lunes, 22 de agosto de 2016

Jóvenes aguiluchos laguneros del año


Ya los estuve viendo sobrevolar el carrizo donde nacieron pero, sin posibilidad de ver la plataforma del nido cubierta por la densa marea de cañas. Eran vuelos cortos los que realizaban, a causa del incipiente plumaje todavía incompleto. La zona está protegida por su singular biotopo palustre originada por un meandro del río Ebro, correspondiente al tramo del cauce abandonado tras una crecida del río hace muchos años. Estos restos del Ebro se conocen como “galachos” en Aragón, y tienen un alto valor ecológico por la valiosa fauna que atesoran.
Tenía más o menos previsto un itinerario corto con el nombre en mente de varias especies de las que observar sus jóvenes voladores en progreso. Así pues, mientras preparaba el material óptico, el lugar se animó.



Hasta que no apareció un joven aguilucho lagunero Circus aeruginosus decidido a posarse en la orilla del río, una orilla rebosante de hierba fresca, no reparé en el animal muerto que visitó. No parecía la primera prospección y, si no hubiera sido por la insistencia de intentar sacarlo del agua, no hubiera adivinado que se trataba de una garza real Ardea cinerea; sobre todo, cuando accidentalmente, levantó una de sus alas. Obviamente, no logró su propósito y se fue alimentando con lo más accesible, aún posándose sobre el cadáver flotante, la masa muscular quedaba bajo el nivel acuático.



Interesado por la secuencia, apareció seguidamente otro ejemplar con el que compartió el cadáver sin mediar pelea alguna. Incluso más tarde, acudió un tercero colocándose en un lugar ligeramente elevado donde esperó pacientemente, observando hasta la llegada de su turno.
Que más decir, sólo que, con la historia de estos hermanos (probablemente), ya no me moví del lugar, me dediqué a disfrutar de su primer año de vida para corroborar el intenso aprendizaje del que eran protagonistas con muy buena nota.
Me gusta, cuando hay oportunidad, dedicar el tiempo necesario para ver el final de cada acontecimiento cotidiano protagonizado por la especie observada, disfrutando del desenlace para conocerla mejor en sus diferentes pautas.

La lejanía bajó la calidad de las fotos pero, no del seguimiento. Sin recelar las rapaces de mí por la distancia, el espectáculo de sus disputas con vuelos bien mantenidos me dejaron muy satisfecho.












7 comentarios:

  1. Es muy bonito que compartas tus salidas, que subas las fotos, y te molestes por explicar lo que has vivido, de manera de a que quienes lo leemos, nos llegue un poquitín de ese momento (porque como la experiencia real, evidentemente, no hay nada) Y sepamos que, como hoy, que esos aguiluchos estaban ahi, lo cual es MUY importante!
    Un abrazo!
    (Impresionantes las dos ultimas fotos!)
    Anonima Eve.

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    1. Merece la pena salir y,cuando sabes que hay personas que pueden vivir como uno mismo las observaciones expuestas, entonces,la cuestión es indescriptible.
      Vivo estas cosas de modo muy particular pero me anima mucho no ser el único, por ello, agradezco mucho tus comentarios muy reveladores.

      Estas aves son bastante peleonas. No hay momento en el que no se enzarcen. Cuando he puesto carne para fotografiar rapaces, ellas son las que mandan ante otras rapaces de su tamaño.

      Un abrazo

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  2. Já que no meu passeio noturno de hoje não avistei um bicho sequer, admiro a festa animada contada magistralmente por você. Muito obrigada pela oportunidade.
    Um beijo

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    1. Paciência que sempre há um momento inesperado para presenciar
      uma boa cena da natureza. Só há que passar no dia e
      no momento preciso.

      Beijos e abraços.

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  3. Obrigado por seu amabilidad e por interessar pela natureza, tão castigada
    nestes tempos pela má gestão do homem.

    Cumprimentos.

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  4. Buena secuencia de fotos e interesante la muestra que nos traes del comportamiento del aguilucho lagunajo.
    Un abrazo.

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    1. Estos bichos son tan belicosos que, cuando tienes oportunidad de verlos, lo más seguro es que acaben enfrentándose haciendo gala de una capacidad de vuelo impresionante.

      Otro abrazo.

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