura, la primera cita para la Comunidad de Madrid. Intentamos repetir la suerte y lo que encontramos fueron nueve camisas de recién nacidas. Las serpientes suelen mudar al poco de nacer y no les ha dado tiempo a separarse de sus hermanas. Se veían perfectamente los dibujos reflejados en las escamas identificando claramente a la especie.

    ResponderEliminar
  2. Bueno Jesús, es lo de menos coincidir en este tipo de criaturas tan envolventes y fascinantes. Personalmente, aunque todos nos pusiéramos de acuerdo en abrir con los ofidios como tema, algo habría de nuevo en cualquier entrada al margen de las fotografías; como las experiencias personales, por ejemplo.
    Las camisas que recolectaba eran para determinar su especie archivándolas en el fichero de la asociación.
    La primera culebra de herradura que vi, fue un ejemplar muerto que un amiguete escalador (Alfredo), me pasó. La encontró en la base de Las Paredes Negras en Morata de Jalón (Zaragoza); creo que fue una de las primeras citas para Aragón.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Vaya entradón Javier!!!!
    La he leído de arriba abajo y la he releído!!. Los ofidios me atraen desde pequeño, me hacer acordar cuando me iba a un riachuelo a coger culebrillas y meterlas con renacuajos!!! chiquilladas de la infancia. Esa fascinación de cogerlas, mirarlas y luego soltarlas!. El olor tan particular que te dejan las acuáticas a sardina podrida!. Lo poco que salido estos días con la bicicleta he visto más de 7 bichos atropellados, destacando las bastardas. Magnifica la foto de la Verdiamarilla la cual nunca he visto al igual que la V. de Seoane y Aspid son las que me faltan!!
    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Una cuestión que se me olvidó. He visto a varias personas que ponen de nombre genérico a la culebra de escalera " Rhinechis". Esta es de distribución europea?. Esta es mi duda, ya que yo la conozco como " Elaphe". Ha cambiado la nomenclatura?? o está permitido ambas?, ya que esto es algo vivo y en continuo cambio!!!
    Muchas gracias
    Un saludo JAvier

    ResponderEliminar
  5. UAU! Lindas fotos... mas confesso que as cobras me assustam...

    Vou-me indo de pressinha... :)

    Beijos.

    ResponderEliminar
  6. Buenas, Javier.

    En mi blog dejo una cosilla para ti, por si quieres pasar a recogerla.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. - Hola Juan.
    Tienen una gran atracción estos reptiles alargados. No eres tú el único que has hecho barbaridades en botes y botellas; yo lo hacía con las mantis y los saltamontes. Ahora, soy incapaz de echar una mosca en una tela de araña, ni siquiera para una foto.
    La culebra verdiamarilla la fotografié en el pirineo catalán. Ciertamente, una maravilla de culebra, y una suerte haber dado con ella.

    El cambio del género Elaphe por Rhinechis recomendado por herpetólogos de renombre, obedece a profundos estudios biológicos sobre dicho género. Así, el género Rhinechis combinado con el taxón scalaris gana precisión gracias a los datos obtenidos. Esto es mucho para mí. De todos modos te dejo el enlace de La Sociedad Herpetológica Española. Tú, que vas ha ser un grandísimo biólogo (no me decepciones), te familiarizaras mejor en este campo.
    Por cierto, me tengo que poner al día también con los cambios en ornitología, que los hay.
    Perdona por contestar tan tarde; es el trabajo que me absorbe el tiempo disponible.
    Saludos.


    - Teca, salvo las víboras, el resto son mucho genio pero nada más. Son, como ver un puzzle de colores, con las piezas completamente terminadas y bien ajustadas. Me gusta ver la perfecta organización de las placas de su cabeza y el despliegue tan ordenado de sus escamas dorsales, y por supuesto; la suavidad deslizante de las más grandes que corresponden a la zona ventral.
    Saludos.


    - Hola Trotalomas. Me he pasado por tu blog, y sigo agradeciéndote infinitamente las sensaciones que transmites con tus gritos de lucha, canalizándolos a través de una elocuente y sincronizada capacidad de expresión.
    Gracias.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  8. - Juan. (Qué día llevo) El enlace:

    http://www.mma.es/secciones/biodiversidad/inventarios/inb/pdf/lista_herpetofauna_2005.pdf
    Saludos.

    ResponderEliminar
  9. Es un mundo desconocido para mí, este de las serpientes como tantos otros. Me encanta toda esta historia de las "camisas" debe de ser fascinante entrar en esa relación con la Naturaleza y encontrar todos estos vestigios de serpientes, no me extraña que te obsesionaras con el tema de los restos.
    A mí aunque me gustan mucho los animales, no he pasado de una fase contemplativa en la mayoría de los casos -salvando la de algunos animales domésticos- supongo que el haber vivido años, bueno desde siempre, en la gran ciudad debe de condicionar bastante, aunque naturalmente se pueda salir.
    Es importante tener algo especial, como ese contacto que tú tienes con toda esa serie de animales diversos. Gracias por todo lo que se aprende en tu blog. Saludos.

    ResponderEliminar
  10. En cuanto a las serpientes desconozco a casi todas, excepto a la de collar, que me ayudasteis a identificar en aquella escena tan buena que fotografiamos y que ya colgué en una entrada.

    Me he cruzado con muchas, pero apenas se dejan ver, se esconden tan rápido que para mí es imposible. Y la verdad que no voy luego a molestarlas.

    Camisas también he visto bastantes, pero no me ha entrado la "neura" del putifo tontín ;););)

    Muy buena entrada!

    ResponderEliminar
  11. - Pues Clariana, tienes que salir más a menudo. Incluso cualquier parque con abundante arbolado en la ciudad sirve de ejemplo para observar, no sólo a las aves más comunes, sino, a otras más escurridizas si se presta mucha atención. Se puede llevar guía de aves o, como hace Abedugu; simplemente observar, sin más.
    Las culebras no tienen el tacto caluroso de un gato, pero su textura, es muy agradable al contacto con las manos: sobre todo, cuando de desliza entre ellas. Por supuesto, evitar que sean venenosas, como las víboras; o malolientes, como la culebra de agua. En el comentario, me refiero a cogerlas en algún terrario de zoo. En el de Santillana del Mar, dejaban tocarlas en presencia del encargado, naturalmente.
    Saludos.


    - Bueno Mamen, desconoces a casi todas pero la secuencia del adulto de collar es impresionante y de revista de ciencia. Es una fotografía que produce auténtica angustia.

    Las que veo y a veces capturo, suelen estar quietas soleándose en caminos o peor todavía, en carreteras. Hace unas semanas, me tocó parar con la furgoneta a las tres de la tarde para retirar a una de escalera en medio de la carretera, que era enorme. Me toca molestarlas en estas condiciones muchas veces, como muchas veces me toca verlas chafadas. Da mucha rabia no llegar a todas.

    Pues si hubieras recogido las camisas, podrías haber montado una tienda de segunda mano. Vengativa.
    - ¿Ese putifo que mencionas, además de tontín era prostituto? ¡Jate! Como te has pasado. :p
    Saludos.

    ResponderEliminar
  12. Con esta entrada el "cambiar de camisa" deja de ser algo reprochable para convertirse en una saludable costumbre (para las serpientes, claro).
    No es que sea muy de ofidios, pero sí que probé a cogerlas entre mis manos...y pringarme con la excreción de las culebras de agua.
    Mi mayor hazaña con los ofidios fue bañarme entre serpientes marinas, acompañado por Jesús Dorda (que siempre es una garantía).
    Saludos...en mangas de camisa.

    ResponderEliminar
  13. Lo primero felicitarte por las fotos, son magníficas y lo segundo por el texto, hoy aprendí mucho sobre serpientes ya que en mi zona no debe de haber muchas porque yo no vi todavía ninguna.
    Me encantó esto que dices en un comentario: "Ahora, soy incapaz de echar una mosca en una tela de araña, ni siquiera para una foto".
    Yo ahora pongo muchísima atención para no pisar ni matar a ningún animal incluso si entran moscas en mi casa, abro la ventana y les invito a salir.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  14. - Estos reptiles Javier, con tanto cambiar de trapitos pecan ciertamente de coquetería.
    Las culebras de agua son las más dóciles, pero a cambio, tienen esa desagradable costumbre de expulsar su maloliente excreción extendiéndola con disimulo por el antebrazo, mientras se enreda la muy traidora. Y que mal huele…
    Las serpientes marinas son palabras mayores, y a mí el médico me recomendó que la sal, cuanta menos mejor.
    Saludos con cualquier camisa (menos la de fuerza; y menos, a la fuerza)


    - Bienvenida por aquí Leodegundia. Siempre es bueno contar algo sobre estas eternas perseguidas: las serpientes. Mirándolas con prudencia y siguiendo precavidamente sus avisos audibles (bufidos), y con la pertinente distancia, se puede pasar uno largo rato observándolas cuando están todavía frías al punto de la mañana. Sólo hay que dejarles salida si se encuentran incómodas no colocándose delante.
    Nunca he captado una secuencia fotográfica poniendo a otro animal de cebo. No soportaría su agonía por estrés.
    Gracias por pasarte y hasta cuando quieras.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  15. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  16. Quisiera hacerte una aclaración porque es posible que no lo sepas y mis comentarios una vez con un nombre y otras veces con otro quizás te despisten. Leodegundia, Algaire y Abedugu son la misma persona, tengo tres blogs y en cada uno utilizo un nombre diferente lo que suele despistar a algunas personas por eso te lo digo aunque procuraré comentarte siempre con el mismo si tu quieres.

    Un abrazo y buen día.

    17 de junio de 2010 00:16

    ResponderEliminar
  17. - Pues gracias por la aclaración Abedugu. Tengo tan poco tiempo para fijarme en las cosas que me despisto fácilmente.
    El camino entre la vegetación, sigue incitándome a la aventura pajarera. Una bonita obra, sin duda.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  18. Jejeje, parece que todos estamos muy vinculados a las serpientes últimamente (estoy preparando una entrada en la que aparecen, aunque algo peor paradas que los hermosísimos ejemplares que nos muestras en la tuya). A mí, con todo el reparo que pueden dar por (como casi siempre) nuestros prejuicios culturales, son seres que me parecen fascinantes.

    Por desgracia, de camisa no sé, pero de chaqueta cambian nuestros políticos a la primera de cambio para unirse al equipo ganador del momento, que no es, casi nunca, el medio ambiente.

    Un fuerte abrazo, Javier.

    P.D.: Abegudu, veo que no soy el único con triple personalidad bloguera del ciberespacio... eso me tranquiliza: ¡no estoy tan mal como creía! Jajajaja. Un saludo.

    ResponderEliminar
  19. En mi pueblo, me he encontrado varias camisas de culebra bastarda y de escalera.

    Este post me ha gustado especialmente pues soy un profundo admirador de los ofidios, sin entender porque están tan satanizados, cuando se encargan de hacer un papel fundamental en la cadena natural.


    Espero cita para ese lugar tan impresionante.

    Un abrazo fuerte Javier



    A Salto De Mata

    ResponderEliminar
  20. - Bien Trotalomas, será un placer ver tu entrada, y con toda seguridad, tan elocuente como es tu costumbre y habilidad retórica.

    La chaqueta de los políticos tenía que ser la pelota picada, que es como se merecen quedar en este mundo.
    Un abrazo.


    - Hay gente Miguel, que todavía sufre el síndrome de la serpiente y la manzana; y claro, así les va a los ofidios.

    Como soy autónomo (ya te puedes imaginar), en cuanto organice a los clientes, te doy el día que lo haré en tu blog.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  21. Cuánto tiempo hace que no entraba en tu blog, pero veo que sigues con tus entradas interesantes de cabo a rabo. Vaya lección de biología aplicada nos das en cada entrada.
    Un cordial saludo
    (calceolusycentaureas.blogspot.com)

    ResponderEliminar
  22. Qué tal Javier. Te he ido siguiendo en tus entradas, aunque no haya comentado al saber del traslado a tu nueva ubicación. Suponía que algún día terminarías de establecerte después del trasiego y complicaciones que acarrea tal hazaña para seguir atendiendo tu blog. Espero que sea un acierto tu nuevo hogar.

    Bueno, nada de lecciones a nadie, y menos de biología. Estas páginas que tengo el privilegio de compartir con vosotros, son solamente momentos vividos muy valiosos, intensos y de cosecha propia, para gente sencilla y curiosa como la que os pasáis por aquí. Datos que quizá en alguna ocasión puedan servir como citas puntuales.
    Bienvenido de nuevo.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  23. Muy interesante todo lo que explicas en esta entrada, junto con las fotos tan explícitas.
    Personalmente no les tengo aprensión a los ofidios, como siempre, creo que deberíamos aprender de todos y cada uno de los integrantes del Reino Animal.
    Dado que estoy más enterada de la fauna australiana (por los años que viví allí) y a sabiendas que Australia es un continente (probablemente el único) donde el número de serpientes venenosas es mayor al de las inocuas, con la Mamba negra como la más peligrosa, aunque también está la verde y la gris, estas entradas tuyas me están abriendo un nuevo panorama de conocimiento. Lo que agradezco.
    Un abrazo !

    ResponderEliminar
  24. Por fortuna Mabel, aquí, no tenemos nada más que tres especies venenosas que son las víboras, y salvo que muerdan en zonas muy concretas, no tienen mucho peligro.
    Qué suerte haber vivido allí en Australia con toda su fauna marsupial, y el carácter proteccionísta de este continente tan especial, que es un ejemplo. Las serpientes allí, desde luego que son de cuidado, y las víboras más mortíferas. Y si te echas al agua tan cálida de sus playas, menudos peces los que merodean por ellas.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  25. Precioso blog,puntualizar ke en Australia no existen Mambas (Dendroaspis) son todas Aficanas,os invito a neustro blog de naturaleza gallega,por cierto en ke localidad fue pillada la verdiamarilla :)

    www.saramaganta.org.
    un saludo :)

    ResponderEliminar
  26. Buena entrada, me ha gustado mucho. Te visito regularmente, me gusta mucho este espacio. Enhorabuena y a seguir con este buen nivel.

    Un saludo.

    Víctor

    ResponderEliminar