domingo, 26 de febrero de 2012

P.N. Itatiaia (Brazil) en colores.


Entrada al parque.

Todavía sigo recuperándome de los quince días de asombro vividos en una tierra tan extraordinaria como acogedora donde he disfrutado de un relax incomparable. Brasil, como no podía ser de otra manera, me ha cautivado profundamente con su amplia riqueza humana, cultural, botánica y faunística. Todo un conjunto excepcional de posibilidades naturales que deleitan ilimitadamente a cualquier observador apasionado de estos complejos y representativos paisajes rebosantes de biodiversidad.
En esa tierra tan especial, gracias a la amabilidad de sus habitantes, me he sentido uno más entre ellos.

El Parque Nacional de Itatiaia se creó hace más de setenta años; es el mas antiguo de Brasil y cuenta con una superficie de 12 km cuadrados. Itatiaia en lenguaje indígena tupi-guarani significa penhasco cheio de pontas (peñasco lleno de puntas). Se localiza entre los estados de Río de Janeiro, Minas Gerais y Sao Paulo. Este espectacular paisaje de la Sierra de Mantiqueira conjunta enormes bloques de roca redondeada con una tupida cobertura vegetal, y se alza a una altura máxima de 2787 metros, teniendo además como atractivo curioso el granito, protagonista de esta formación pétrea rara dentro del extenso país.

El exponente hidrológico principal del parque corresponde a los ríos Paraíba y río Grande, del que fluyen otros seis ríos menores que forman también hermosas pozas y cascadas espectaculares, siempre acompañadas sus riberas por el espeso bosque tropical.
Esta reserva forestal es el hábitat natural de más de 1200 especies de animales vertebrados entre mamíferos, aves y reptiles; sin desdeñar las más de cien mil de insectos. Naturalmente, no he tenido tiempo de verlas todas pero, algunas os mostraré en sucesivas entradas.
Por supuesto, hay un enorme despliegue hostelero para cubrir todas las necesidades de los turistas. Cuenta también el parque con el Centro de Visitantes para ofrecer toda la información precisa sobre las actividades y riquezas naturales de dicho espacio.




El sapo flamenguinho (Melanophryniscus moreirae) es el símbolo del parque; se optó por él al ser originario de esta región. Es endémico de la Sierra de Mantiqueira viéndose a partir de 2400 metros de altitud en terrenos pedregosos.


Impresionante mole de roca negra casi cubierta por la vegetación.


Un mar de bosque y de aromas.








Rios y arroyos por doquier.


Es incalculable la belleza que atesora Brasil.


Sobre todo, verde con mucho color.


Samambaiaçu - Dicksonia Sellowiana.


Gengibre-vermelho - Hedychium coccineum.


Avenca - Adiantum sp.


Lírio-amarelo-do-brejo - Hedychium chrysoleucum.


Maria sem vergonha vermelha - Impatiens walleriana.


Maria sem vergonha branca - Impatiens walleriana.


Bananeira do mato - Heliconia sp.


Costela-de-adão - Monstera deliciosa.


Helicônia-papagaio - Heliconia psittacorum.


Lírio-do-brejo - Hedychium coronarium.


Antúrio - Anthurium sp.


Camarão-amarelo - Pachystachys lutea.


Bananeira - Musa sp.


Jaca, Jaqueira - Artocarpus heterophillus.

(Un fuerte abrazo a mi querida familia de Brasil)