sábado, 30 de mayo de 2009

Río Mesa

¿RÍOS LIMPIOS DE ARAGÓN?



Del mismo modo que cae sobre nuestros ríos, fruto del desarrollo desenfrenado del ser humano, los restos de nuestro progreso, caen las hojas ocráceas de los álamos. Ya secas, esperan a que la vegetación se active con el tiempo a favor para, recubrir como la nieve en la montaña, el hueco de la vergüenza extirpada a una civilización egocéntrica, incapaz de sostener su neutralidad en el equilibrio estético del paisaje. Algo tan fácil y sencillo, como razonar, amortiguando con el mínimo impacto, todo el desorden establecido por el curso natural de los ecosistemas.


En Aragón se limpian los ríos pero, de una manera muy peculiar: arrasando la vegetación.
El resto de elementos residuales como efecto de los vertidos, se interpreta de otra manera; con indiferencia.


En esta impresionante cascada, se han talado multitud de árboles que protegían con su sombra, la capa de musgos y culantrillos que colonizan este medio húmedo. Al recibir directamente el exceso de sol, muestran una notable sequedad.
Abajo, un fresno de la tala.


Conocí éste río con unas aguas realmente transparentes. Entre los peces de aguas muy oxigenadas, las truchas, además de cangrejos autóctonos, etc. que poblaban su cauce en abundancia. Eran un atractivo reclamo conocido entonces, por gran cantidad de pescadores.

Los envases, y plásticos utilizados para la boca de los riegos, son la principal amenaza visual de un paisaje privilegiado.


Los invertebrados acuáticos como los efemerópteros, plecópteros, y tricópteros, son los mejores bioindicadores de la pureza de las aguas de nuestros ríos. A medida que avanza el curso fluvial, su presencia se enrarece hasta desaparecer por el efecto de la contaminación.

El mirlo acuático, es una de las especies más afectadas si desaparecen éstos insectos en fase larvaria de aguas cristalinas.


Para combatir la suciedad de los ríos, una de las soluciones sería: la creación de un puesto de trabajo específico para este incómodo problema, a cargo del ayuntamiento de cada pueblo. No se puede despilfarrar tanto dinero en planes absurdos que no voy a enumerar.


Estos son varios ejemplos de cinco tramos del cauce en siete km.



Prácticamente, está todo igual.


domingo, 24 de mayo de 2009

CAÑÓN DEL RÍO MESA

 
Buitres leonados en su hueco habitual frente al pueblo de Calmarza.


Recuerdo con verdadera evocación, la travesía interminable en un antiguo tren desde Zaragoza, asignado prácticamente a la población rural.

Estaba habilitado con compartimentos, para mayor privacidad de los pasajeros y ostentaba la fastidiosa obligación de parar en todas las estaciones. Se conocía popularmente como ”El Correo”, encargado también de repartir la correspondencia a su paso por los pueblos. Su color verde militar y los vetustos vagones desconchados, le daban un aire entrañable. La máquina humilde y familiar, despedida con agitación y lágrimas desde el andén, te transportaba haciendo acopio de todo el tiempo disponible, que era muchísimo. Así, al llegar al destino, que era Alhama de Aragón, tenía la sensación de viajar al fin del mundo.

El siguiente paso, un trasbordo; de nuevo otro correo, una DKV convertida en microbús y conducida por ”Manolo el cartero”, que llegaba donde no lo hacía el tren hasta Jaraba.

Finalmente, y más puntual que los anteriores (con mi tío), el recorrido culminaba a lomos del “Macho”, un mulo al que tenía gran aprecio y cuyo encuentro celebraba con desenfrenada alegría.

El repicar de sus cascos herrados sobre el asfalto, amplificado por el eco del encajonado desfiladero calizo, era el rutinario sonido durante los siete km hasta Calmarza, mi pueblo.


Panorámica de uno de los tramos más bellos del cañón.

Durante la infancia, la percepción de altura de los escarpes era mayor. 
El mismo viento al chocar contra estos muros pétreos, asciende con racheada violencia y es aprovechado por los buitres para ganar altura. Siempre he disfrutado de esa sensación sentado sobre el mismo perfil.

El contraste de colores entre la vegetación y la roca; además de la extraordinaria verticalidad, conforman una amalgama de sensaciones gratificantes para todos los sentidos.

 
Pareja de alimoches (Neophron percnopterus). Foto del año pasado, éste, sólo apareció un ejemplar 

Formas curiosas como ésta son habituales en éste enclave pétreo.
Al fondo, pino carrasco repoblado en los años cincuenta.

Pasillos de roca en un paisaje donde perderse, e interpretar la naturaleza de modo personal.

 
Espectaculares meandros rocosos en un paraje prospectado años atrás por la escasa e irascible águila de Bonelli. Su ausencia, condenó al lugar, a un extraño silencio y soledad. 

Águila de Bonelli (Hieraaetus fasciatus). Solía verse volar a la pareja en la entrada del barranco.

Corral en desuso de ganado lanar sobre el barranco de “La Tejera”. Otra estampa digna de atención.

 
Encina centenaria.


 
La imponente vegetación, regresa a las tablas abandonadas. Quienes las dejaron, partieron en busca de mejores posibilidades.

Vista de la altiva necrópolis de “Los Villarejos” sobre depósito tobáceo o “tosca”, (como se conoce en el lugar) formado por carbonatos disueltos y que conforman peculiares bloques porosos.

 
Tumbas antropomorfas en “Los Villarejos” Calmarza.

 
Corrales de ganado integrados en el paisaje tobáceo.

Casetas de almacenaje de los aperos útiles para la trilla. A su lado “la era”, explanada acondicionada para dicha labor.

 
La construcción en piedra, y ladrillo de adobe (barro arcilloso, paja y piedrecillas), fueron materiales utilizados en tiempos ya olvidados.

viernes, 15 de mayo de 2009

Murciélago rabudo (Tadarida teniotis)


Orejas rígidas proyectadas hacia delante.

Me llamò la atención, un murciélago grande en la base de un gran cortado calizo de unos cien metros de altura, en el cañón del río Mesa (Jaraba). Una vez en la mano, pude observarlo detenidamente y comprobar sus curiosos pabellones auriculares dirigidos hacia delante, además de la extensión del rabo sobresaliendo del uropatagio. Su coloración era, entre gris oscuro y gris pardo.

Parece ser un murciélago poco conocido por sus costumbres recatadas. Vuela a gran altura y sus alas largas y estrechas contribuyen a darle más velocidad y maniobrabilidad. Caza insectos de gran tamaño a unos cientos de metros de altura, dada su capacidad extraordinaria de vuelo para un quiróptero. También en vuelo rasante.

La verdad, uno no podría disfrutar de la morfología de éstos esquivos mamíferos, de no ser, por hallazgos circunstanciales como éste.




Dentición característica de insectívoro.


La longitud del rabo, supera la membrana patagial.


Alas estrechas y largas, aptas para vuelos maniobreros y rápidos.


Su tamaño, le sitúa entre los más grandes de la península.

sábado, 9 de mayo de 2009

¡QUE PAR DE NIDOS!


Macho de colirrojo tizón


Capiteles de alabastro. Monasterio de Suso (La Rioja)



El colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) es un pequeño pájaro de biotopos rupestres, aunque es habitual en todo tipo de lugares que le brinden alimento y ubicaciones adecuadas para anidar. Comparte como las golondrinas, espacios comunes con la especie humana, tanto edificaciones viejas, como nuevas, si éstas tienen huecos adecuados. Evidentemente, en la naturaleza también hay diferencia de clases, y los colirrojos más pudientes se alojan en castillos como el de la fotografía. En su interior, esperan los príncipes la

atención de sus majestades.


Macho de collalba negra con una piedra.



La collalba negra (Oenanthe leucura) es más montaraz. Es uno de los pájaros constructores por excelencia, y lo hace nada menos que con piedras, colocándolas en el interior de oquedades de paredes verticales. Rural de toda la vida.

La base del nido es un cúmulo de piedras acarreadas por ambos, siendo el macho por su mayor tamaño, y tal vez como demostración de fuerza, el que aporta las más grandes. Finalmente, culmina la obra con un elaborado cuenco de hierbas seleccionadas. Hay collalbas más coquetas, que prefieren una edificación, aunque no tan ostentosa como la de otros.

Como se puede apreciar, el ladrillo es fundamental en las obras actuales. El hogar tiene su mueble, objetos de decoración y un antiinflamatorio para dolores musculares, por eso del levantamiento excesivo de peso. Todo un lujo.


La capacidad para sorprenderme con detalles, quizá superficiales, es inmensa. Solamente el hallazgo de estos anecdóticos nidos, me llena de júbilo, me hace sonreír pensando en las extravagantes soluciones para resolver el problema de cría de algunas aves tan originales.

martes, 28 de abril de 2009

Cáscaras de huevo e información


búho real en vuelo


Cáscara de huevo de búho real


Cuando caminamos por el monte, sobre todo, a los que nos gusta mirarlo palmo a palmo, sin desdeñar ningún detalle informativo, vamos compilando cada resto de presas, plumas etc., mediante fotografías de valor documental.

La cáscara de huevo de la imagen, revela con rigor, el nacimiento de algún pollo en una determinada zona donde cría el “Gran Duque”. Este y otros tantos despojos inservibles del nido, son apartados a distancias muy variables.

Frente a los nidos, suele haber normalmente, dos posaderos muy marcados por las blancas deyecciones. Corresponden a ambos componentes de la pareja, utilizados para el control del nido y de posibles competidores.

Vicenzo Penteriani y María Del Mar Delgado de la Estación Biológica de Doñana; comentan al respecto, que: excrementos y plumas vistosas colocados en sitios preeminentes cercanos a los nidos de búho real “son una manera de informar a otros búhos que están entrando en una propiedad ajena, en un territorio ocupado”.


Egagrópila desmenuzada de búho real (Bubo bubo)

Hay una cabeza de fémur, una pelvis, una tibia y un metatarso, además de pelo, perteneciente a una rata de

agua (Arvícola sapidus). Los fragmentos pequeños y blancos, corresponden a cáscaras de huevo.


Las observaciones de Bühler (1970) de lechuzas criadas en cautividad, demostraron que la hembra está en disposición activa para ayudar a sus pollos mientras están saliendo del cascarón. Sin dañar a los pollitos, rompe trozos de cáscara y les quita los restos de la membrana, el alantoides y los trozos más grandes de cascarón. Cuando el pollo ha terminado de salir del huevo, la madre le quita con el pico los restos del saco embriónico y demás trocitos de material y les picotea para dejarlos limpios. Las lechuzas de Bühler se tragaban de inmediato los trozos más pequeños después de quitárselos y los más grandes, o bien los dejaban al borde del nido o, sujetándolos con una garra, los rompían y se los iban comiendo poco a poco. Esta clase de ayuda a los pollos mientras están saliendo del huevo puede “darse también” en otras especies de búho ya que supone una clara ventaja selectiva al aumentar la tasa de eclosiones.

(Rapaces nocturnas de Europa. Heimo Mikkola)


Restos de huevo de búho real con el pollo en su interior


En un estudio sobre los parámetros reproductores del búho real en Navarra, de 1989; José Antonio Donázar (CSIC), contó el número de huevos por nido, para comprobar el tamaño de la pollada, buscando variaciones significativas en relación a la fecha de puesta de la rapaz. La pérdida de huevos hueros o pollos, podría malinterpretar los resultados en la comprobación de la tasa de reproducción entre la puesta y los pollos nacidos.

El mismo, comenta en su publicación para la revista Ardeola 36 (2) que:” De todos modos, cabe la posibilidad de que los huevos hueros sean extraídos del nido por los Búhos Reales adultos durante la incubación.”

Precisamente, para anular esa “posibilidad” y convertirla en “realidad”, queda como muestra la fotografía expuesta sobre estas líneas; realizada el 3 - 5 – 1998 ( huevo transportado por búho real)

-El 8 de febrero de 1998 observo a la hembra incubando.

-21 de marzo, nace el primer y único pollo. El huevo queda al margen.

-29 de marzo, continúa el huevo apartado.

-3 de mayo no detecto el huevo y reviso toda la pequeña cortadura rocosa. Lo encuentro a unos 120 metros de distancia del nido, en un espolón rocoso junto a una extremidad de liebre, varios huesos, egagrópilas y un ala de ánade real.

Quiero resaltar, la presencia de la hembra en el interior durante las doce visitas anteriores efectuadas al nido (con telescopio), por lo que ningún animal osaría llevarse el huevo estando la progenitora dentro.

Sospecho que el huevo explotó, debido al efecto de los gases por la descomposición del pollo. Esa situación, debió de provocar molestias por la concentración de moscas y, como un resto más, fue retirado del nido.

He visto huevos hueros, que no se han retirado del nido en toda la cría, quizá, porque no molestaban.


Plumas de paloma torcaz en promontorio rocoso


sábado, 18 de abril de 2009

EL HOMBRE Y LA TIERRA (Recuerdos)

“Las grullas se llevan, tras de sus alas la mirada de los hombres de la naturaleza”.
(Félix Rodríguez de la Fuente)




Gala, protagonista de la escena.

"El águila real que atruena ahora el valle con el zumbido que produce su picado, cae como un meteoro. Frena con trallazo impresionante, se cierne una décima de segundo, arranca materialmente al rebeco de la cornisa y en un par de golpes de ala lo saca al vacío y lo deja caer".
(Cuaderno de Campo nº II, Grandes águilas)


"Queridos amigos, me imagino su cara de sorpresa, al vernos manipulando huevos de avestruz, en una película de la fauna ibérica".
El Buitre Sabio (serie de El Hombre y la Tierra, TVE)


Campamento de Pelegrina 2008


"Queridos amigos de la Fauna Ibérica, no les sorprenda nada, que haya venido un águila, de la montaña, a nuestro campamento. Estamos en el Valle de las Águilas, estamos, en un rincón agreste de la fauna ibérica, donde estamos tratando de estudiar la conducta de las aves de presa, y sobre todo de reintroducir, una serie de rapaces, concretamente de águilas; en la vida salvaje". El Valle de las Águilas (serie de El Hombre y la Tierra, TVE)


El Valle de las Águilas 2008


Campamento de Pelegrina, con la peña "La Luna", al fondo.


Peña "La Luna" 2008 




"Observar una pareja de polluelos de águila perdicera, es un verdadero privilegio. Quedan ya muy pocas parejas de águilas perdiceras en España".
El águila perdicera (serie de El Hombre y la Tierra TVE)


Escenario en 2007


"Cualquier extraplomo, acantilado o tajo fluvial pueden albergar al nido del águila perdicera" (Fauna Ibérica tomo VII)
El águila perdicera (serie de El Hombre y la Tierra TVE)


Extraplomo en 2007


El Árbol Viviente

"Desprovistos los árboles de sus hojas, el viejo chopo, herido por el rayo, nos muestra sus cien cicatrices.
A simple vista, no se descubriría nada; más si observamos con detenimiento, grieta a grieta, oquedad por oquedad, iremos conociendo a sus criaturas".
El águila perdicera II (serie de El Hombre y la Tierra TVE)


El "Árbol", sigue viviendo 2008


"Los halcones utilizan una técnica perfecta, uno de ellos, procura mantener siempre dominada a la pieza, para metérsela en las garras al otro. Pasada tras pasada, la van cansando, la van acercando al suelo, que es donde podrán dominarla con más facilidad". Altanería (serie de El Hombre y la Tierra TVE)


La Torresaviñan 2008


(Recuerdos de la infancia).

"La pradera alta de la montaña, mi secreta pradera, donde escondía yo algunas cosas a las que nadie más, que algunos amigos íntimos tenían acceso, estaba muy cerrada, entre dos rocas y no me permitía ver, más que un pedazo relativamente estrecho de cielo".
Las águilas (casete de Félix Rodríguez de la Fuente).


Poza de la Sal 3- 4- 1980


Poza de la Sal 1- 9- 2007


Paisaje de Pelegrina, donde se grabaron gran parte de los capítulos de
El Hombre y la Tierra.

Homenaje a todo el Equipo.