Así tratamos, o vemos en España, nuestra cultura. Es hora de limpiar nuestra mala imagen.
-A un lado, la maltratada literatura; esa sensación personal y emocionante de uno, de varios, e incluso de millones de lectores al compartir el mismo contenido, la misma ilusión, y la misma senda de vivencias con autores y protagonistas de un verdadero arte: la escritura con su encuadernación. Una cultura para heredar cómo tradición perpetua.
-Al otro; el impostor. La miseria, la barbarie y la ignorancia por imposición.
Me ha gustado su blog, pero amigo ¿no cree que debemos respetar a todo el mundo? quiero decir a las personas como tal, a unos nos gusta unas cosas, a otros, nos gustan otras, pero lo que más nos gusta es el respeto de las personas, perdón por mi intromisión y gracias por su buena dirección
ResponderEliminarMe ha impactado tu blog y quiero aclarar a la persona que habló de respeto de las personas, ¡¡ qué pasa con el respeto a los animales que sufren una tortura sin parangón!!
ResponderEliminarHay una ceguera total y una falta total de captación de lo que RESPETO, significa y lo peor,es que están totalmente deshumanizados ¿es que los taurinos no pueden ni por un segundo ponerse en la piel del toro?
Un saludo afectuoso desde Argentina.
Mabel (antitaurina)
-Encantado Higorca de tu visita por el blog. Realmente, la frase “la cultura de los imbéciles” no es mía, la leí en un blog en respuesta al comentario en la cope del Defensor del Pueblo Enrique Múgica, cuando éste llamó a los antitaurinos “tontos” por no entender ni apreciar el arte del toreo. Estas son sus palabras:
ResponderEliminarHablar a tontos es muy difícil. No hay argumentos racionales para defender el toreo.... es como demostrar racionalmente la existencia de Dios, que o se cree o no se cree. Hay algunos que quieren defender racionalmente los toros. Es una sensibilidad, o crees o no crees. Tienes o no tienes sensibilidad para explicar la estética de la lidia. Vaya usted a explicar a los tontos la estética del toro. ¡No cabe la demostración!
Le contestó el bloguero textualmente: “Si el señor Múgica o cualquiera, se considera apto para convencerme de que inyectar una puya de 30 centímetros en el lomo del toro, clavarle seis arpones balleneros y atravesarle los pulmones con una espada hasta que el toro se ahoga en su propia sangre hay que entenderlo como estética y sensibilidad del arte, éste es su arte y su cultura, “la cultura de los imbéciles”. No sea tan ignorante, y no nos trate cómo a estúpidos vendiéndonos semejantes declaraciones.
Sigo creyendo que la tauromaquia es una impostora, un fraude y un espectáculo cínico y sangriento que jamás debería mezclarse con la cultura. Como lo demuestra la ilustración.
No puedo respetar la violencia del maltrato. Lo siento.
Saludos.
-Bienvenida al blog Mabel G.
Quizás, ya que nos cuesta tanto evitar el maltrato a nuestros semejantes, debiéramos de volver al origen de nuestros actos invirtiéndolos, a ver si así, tratando mejor a nuestros compañeros de planeta los animales, somos capaces de hacerlo mejor con el resto de las personas.
Gracias por pasar. Saludos.
Realmente estas costumbres, por desgracia aún presentes y por fortuna cada vez más cuestionadas, representan menos a esta tierra y a sus gentes.
ResponderEliminarUn nuevo sentir, una nueva sensibilidad y una nueva manera de ver y hacer las cosas va llegando, lenta pero paulatinamente.
Según van las cosas opino que a esta aberración no le quedan más de unos años...
Saludos.
En su momento quemar mujeres, a las que llamaban brujas, también era una tradición. Con el tiempo, ciertas tradiciones van desapareciendo, a la par que nos civilizamos, espero.
ResponderEliminarCuanto más escucho a los protaurinos más antitaurino me siento.
-Estoy contigo Anzaga de que este tipo de costumbres van a la baja poco a poco. Como manchego que eres, y habitante de la tierra que vio pasar al ilustre hidalgo, seguro que a ti, como a tantos otros, te deprime enormemente esta intrusión infame de la tauromaquia, pretendiendo hacer sombra a un autor de arte y cultura universal y su creación, mediante una mediocre humillación y abyecto sufrimiento a un toro perdido en su angustia.
ResponderEliminarAntonio Muñoz Molina escribe:
“no deberá extrañarnos que fuera de
nuestro país mucha gente siga pensando que toda nuestra cultura son las corridas de toros. Si yo fuera pintor español,
incluso si fuera pintor español aficionado a los toros, me causaría cierta desolación que el único artista español digno
de la atención del crítico estrella del New York Times sea el torero José Tomás.”
Artículo completo. http://www.asanda.org/crestomatia/2008-06-14-pais-arte_matar.pdf
No se puede colocar la tauromaquia en la estantería del Quijote, nunca.
Saludos.
-Cuidado Jesús que, por un comentario similar a tu tocayo Jesús Mosterín director editorial de “Fauna”, los ambiguos periodistas (los que no se atreven a mojarse) le criticaron duramente dicha comparación. En su caso, era sobre el maltrato a la mujer y la ablación, cuyas costumbres fueron y serán aniquiladas por razones obvias. El ejemplo con la mujer o el hombre me es indiferente si la finalidad es erradicar sin contemplaciones la maldita violencia, ejercida gratuitamente a seres vivos y tapada con absurdos eufemismos.
Saludos.
La verdad es que el Defensor del Pueblo se lució, da igual la posición en la que se esté, el respeto es innegociable.
ResponderEliminarPolémico y acertado post, Javier.
Yo también noto las muletas algo dobladas, jajaja.
Un fuerte abrazo.
A Salto De Mata
El Defensor del Pueblo se merece mucho de lo que han escrito sobre él. Se sintió muy arropado y cómodo, este arco iris político cuando se permitió el despropósito de faltar con argumentos zafios. Un auténtico impresentable.
ResponderEliminarDe todos modos Miguel, no cambies ese nivelón de vida y come mucho, no te me quedes en los huesos. Conozco a un calderero muy bueno que te puede reforzar las muletas con unas buenas vigas, pero sobre todo, no te me debilites.
Saludos.
¿Qué te voy a contar Javier? Ya sabes lo que pienso. No entiendo que los taurinos hablen de respeto. Lo primero que hay que respetar es al animal que sufre de esa forma tan salvaje. Yo tampoco me puedo quedar callada viendo esa barbaridad. ¿Por qué al toro le otorgamos un papel distinto al de un perro? Si esa tortura se la hiciesen al perro de un taurino más de un taurino pondría el grito en el cielo. ¿Qué diferencia hay? Por desgracia para el toro le ha tocado otro papel.
ResponderEliminarY yo por suerte no tengo esa "sensibilidad" que dicen para apreciar ese "arte", pero tengo sensibilidad para apreciar el sufrimiento del animal al que están torturando hasta morir, y lo siento, NO LO ACEPTO, NI LO PODRÉ RESPETAR NUNCA.
Hola Mamen. Necesitaba una entrada sencilla para solidarizarme con todas y todos que habéis protestado a vuestra manera en vuestros posts sobre tanto cinismo tradicional. Ahora me encuentro mejor. No me cabe duda, acerca de tu aversión hacia este tipo de festejos miserables contra los toros. Y es por ello, por lo que lucharemos en contra de esta cultura cada vez más rancia y mezquina, cuya finalidad apoteósica del crudo espectáculo es, desgarrar las carnes del toro, utilizando útiles cortantes y punzantes al más carnicero estilo medieval.
ResponderEliminarHe de preparar con tiempo, ilustraciones más impactantes y más provocadoras. Lo haré.
Saludos.
Qué decirte, amigo, de la nefasta ignorancia de que hacen gala los taurinos y sus manifestaciones hueras en defensa de "La Fiesta".
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada, breve pero sentida, que ha arrancado de quienes te leemos las ganas de reflexionar y hablar en torno a lo que alberga. Uno puede creer o no en la existencia de un dios mientras no haga que los demás lo compartan bajo el miedo a la sangre y la muerte (como ocurriera en tantas ocasiones pasadas con todo tipo de religiones). Mientras no sea así, por mí es libre de creer lo que quiera. Pero la tauromaquia implica, por definición, el sufrimiento de un ser vivo por el mero (y dudoso) gusto de contemplar ese sufrimiento. En el toreo lo único que puede haber es MALAS ARTES.
Un abrazo.
El término cultura es tan amplio como ambiguo. Si consideramos cultura como conjunto de conocimientos y sentimientos que se aprende y transmite...no cabe duda de que la tauromaquia es una cultura, un tipo de cultura...como hay otras, por ejemplo: el culto a la muerte de los legionarios.
ResponderEliminarCreo que es mejor poner las cosas en su sitio y no sacralizar ninguna palabra ni concepto. Cultura es un término que no siempre ni necesariamente equivale a desarrollo del ser humano ni a su avance moral. Hay muchas manifestaciones culturales que sí contribuyen a ello, pero la tauromaquia (por muy cultural que sea) jamás lo hará.
Otro tanto sucede con la tradición, como costumbre transmitida entre generaciones...lo que tampoco implica que lo transmitido y repetido sea necesariamente un aporte positivo para las personas que lo hacen.
Resumiendo: la tauromaquia puede ser considerada una manifestación cultural y las corridas de toros una tradición...pero eso no hace de la tauromaquia algo sagrado, ni intocable, ni mejor que otras culturas sustentadas en el sufrimiento de otros seres...por mucha estética con que se les quiera edulcorar.
Saludos.
Qué bien habla Barbadillo :):)
ResponderEliminarY la ilustración es tuya? Está genial. Te importa que la copie para subirla al muro de la Plataforma para la Abolición de la Tauromaquia en el Facebook?
-Trotalomas, hay muchísimo trabajo por hacer entre manifestaciones y firmas. Tenemos desgraciadamente, a la alta alcurnia a favor de esta tradición despreciable. Y, para más INRI, a una cuadrilla nutrida de progres casposos, identificados con este vestigio terminal del espectáculo de tortura y ejecución en vivo.
ResponderEliminarSaludos.
-Pues Javier, es evidente que no te falta razón.
Cultura es precisamente: “el conjunto de conocimientos y sentimientos que se aprende y transmite entre generaciones de seres vivos”, sobre todo de la humana. Otra cosa es, que la mayoría de la gente lo consideremos o queramos considerarlo así.
El arte paralelamente, tiene una lectura similar, y también, engloba un conjunto de incontables posibilidades que entrañan cultura educativa de sentimiento moral y positivo (pinturas, bordados, escultura) o, la variante negativa como es; (la guerra, o la tortura entre otras). Arte es: la habilidad, disposición o aptitud para hacer o, conseguir algo. Depende de cada cual, se puede optar por una o por otra.
Supongo que…, la gran masa social deseamos precisamente que algún día, cultura y arte, signifiquen la transmisión y aprendizaje de los conocimientos “no cruentos”.
Saludos.
-Si Mamen. Es que Barbadillo, gusta de poner los puntos sobre las íes, como lo hacía en su tiempo, Fernando Lázaro Carreter (Real Academia Española).
El dibujo es mío. Puedes utilizarlo libremente; me fío de ti.
Saludos.
Hace unos días pude ver la cogida de un conocido torero. Pude ver su sangre esparcida en la arena del ruedo. Pude ver los rostros desencajados y angustiados de familiares y amigos ante lo ocurrido. Seguramente los seguidores de este "arte" tendrían el alma en un puño igualmente. Pues eso, eso es lo que sentimos los que además nos importa la vida de los toros y que al parecer tanto les cuesta comprender. Y en definitiva es el mismo sentimiento. La angustia de ver sufrir a un ser vivo sin necesidad.
ResponderEliminarLa diferencia es que al toro ya le han escrito su destino.
Saludos
Qué mundillo más morboso y cutre, Lluís. Aunque en el fondo me impresiona la cogida del torero, más por su fallo que por acierto del toro, al estar el animal totálmente fuera del mundo con tanta herida y dolor en sus carnes, no renuncio al placer de la venganza de un ser; el toro, que se defiende ante una despreciable criatura en busca del ego glorioso vitoreado por el populacho de las gradas. Cuestión de lucha, pero muy desigual.
ResponderEliminarSaludos