domingo, 26 de junio de 2011

Naturaleza para compartir...


Después de cada amanecer es un gran momento para conocer otros blogs.


Cualquier blog impregnado de ilusión está colmado de vivencias personales y tejido con humildad, por eso, no es mejor ni peor que los demás es, sencillamente, único y exclusivo. Un blog es sin duda, el diario personal de quien lo vive intensamente, contagiando emoción y frescura, ofrendado con sinceridad para seducir a un público determinado. Detrás de un blog hay una persona capaz de despertar al lector mayor o menor simpatía. En un blog se puede exponer un excelente trabajo, sin embargo, detrás de él su autor, puede ilusionarte o no. Pero creo que la verdadera esencia de un blog tal vez sea la comunicación, compartir vivencias y emociones, alegrías y tristezas y sobre todo, amistad…
El sentimiento que habita la trastienda de cada blog es el lazo que, personalmente, más me une a él.
Ya que no he tenido el decoro de participar en la rueda del premio sunshine award, si quiero agradecer profundamente a aquellas personas que se tomaron la molestia de compartirlo conmigo.



- Los colores lucen con más fuerza en sus comentarios que en los lienzos de los pintores más ilustres.

- Clariana.
http://pensaipinta.blogspot.com/


- Explosión de juventud y perseverancia, luchador y buscador de salidas.

- El Saúco v2.0.

http://elsauco2.blogspot.com/


- Hay caminos y montes para buscar y disfrutar sin encontrar; también, sus laberintos literarios para perderse sin que te busquen.

- HERVÁS EN CUATRO SALTOS.
http://hervasencuatrosaltos.blogspot.com/


- Siempre hay un pequeño pero atractivo motivo para romper la oscuridad de un futuro que nos conmueve.

- MABEL… POR UN MUNDO MEJOR.

http://mabelporunmundomejor.blogspot.com/


- Siempre optimista, compartiendo poemas: ella y sus sueños…

- Sedimentos…
http://sedimentosdateca.blogspot.com/


- La ilusión de un maestro es enseñar pero, sobre todo, no dejar nunca de aprender.

- Valverde de Lucerna.

http://valverdedelucerna.blogspot.com/

Gracias a todas y a todos...

miércoles, 15 de junio de 2011

Anillando en el Parque Grande de Zaragoza.


Parques y Jardines del Ayuntamiento de Zaragoza cede sus instalaciones para la colocación de las redes.
Carmina apunta los datos mientras Carlos atiende las primeras capturas de la mañana.

Hace algo más de una semana, concretamente el pasado día cinco de junio, concluyeron las jornadas ornitológicas promovidas por el Ayuntamiento de Zaragoza (Parques y Jardines). Conducidas por la sociedad ornitológica SEO/Birdlife como colaboradora, iniciaban desde El Aula de Naturaleza un interesante paseo de veinte participantes en cada ronda, acompañados por personal cualificado para observar las aves en el Parque Grande José A. Labordeta. La travesía finalizaba en una interesante estación de anillamiento científico. Carlos Pérez (anillador) con la colaboración de Carmina Franco, ambos profesionales ornitólogos, se encargaban de preparar todo el sistema de redes japonesas para capturar los especimenes que, más tarde, serían anillados ante la mirada atenta de los asistentes. Durante el transcurso de esta labor se iban explicando las características biológicas de las aves y la importancia de este trabajo técnico.
En el anillamiento científico se capturan controladamente aves para la toma precisa y útil de todos sus datos: especie, sexo, edad, peso y otros datos biométricos. También se anota la cantidad de grasa acumulada en especies migradoras, el estado de muda de las plumas o cualquier otra observación de interés. Toda la información anotada va codificada en la anilla metálica correspondiente de aleación ligera que portará el ave.

Desde que se iniciaron las jornadas ornitológicas en El Parque Grande de Zaragoza gozan de un enorme éxito y aceptación por parte del público asistente. Se han capturado algo más de cuarenta especies diferentes, una cifra muy interesante para un espacio tan limitado. Muchos de los ejemplares capturados con redes, sin el concurso de esta práctica, sería imposible observarlos en libertad por su carácter escondidizo.



Las redes se controlan cada quince minutos aproximadamente para evitar al ave un exceso de estrés innecesario.


Medida del ala plegada de un joven verdecillo (Serinus serinus).


Macho de verderón común (Carduelis chloris).


Hembra adulta de curruca capirotada (Sylvia atricapilla).


Joven macho de curruca capirotada; lucen el mismo tono marrón sobre la cabeza que las hembras hasta conseguir el negro de los machos adultos. En el ejemplar de la imagen se aprecian los primeros despuntes del futuro capirote negro.


Retrato de una hembra de mirlo común (Turdus merula).


Las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus) son aguerridas luchadoras dañando incluso la mano del anillador. Un descuido puede pasar factura mientras se la manipula durante la medición y la colocación de la anilla.


Precioso ejemplar de pico de coral (Estrilda astrild) originario del África subsahariana. Estos pequeños paseriformes, han logrado colonizar muchos lugares de la península gracias a su adaptabilidad y, al absurdo comercio de aves exóticas unido al descontrol administrativo del Estado Español en materia medioambiental.

“SEO/Birdlife alertó del aumento de las aves invasoras porque pueden suponer un peligro tanto para la fauna autóctona como para la agricultura y pide que “se meta mano en el asunto para el seguimiento y erradicación” de estas aves.
A los anilladores se les ha sugerido no devolver la libertad a las aves consideradas “invasoras” cuando éstas caigan en las redes.

sábado, 4 de junio de 2011

Milano negro: el placer de volar


Me gusta tumbarme a veces sobre la hierba de la ribera del Ebro, relajado, y mirar como van pasando uno tras otro, los milanos negros, mientras planean magistralmente sostenidos por el viento. Ver volar a un milano negro es una atracción que muchos observadores compartimos unánimemente.


El milano negro (Milvus migrans) es una rapaz de mediano tamaño, carroñera y capaz de, si es preciso, matar pequeños animalillos moribundos o robar pollos de nidos descuidados. No tiene la capacidad velera de los buitres para volar sin apenas batir las alas, ni la fortaleza pectoral del azor para ejecutar una persecución a sus presas en toda regla. Sin embargo, su vuelo, encandila a todo aquel que disfruta viéndolos suspendidos en el cielo, a pesar de ser ésta, una de las rapaces más habituales y comunes de nuestra península.
Es cómo no, un profundo conocedor de los puntos habituales donde hallar alimento gracias a su prospección infatigable, compartiendo con otras aves la importancia del alimento fácil y seguro de vertederos y muladares. Pero, los milanos además, buscan sobre las carreteras animales atropellados; lo han hecho supongo, no mucho después de aparecer las primeras víctimas de la circulación motorizada, salvo que entonces, los vehículos eran más lentos y las posibilidades menos arriesgadas para estas rapaces oportunistas. Actualmente, los veo en ocasiones sobrevolar el asfalto lanzándose ágilmente sobre el pequeño animal para atraparlo sobre la marcha y, elevarse en un tiempo record, muchas veces, cumpliendo el objetivo gracias a gente concienciada que reduce la velocidad de su automóvil. Sobre los cursos fluviales y con menor riesgo, es capaz de arrancar de sus aguas algún pez cercano a la superficie gracias a su pericia aérea.


Los sotos ribereños del Ebro en la provincia de Zaragoza, albergan en sus árboles corpulentos los nidos de los milanos negros, fácilmente reconocibles por los desperdicios que en ellos alojan; trapos, plásticos etc.




Los milanos, una vez concluido el periodo reproductor, abandonan nuestro territorio desde finales de julio a mediados de octubre para dirigirse a sus zonas de invernada en África tropical. Y, otra vez, durante los últimos días de febrero, llegarán de nuevo las primeras avanzadillas de milanos negros a la península ibérica.
Con la misma esperanza del poeta G. Adolfo Becquer, también aguardaré nostálgico el regreso, no sólo de las golondrinas, sino también, el de los oscuros milanos negros a los sotos del Ebro y..., que vuelvan sus nidos a ocupar.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Comer buitre: con pico o con dientes


No me consta que los buitres consuman su carne entre ellos tras la muerte de algún ejemplar. Pero, después de haberles hecho la puñeta con las leyes europeas para no arrojar animales muertos al campo, pienso ahora en la posibilidad de que este joven buitre de la foto, haya sido en parte, consumido por sus congéneres ante la carencia de alimento.


Las etapas básicas en la biología de cualquier ser vivo son: nacer, crecer, reproducirse y morir. La muerte es la consecuencia de la vida. Todo ser vivo tiene programado el mismo destino; la muerte. Para eliminar los restos de la muerte, hay gran cantidad de especies apropiadas que, por sus características necrófagas, abordan gustosamente esta importante labor; entre ellos y el más conocido es el buitre. Pero desgraciadamente el buitre, comedor de animales muertos, tampoco está exento de estas normas básicas de la vida, y cumple también con el papel encomendado al final de sus días; convertirse en residuo orgánico en descomposición.

Me imagino que no todo el mundo está dispuesto a curiosear estos hallazgos, o simplemente, no tiene estómago para acercarse al cadáver de un animal y analizarlo emulando la labor de un forense. Pero, para descubrir superficialmente qué depredador o necrófago ha consumido la carne del infortunado; buitre en este caso, basta mirar con detenimiento ciertas marcas características provocadas en su cuerpo por el pico de las aves o por los dientes de los mamíferos. Esta entrada de hoy tiene poco misterio pero resulta curiosa, sobre todo, para aquellos que tal vez, se hagan la pregunta oportuna ante el hallazgo de un fiambre durante alguno de sus paseos ornitológicos o rutas de senderismo.

El uso del pico y de los dientes indistintamente, tiene efectos paralelos a la hora de conseguir arrancar la carne (particularmente en carnívoros) del cuerpo muerto de la presa en cuestión (en este caso, de los buitres de las fotografías). El pico de las aves, trabaja como un perfecto sacabocados, además, funciona como unas pinzas capaces de arrancar hasta el más mínimo fragmento de carne incrustado en el lugar más inaccesible del esqueleto de su víctima. Por el contrario, los dientes insertados linealmente en las mandíbulas de los mamíferos, aunque muy poderosos, no tienen la precisión cirujana del pico de las aves; y mientras éstas son capaces de conservar el esqueleto de su presa casi intacto, los mamíferos lo descuartizan y trituran aprovechando así todos los huesos tiernos donde también encuentran la riqueza nutritiva del tuétano.



Si nos fijamos en el esternón, vemos los bocados provocados por el fuerte pico, probablemente, de otro buitre. Otra faceta muy importante para comprobar la autoría de las aves en el consumo de cadáveres, es el rizo en los tendones al tirar de ellos con fuerza mientras arrancan el músculo; los mamíferos los cortan con los molares. La limpieza de los huesos con el esqueleto apenas deteriorado, corresponde a una labor exhaustiva de picos muy precisos y laboriosos: milanos, alimoches, córvidos etc.


Restos consumidos por algún mamífero carnívoro.


Aquí, apreciamos perfectamente la marca característica de los mamíferos. La quilla del esternón ha sido mordisqueada al igual que el perímetro de su cavidad, junto a las costillas que protegen los órganos internos; faltan además, casi todas ellas y parte de la región pélvica, que ha sido igualmente recortada con las mandíbulas dentadas y consumida. Las extremidades posteriores, normalmente en presas grandes, se arrancan y son transportadas por los mamíferos carroñeros u oportunistas (zorros, tejones etc.), a un lugar más seguro para ser devoradas tranquilamente.

sábado, 21 de mayo de 2011

Akis genei. (Solier, 1836)



Tiene la agilidad de un caballero armado de la edad media. Sus pasos, son lentos y desequilibrados debido a la armadura (exoesqueleto), cuya dureza , le protege de posibles enemigos, pero, le limita bastante los movimientos. Cuando acelera la marcha ante una amenaza, a veces por su torpeza, termina rodando por cualquier pendiente, pero su coraza, parece aguantarlo todo protegiendo sus órganos vitales perfectamente.
Este coleóptero de coloración negruzca, es terrestre, no tiene alas (áptero), por ello, sus élitros se han soldado entre si. Son muy ubicuos, encontrándose muy distribuidos por cualquier zona llana o rocosa y a cualquier hora del día. Son excelentes limpiadores de materia orgánica en descomposición (detritívoros), por lo que es fácil hallarlos en zonas donde anidan buitres, rastreando despojos o pequeños cadáveres con que alimentarse. En ocasiones se le ve alrededor de los hormigueros, tratando de arrebatar algún insecto, que por grande, no encaja bien en el orificio de la galería. La defensa agresiva de las hormigas de su trabajo y beneficio, consigue poner en fuga a este oportunista descarado.


Sistemática:

· Clase: Insecta
· Subclase: Holometabola

· Orden: Coleoptera

· Suborden: Polyphaga
· Infraorden: Cucujiformia
· Superfamilia: Tenebrionoidea

· Familia: Tenebrionidae

· Genero: Akis
· Especie: genei


La víctima en este caso es una esfinge del pino (Sphinx pinastri), y en la observación, percibí la prisa del escarabajo tratando de arrancar las alas a la mariposa nocturna, quizá, con la intención de desplazarla con mas comodidad a un lugar más seguro.


Este lepidóptero tiene una envergadura de 8 centímetros. Aparece de abril a septiembre en bosques de coníferas; la de la imagen, corresponde a un pinar de carrasco (Pinus halepensis). Permanece posada durante el día mimetizándose con la corteza de los troncos del pinar, pasando desapercibida gracias a su coloración discreta. Vive de junio a octubre, y la crisálida en ocasiones hiberna hasta dos veces.

martes, 17 de mayo de 2011

Hipocisto (Cystinus hypocistis)



En los primeros días de abril, una coqueta y llamativa planta emerge con carácter enérgico de las entrañas de la tierra, muchas veces, bajo una gran costra de tierra seca equilibrándose sobre ella. Es una planta perenne carente de órganos verdes. Su tallo, está densamente cubierto de escamas carnosas imbricadas (hojas); amarillas en la parte baja y rojizas en la parte superior que, contrastan notablemente con el amarillo vivo de las flores. A pesar de su pequeño tamaño, y una altura de unos 13 centímetros, su atractiva forma y color, no nos pasan desapercibidos en el monte. Aquí en Aragón, a esta planta de distribución mediterránea, se la conoce como “chupamieles o teticas”, al parecer, los que la han probado, dicen que tiene un cierto sabor a miel. Se la puede encontrar en jarales y romerales. Es parásita de cistáceas (parasita sus raíces): Cistus clusii, Cistus laurifolius, etc. (jaras de flor blanca). Florece de abril a mayo; fructificando de mayo a julio.



Medicinalmente tiene propiedades antidiarreicas y astringentes (seca y contrae los tejidos inflamados o supurantes).
Pius Font i Quer: botánico, farmacéutico y químico catalán, recomendaba la utilización de su zumo como refresco. Los ejemplares jóvenes de C. hypocistis se comen como los espárragos.



Sistemática

Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Malvales
Familia: Cytinaceae
Género: Cystinus
Especie: C. hypocistis

viernes, 13 de mayo de 2011

Lirios amarillos



En mayo, las márgenes del río Mesa en Calmarza, se visten con el amarillo deslumbrante del lirio de ribera (Iris pseudacorus). Los primeros rayos de sol son absorbidos por sus pétalos bilobulados, que se iluminan con un brillo sorprendente al captar toda la luz recibida.



Es una planta propia de zonas húmedas, riberas, canales, embalses y lagunas, siempre inundadas o en parte, y con suelos ricos en sustancias nutrientes. Evita los tramos de luz solar demasiado directa y se instala en zonas sombreadas o tamizadas. Mide entre 60 y 130 cm; se multiplica por rizoma formando grandes colonias y, semillas dispersas por el agua.




Como dato curioso; la capacidad de esta planta para absorber metales pesados, utilizada óptimamente como apoyo en el tratamiento de aguas. También, sus semillas se utilizan como sustituto del café.



Merece la pena soñar mientras se pasea por la orilla de cualquier masa de agua inundada de vida, inspirándose, con la fuerza visual de los lirios amarillos. Muy sugerente.

Sistemática


Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Liliopsida
Orden: Asparagales
Familia: Iridaceae
Subfamilia: Iridoideae
Tribu: Irideae
Género: Iris
Especie: I. pseudacorus