Bueeeno, bueno, de acuerdo, sé que estaréis pensando: “Javier ya nos está colocando de nuevo los calamones que le sobraron de la anterior visita a la laguna”. Pues no, no es así, pueden ser los mismos pero, de una segunda visita. Reconozco abiertamente que me quedé con las ganas de más calamón (Porphyrio porphyrio), lo encuentro un ave de lo mas interesante y curioso, por lo tanto, no tengo reparo en repetir y compartir con vosotros el reencuentro. Junto a ellos, además, pude deleitarme con la presencia de otras dos rállidas muy comunes; gallineta (Gallinula chloropus) y rascón (Rallus aquaticus), observación interesante y entretenida centrada en la morfología y pautas de unas aves forjadas en el humedal. Ver este tipo de aves desenvolverse y alimentarse fuera de la apretada vegetación lacustre es un buen pasatiempo y una gran oportunidad de estudio para cualquier curioso.
Tenía recogido todo el material fotográfico y el telescopio, y, saliendo del observatorio me crucé con alguien que amablemente me preguntó si había algo interesante, a lo que respondí que sí con mucho convencimiento. Le dije que estaban los dos calamones, sabiendo ya, que son habituales en este rincón; también, una gallineta y un rascón, con una sonrisa que dejaba asomar el brillo de todos mis dientes por la satisfacción del momento. Su cara no parecía mostrar el interés previsto, y su gesto, lo interpreté ratificándome: - bueno, para mí todo es interesante, normalmente, las citas que usted busca seguramente estarán al final de la laguna, donde están los ánsares, allí, además, se deja ver un buen surtido de anátidas, limícolas y láridas, yo me marcho muy satisfecho, suerte-.
Por el camino, con paso relajado, contemplé el obispillo destellante y luminoso del fugaz martín pescador (Alcedo athis), y mas adelante, un precioso macho de esmerejón (Falco columbarius), que no acababa de encontrar un lugar adecuado para comerse el aláudido que transportaba en sus garras.
El gusanillo de las especies accidentales me atrae, pero, me despisto viendo a todas las demás aves por muy habituales que sean, sobre todo, si dan más juego.
Interesante ¿qué es algo interesante? Depende de la exclusividad o de la curiosidad que despierte en cada uno, evidentemente. Por eso, os daré un dato sobre la frecuente gallineta que podría serlo, por lo menos para mí. Afectaba a una población abundante de un pequeño carrizal formado en un interfluvio del río Huerva. Había establecida una pareja de búho real (Bubo bubo) que, seguramente, las descubría gracias a la prospección en horas de poca luz. Las gallinetas debían ser fáciles de capturar fuera del agua por los búhos mientras campeaban atraídas por el pasto variado y brotes tiernos de la orilla. Según comprobé en las egagrópilas analizadas, las estrígidas, se cebaron con dicha población durante dos temporadas de cría, capturando 14 ejemplares entre adultos y jóvenes.
Para terminar, otro detalle interesante. Estuve con Fernando T. y me comentó que vio personalmente como entre el carrizo de esta laguna anidó hace años una pareja de búho real; su alimentación era en gran medida ornitófaga, apostilló.
Es increíble, me hubiera gustado presenciarlo pero, contado, lo he disfrutado igualmente.
Gallineta acudiendo a picar el pan entre palomas y patos. Se ha convertido en un ave semidoméstica capaz de habitar cualquier lugar húmedo urbano.
Calamón (Porphyrio porphyrio)
Rascón caminando sobre el agua helada.
Rascón (Rallus aquaticus)
Dice el zoólogo y etólogo Desmond Morris: “Para un observador serio, la conducta del despreciado gorrión callejero resulta exactamente tan interesante como la del ave del paraíso”.