Me llamó la atención ver a este macho de gorrión común (Passer domesticus) con material para el nido y, sobre todo, descubrir con los prismáticos que lo que portaba era un embarullado y fino cordón. Parecía el preámbulo de un final que pude ver hace algunos años y con un resultado bastante dantesco.Introduciré un apunte observado mientras descansaba sentado en un florido patio de la casa de un pueblo. Su dueña siempre se quejaba de la plaga de gorriones que devoraban sus plantas ornamentales –no dejaría ni uno, decía- era obvio que las plantas a ras del suelo estaban bastante picoteadas, aun así yo trataba de calmarla, añadiendo que, lo más importante era los insectos que estos pajarillos consumían de sus macetas durante la época de cría. Bueno, con la mirada perdida entre los vencejos, gorriones, aviones y golondrinas apareció una hembra de gorrión común con algo en el pico. El pájaro se posó sobre un tejadillo sin alarmarse de mi presencia, aceptándola como algo habitual. Ello me sirvió para comprobar que lo que portaba en el pico era una de sus crías recién nacidas, muerta. La depositó con sumo cuidado sobre la teja y quedó unos segundos posada, parecía como si le costara abandonarla. Para acreditar que estaba en lo cierto con mi sospecha, di unas palmadas y se fue; entonces comprobé que, en efecto, era un pollo recién nacido. En un día de brisa socarrada y a las 14´35 horas de una tarde de julio, era fácil que un pajarillo con escasos minutos de vida sucumbiera.Cuántas veces se repetirá esta secuencia en tantos y tantos nidos a lo largo de cada año.Volviendo a la introducción y, enlazando a raíz de dicha observación otro viejo recuerdo, hallé hace unos años como decía, un nido de gorrión común bajo un alero cuyas ramitas asomaban del hueco. Había además, un elemento que colgaba de un fino hilo. Se balanceaba con el viento como un péndulo y, como era de esperar, la curiosidad se apoderó de mí. Accedí hasta alcanzar el lugar idóneo para confirmar qué era, y quedé estupefacto al comprobar que se trataba de un pollo de pocos días, muerto. El fino hilo plástico salía del interior de su pico y, a su vez, estaba enganchado a la embarullada construcción de ramitas. Tiré del filamento lentamente, sujetando al malogrado pollo del cual salieron cinco centímetros más del hilo mortal. El resultado antes de la tragedia por el desafortunado aporte al nido, pudo ser el de una ceba en la que todos los pollos pretendían ser cebados en primer lugar. Quizá, éste ejemplar fuera el más fuerte y alcanzara más altura que sus hermanos, topando con el factor natural de la mala suerte que no era otro que el del cordón cruzándose entre el hambriento pico del pequeño y el aporte alimenticio del adulto. Tragar la ceba llevó consigo la ingesta del mortal cordoncillo, fulminando así la vida del pollo en una cruel agonía. Y, como repitiéndose la historia, uno de los progenitores trató de acarrear al pollo muerto que, debido a la conexión del hilo plástico al nido, no pasó del lugar mencionado.Esta es una de tantas razones por las que es bueno recoger todo tipo de cuerdas, sedales y materiales afines dispersos por nuestros campos.
lunes, 17 de junio de 2013
NO HAY QUE DEJAR CABOS SUELTOS
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Entiendo que tu amor por la naturaleza y todos los animales que forman parte de ella te lleve a luchar por la supervivencia de esos animales, en este caso, aconsejando que no se abandonen objetos extraños que puedan dar al traste con la vida de muchos individuos, pero, de verdad y ya te lo he dicho alguna otra vez, lo de los gorriones es una plaga; son dañinos de por sí. Me resulta mucho más penoso ver como un cigüeñino sucumbe en su nido enrredadas sus patas en alguna cuerda o ver alguna rapaz electrocutada, o algún otro animal atrapado en una alambre de espino, etc, pero lo de los gorriones, no lo entiendo.
ResponderEliminarSaludos
Vaya, veo Pini que no haces muy buenas migas con los gorriones. Sé que el mayor problema, entre otros, de estas aves son los ataques a los graneros donde provocan una disminución notable en su cantidad almacenada. Yo nunca he realizado ningún trabajo sobre este pajarillo pero, los que lo han hecho y, ahora no puedo mostrarte ninguno, dicen que durante su etapa de cría consumen unas cantidades muy sustanciales de insectos dañinos para la agricultura.
ResponderEliminarAunque me refiero en la entrada al gorrión por la imagen que capté, lo de los
cabos sueltos va por todo tipo de animales que se ven perjudicados por ello. Ya hice una entrada sobre una garza que se ahorcó y tengo más datos sobre nidos donde alguno de sus pollos ha sucumbido por la gangrena que les provocó alguna cuerda aportada por sus progenitores.
Bueno Pini, espero que algún día puedas hacer las paces con estos pájaros tan emblemáticos a nivel mundial.
Saludos.
Hola Javier. Lo de que coman granos de cereales, es ínfimo, con otros muchos daños que ocasionan en cultivos hortícolas, frutales,etc. En un rato, pueden dar al traste con todo el esfuerzo y trabajo del horticultor, comiéndose las plantas, recién nacidas,por lo que el hortelano tendrá que volver a realizar la siembra.A mí también me gusta verlos deambular entre las mesas y sillas en las terrazas de los bares, tan confiados ellos, en busca de alguna miga de pan, pero de que sacan su instinto destructor, no los soporto.
EliminarSaludos
La cita que comenta Trotalomas http://es.wikipedia.org/wiki/Exterminio_de_gorriones_en_China es la que pretendía comentarte. La primera vez que escuché el dato mencionado fue en el colegio explicado por mi profesor de ciencias naturales.
EliminarYa sabes Pini que los volantones de gorrión común son atacados entre otros, como ejemplo, por urracas y gatos pero, éstos a su vez, son odiados por cazadores y ornitólogos. Te creo cuando comentas los destrozos que ocasionan los gorriones, también vengo del campo pero, el factor aniquilador de insectos que tienen en sus dos o tres crías por pareja a lo largo del año compensa, según la nefasta historia de Mao al intentar exterminar al gorrión, su beneficiosa acción. Otro ejemplo de odio lo ostenta el búho real; el agricultor elogia su función controladora del conejo en contra del cazador pero, cuando éste es también cazador, se encuentra con un grave dilema que fácilmente se soluciona si tiene buenas subvenciones por sus tierras que le cubran los daños del conejo. No trato de convencerte de nada, sólo te pido que atiendas a los que han estudiado a esta especie en profundidad, ellos te dirán la proporción entre daños y beneficios bajo el amparo de concienzudos estudios.
La naturaleza es como un gran puzzle; allí donde hay un hueco a la medida de la especie, sólo determinada ficha, encaja correctamente en ese mosaico de colores y vida.
Saludos.
Es una pena lo que cuentas de los gorriones, además desgraciadamente sus poblaciones europeas están disminuyendo. Son animales muy beneficiosos que cumplen su rol ecológico dentro del ecosistema más pobre del mundo: la ciudad.
ResponderEliminarUn saludo
Buscando la compañía interesada del hombre de donde han sabido sacar, por cierto, muy buena tajada, tienen ahora muchos problemas para sobrevivir en la ciudad. El exceso de contaminación, las casas cada vez más perfeccionadas y sin orificios para criar el gorrión amén de tantas otras cosas más dificultan seriamente su población según estudiosos de la materia. Por cierto, además de lo comentado, tienen la presión cinegética para sus poblaciones de gatos, urracas, cernícalos, esmerejones y gavilanes; aunque estos últimos sean más circunstanciales.
EliminarSaludos.
No, si cuando un animal carga mala fama...
ResponderEliminarAcostumbrados al Ser Humano desde el neolítico (en España es difícil encontrarlos en el medio "natural", es decir, en lugares no habitados por las personas), resulta que sus poblaciones están disminuyendo drásticamente y no se sabe por qué. Una hipótesis dice que los pesticidas están acabando con las poblaciones de insectos que son el sustento de sus crías.
El caso es que es uno de los primeros pájaros que aprendemos a conocer. No se merecen el odio.
Cultiva un huerto o árboles frutales y ya verás como llegas a odiar a los gorriones. Y no hay por qué preocuparse por su número; los hay a millones, pues han colonizado todo el planeta, ya que son unos oportunistas.
Eliminarsaludos
En los campos el uso de plaguicidas es como una fiesta de la espuma; venga y venga nubes de gas tóxico y, si es poco, dale otra pasada.
EliminarAnda que no habría que analizar este asunto por el que los insectos se van inmunizando, salvo del pico de las aves insectívoras.
Saludos.
Aparte de tu entrada he estado leyendo vuestros comentarios, y me ha recordado a cuando hace poco un amigo muy ligado al campo me dijo "dicen que los gorriones han disminuido, pero los sigo viendo por todas partes". No sé hasta qué punto habrá menos, pero no voy a dudar de los estudios.
ResponderEliminarNo es como con los gorriones morunos de mi pueblo, que los veo de higos a brevas.
¡Saludos!
Yo también sigo viendo gorriones, parece que los mismos pero, no debe de ser así. Por lo tanto, no dudo de los censos que realizan los ornitólogos para hacer estimaciones bien trabajadas en favor del rigor científico.
EliminarSaludos.
Lo que es interesante es la reflexión sobre los problemas que ocasionan los hilos, sedales, plásticos... en las aves y en todo tipo de animales.
ResponderEliminarUn abrazo.
Todos los cordeles y elementos afines susceptibles de convertirse en trampas mortales para gran cantidad de especies, habría que eliminarlos de los campos como medida más urgente.
EliminarSaludos.
Gostei demais dessa simples observação que é um problema imenso na natureza toda de um modo geral (lá vem a educação de novo... LIXO É NO LIXO!!!!!). E como sofrem os bichos... me lembro de quando você fez aquela entrada "Desencanto en el río Ebro" com a garça enforcada no fio de nylon... :(
ResponderEliminarAs fotos ficaram tão "guapas", amigo...
Beijos e flores.
Aquella entrada fue la muestra de impotencia por haber estado tantas y tantas veces por ese lugar y no haber podido llegar a tiempo…
EliminarEstos episodios marcados de forma trágica por la dejadez de personas irresponsables, nos lleva a un espacio de degradación material y espiritual.
Un abrazo…
Es una pena que muchos animales mueran por nuestra dejadez, deberíamos de tener mas cuidado al deshacernos de las cosas.
ResponderEliminarEsto va muy lento pero, tengo la esperanza de que aunque nos parezca mentira, algo se mueve muy lentamente en la conciencia de la gente noble, apta para recapacitar sobre lo que va ocurriendo con el medio ambiente y el maltrato al que se le somete.
EliminarSaludos.
Qué bien haces en remarcar todo esto. Los pobres animalitos sufren las irresponsabilidades de los humanos...... Debemos seguir educando a los maleducados, a los irresponsables, a los que sufren desidia en grado sumo...
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
Ahora con los tejemanejes del gobierno actual dudo que la conciencia en los colegios por el medio ambiente se divulgue mucho. Están más centrados en el Evangelio y la privatización que en la salud de la naturaleza…bueno, la de cierto sector de humanos también es bastante precaria.
EliminarSaludos
Pini, tal y como dice Javier habría que plantearse muy seriamente ese enfoque sobre los gorriones como plaga, máxime cuando sus poblaciones están viendo reducidos de forma dramática sus efectivos.
ResponderEliminarEn cuanto a los estudios sobre el impacto de los gorriones sobre la agricultura como ave beneficiosa, me voy a quedar con un experimento empírico. El de Mao y su guerra emprendida contra estos pajarillos. Os dejo un enlace:
http://es.wikipedia.org/wiki/Exterminio_de_gorriones_en_China
Un saludo,
Trotalomas.
Gracias Trota por la cita, recordaba algo vagamente pero, no sabía que fue en China.
EliminarPor cierto, tuve la fortuna de contar con profesores cuando aún vivía Paco de España, que tenían una mentalidad proteccionista medioambiental muy arraigada. Lo hacían ver con buenos ejemplos.
Saludos.
Vaya historieta.....me recuerda a lo que he visto alguna vez con gaviotas y cormoranes con las dichosas pitas que se quedan por culpa de los pescadores....
ResponderEliminarSaludos camperos!
Ya te puedes imaginar la cantidad de historias que hay con el tema de las cuerdas, sedales etc… También hace mucho me tocó liberar a un joven de gaviota patiamarilla en el Delta del Ebro. Menudo follón de hilo tenía por todo su cuerpo. Tuve que cortar por lo sano para liberarla y, después, buscarme la vida para localizar un centro de recuperación por que la gaviota estaba bastante débil.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, Javier!
ResponderEliminarNo hace mucho fotografié a una gaviota que me llamaba la atención por sus extraños movimientos... A medida que me acercaba y apliqué el zoom me percaté de que de su pico salía un largo sedal... No me dejó acercarme, voló a duras penas hacia el acantilado... (No he tenido valor para ver de nuevo las fotos...)
Yo también recojo cuerdas, sedales, anillas de refrescos... Pero es terrible. Estos días el mar ha vomitado basura de los humanos..., un 99% plásticos! (A primera hora de hoy habían en la playa restos de un inmenso botellón, platos, cubiertos, vasos y bolsas de plástico estaban esparcidos por doquier... También botellas, cajas de pizza, sobrecitos de kechup, mostaza, cajitas de MacMac...)
Me gusta ver que hay más humanos a los que les duele el estado en el que tenemos nuestro entorno y hacen algo. Pero quisiera ser más optimista.
Gracias y un abrazo.
Eso significa que, el cúmulo de valor con el que tenemos que armarnos a diario ha de ser enorme. Somos conscientes de la inconsciencia de todo este tipo de gente que no tiene ningún miramiento hacia estas cosas, sus neuronas no les da para entenderlo, da igual. De todos modos, somos nosotros, quienes tenemos que seguir la marcha, el camino es muy largo...paciencia, mucha paciencia...
ResponderEliminarSaludos y ánimo Transi...
Genial el análisis de la entrada posterior sobre el búho. Sobre esta comentarte que desgraciadamente lo de hilos, cuerdas....es también muy habitual en la ciudad. Me he tirado todo el invierno viendo el cadáver de un gorrión enganchado de una pata en lo alto de un árbol. Día a día, mes tras mes. Estaba en mi camino al trabajo. Me ahorro los detalles, sólo decir que estaba deseando que llegase la primavera para que las hojas tapasen el espectáculo dantesco. Como recompensa a mi sufrimiento diario, hace unos 20 días encontré un pollito de verdecillo, muy cansadito que apenas volaba, con los ojos cerrados. Tres días de alimentarle y evolucionó genial. Ahora lo tiene el GREFA. A ver si lo cuelgo en el blog y cuento la historia. Una de cal, otra de arena. Un saludo Javier!!!!
ResponderEliminar¿Qué tal Mamen? Perdona que haya tardado tanto en contestar pero, estoy bastante liado afortunadamente. Hay muchas historias desgraciadas para contar referentes, desgraciadamente, a las cuerdas que se abandonan sin ningùn reparo por el campo o en la ciudad. Como no puedo llevarme toda la basura que abandona la gente, si lo hago con todo tipo de cuerdas y derivados de los que sé, suponen un peligro inminente para algunos animales.
EliminarSatisface la compensación positiva al poder ayudar a un desvalido pájaro, más, cuando en otras ocasiones no llegamos a tiempo.
Saludos.