En mi semana de estancia en el pueblo de Molló (Girona), cerca de la frontera de Francia, tuve la fortuna de topar con este bello ejemplar de rana temporaria. Estaba sobre una pradera húmeda cercana al río Ritort.
La capturé y, fui incapaz de sujetarla sin que se me escurriera de las manos; así, unas tres veces; parecía una pastilla de jabón.
Finalmente decidí dejarla, y saltó al arroyo; desde allí, me permitió posando con este desparpajo, que le hiciera una serie de fotos.
Para qué engañarnos, ha salido tan preciosa y con esos ojazos que, le sobran todos los besos del mundo.
Espero que os guste.
Muy buenas las fotos, menuda suerte que tuviste al tener a la rana tan quieta.
ResponderEliminarNos gusta, muy guapina.
ResponderEliminarBuena foto ;-)
Vaya! fijate Mamen,la de problemas con este post al que no se podía acceder pues no salía (comentarios), no sé cómo lo has hecho.
ResponderEliminarEs una chulada ese contraste del antifaz y, qué ojos más saltones.
Saludos.
Tão linda, tão linda que jamais desejaria que se transformasse num príncipe... ahah...
ResponderEliminarUm beijo
Jaja...Que graciosa pero, también preferiría que no se transformara en príncipe más que nada, para que no resultara tan prepotente.
EliminarBesos...