Biguá Phalacrocorax brasilianus (cormorán adulto). Su pico es ganchudo.
Biguatinga Anhinga anhinga (anhinga, macho adulto). Su pico es recto.
Los machos lucen un color uniforme negro verdoso que contrasta con las ornamentales blancas del dorso de las alas; las hembras son pardas con el cuello algo mas claro.
Son infalibles pescadores cuya convergencia evolutiva equiparó
y modeló para un mismo fin; pescar eficazmente bajo el agua. Biguatinga (anhinga)
y biguá (cormorán) son prácticamente ejemplos vivos de un patrón morfológico
similar con el que afrontar el complejo mundo acuático favorablemente. Ambos
van equipados con dedos provistos de membranas interdigitales para impulsarse a
gran velocidad dentro del agua. Su silueta hidrodinámica facilita la
persecución de los peces que les sirven de alimento.
Las facultades de los cormoranes para pescar eran conocidas
ya desde hace milenios por los pueblos orientales que dedicaban gran parte de
su tiempo a adiestrarlos para tal fin. Colocándoles un aro de cuero en la base
del cuello evitaban la ingesta del pescado, que era cobrado por su explotador
desde la embarcación tirando de la correspondiente cuerda que sujetaba individualmente
a su equipo de cormoranes. Con habilidad, por la práctica continuada, el
pescador iba desenredando las cuerdas a medida que las aves realizaban cada
inmersión cruzándose unas con otras.
Pero, estas dos especies paralelamente idénticas, recibieron
evolutivamente diferentes armas de pesca: el cormorán fue provisto de un pico
alargado terminado en un punzante gancho con el que sujetar al pez pinzándolo firmemente
bajo el agua; y la anhinga, optó por el doble arpón con el que atravesarlo. La
acción de arponear al pez sería similar a la ejecutada por garzas pero, bajo la
fricción del agua en prospecciones y acechos inverosímiles.
También cormoranes y anhingas sufren el mismo problema
cuando las piezas de pesca superan el tamaño cómodo de maniobra. Me refiero a
la facilidad con la que ingieren los peces pequeños en detrimento de los
grandes con los que han de subir a la superficie y acomodarlos a favor de
escama rápidamente antes de tragarlos. Los parasitizadores de estas aves
conocen bien el tiempo necesario que precisan para tal acción y los acosan
duramente, aprovechando cualquier descuido para despojarles del alimento. No
sólo gaviotas y otras aves oportunistas tratan de arrebatar la pesca a
cormoranes, también entre ellos pueden beneficiarse organizando alborotadas batallas
para ahorrarse la incómoda labor pescadora del prójimo.
Biguá joven soleándose
El biguá Phalacrocorax
brasilianus es un ave suliforme
de la familia Phalacrocoracidae. Mide
de 58 a 73 cm; su peso es de 1,2 a 1,4 kgr.; la envergadura es de 100 a 102 cm.
Puede sumergirse hasta una profundidad de 10 metros buceando durante 20 o 30
segundos.
Es un ave marina, aunque también frecuenta aguas interiores
como ríos y pantanos.
He podido comprobar, a pesar de no haber visto gran cantidad
de lances de pesca, que el biguá (cormorán) es mucho más rápido ingiriendo peces
capturados que el biguatinga (anhinga), precisamente, por pinzarlos y sujetarlos
con el afilado punzón del extremo del pico para girarlos y tragarlos a favor de
escama. El biguatinga necesita dedicar más tiempo para ingerirlo; al atravesarlo
con ambas mandíbulas, tiene que desencajarlo del pico antes de colocarlo
correctamente y engullirlo.
Tal vez, esta efectividad en el manejo de los peces antes de
consumirlos tenga algo que ver con la presión ejercida por los parasitizadores. El biguá, marino, tiene en este medio acuático una larga lista de
piratas (gaviotas, págalos, etc.) que los acosan para robarles el pescado. En
el caso del biguatinga, no he podido comprobar si sufren el acoso de otras aves.
El biguatinga Anhinga anhinga es un ave pelecaniforme de la familia Anhingidae
Mide de 88 a 90 cm; pesa 1,2 a 1,35 kg; su envergadura es de 120 cm.
Su nivel de flotación es inferior al del biguá (cormorán), asomando solamente la cabeza y el cuello cando se desplaza a nado.
Tanto el biguatinga (anhinga) como el biguá (cormorán) han de exponer sus alas abiertas al sol para secarlas cuando concluyen su jornada de pesca. En el caso del biguatinga se desconoce si la exposición de sus alas al sol es para secar el plumaje o para subir la temperatura corporal.
La brevedad de estas tres imágenes puede inducir a error en cuanto a la rápida ingestión del pez; realmente al ave le costó bastantes segundos desclavarlo del pico para tragarlo.
Lo primero que hizo este biguatinga ante la captura de este buen ejemplar, fue dirigirse a un lugar protegido.
Oculto entre el follaje de este árbol, aturdió al pez golpeándolo contra una gruesa rama para ingerirlo; le llevó un buen rato.
Esta fantástica secuencia de buceo del biguatinga me pareció fascinante. Pude contemplar atónito sus movimientos majestuosos bajo el agua, que soltura y que agilidad para trepar a la rama del árbol donde se soleó. Es un ave fantástica, fácil de ver, si tenéis oportunidad de verla en algún viaje, hacerlo.
Alucinante especialmente la biguatinga... ciertamente intermedia entre los cormoranes y las ardeidas. Alucinante.
ResponderEliminarSeguro que fliparias con el bicho y su desparpajo pescando. Lo único que me dejó descolocado es lo que le cuesta desencajar el pez del pico para tragarlo. Será por que es muy prudente en las zonas donde pesca, por que sino, como en el caso del cormorán, las gaviotas etc, se le echarían encima para arrebatarles el pez.
EliminarSaludos
Menudo bicho el biguatinga, es una pasada. Las fotos de lujo Javier, me ha gustado mucho la entrada. Un abrazo desde Cantabria.
ResponderEliminarDesgraciadamente, en este país tenemos una cierta tendencia a coleccionar citas raras como ornitólogos, y no hacemos demasiado caso a otras especies que no dejan de ser también aves y, tan interesantes como otra cualquiera.
EliminarMe alegra que valores a este gran pescador con técnica de garza.
Saludos
Una preciosidad el Biguatinga. Verlo en su hábitat , pescando o descansando debe ser muy gratificante. Gracias por dar a conocer estas bellas aves.
ResponderEliminarSaludos
Es apasionante verlas en acción y con las alas abiertas soleándose. El contraste del plumaje negro y las ornamentales blancas cuando está posado deslumbra por su belleza. Cuando nada no se aprecia el plumaje por que al nadar su cuerpo permanece sumergido.
EliminarCelebro que aprecies su belleza.
Saludos
Dos que conozco, el biguá es abundantísimo, ha llegado a ser plaga, en mi pueblo en la laguna había más de 10.000 y ensuciaban con sus heces y orinas con pestilente olor a pescado digerido. LA anhinga es muy ocasional donde resido pero la pude ver dos veces, también se conoce como biguá cuello de serpiente.
ResponderEliminarLas fotos y la nota están de lujo
Saludos
Pasar por algún lugar donde se posan gran cantidad de biguás es un ejercicio de valor, por que, como dices y, he comprobado, huele que apesta a pescado putrefacto. Cuando se posan en árboles, sus heces llegan a matarlos con el paso del tiempo. Si no fuera por el efecto de la acidez de los excrementos, diría que es por el "mal olor".
EliminarGracias.
Saludos
Suas entradas são bem interessantes: mais do que bonitas imagens e dados técnicos, temos aqui vivências simples, porém intensas... você nos conta suas experiências com um romantismo peculiar e faz grandes comparações das espécies observadas.
ResponderEliminarUm prazer estar por aqui esse tempo todo que já frequento La naturaleza que nos queda.
Parabéns e realizações.
Beijo.
Me esqueci de enviar o vídeo que vi há pouco tempo: uma cena breve de duas espécies presentes nos meus passeios costumeiros na beira do rio...
EliminarAgradecido de que desfrutes das entradas sobre o rico património ornitológico de teu maravilhoso país. Espero poder desfrutá-lo eu também, tantas vezes me seja possível.
EliminarNão deixes de desfrutar de teus estupendos passeios pela ribera do rio...
Um abraço...
imagino lo emocionante que debe ser poder fotografiar todas estas secuencias de fotos
ResponderEliminargracias por transmitirlo aquí
que pases buen finde, Javier
Es muy emocionante simplemente verlos en acción; si además, puedes fotografiarlos para que la gente pueda verlos, entonces, todavía es mejor.
EliminarGracias, pásalo bien tú también.
Saludos.
Interesante entrada, he visto biguá, pero no he podido ver nunca biguatingas y eso que he estado cerca de zonas en las que seguro que hay. Es de esas especies que me gustaría observar en su medio. La verdad que se trata de unas pescadoras formidables y muy bonitas, en las que la evolución ha realizado un trabajo fantástico con esas formas tan hidrodinámicas.
ResponderEliminarUn saludo
A mi, particularmente, me apasiona ver la capacidad para actuar que tienen los animales en su medio natural. Me paso horas, lo que haga falta para observar las magnificas cualidades que tienen tanto para cazar, pescar o defenderse. Siempre tengo ganas de ver especies nuevas pero, no solamente por la novedad, sino por sus diferencias morfológicas y el modo de utilizarlas.
EliminarSaludos
La Naturaleza busca siempre más de una solución. En este caso debe ser fascinante ver cómo se alimentan. Me gustaría poder verles desde dentro del agua, porque diez metros son muchos para aves de esta envergadura.
ResponderEliminarNo estaría mal alquilar un equipo de buceo y poder disfrutar en directo de toda la capacidad de pesca de estas aves acuáticas.
EliminarSaludos.
Beatifull Pic
ResponderEliminarLike!!!
Gracias por la visita.
EliminarSaludos
Al leer "atravesando" en el título tuve muchas ganas de que se tratara del anhinga, cosa que así ha sido para mi goce. De pequeño me encantaba una ilustración que mostraba esa secuencia de pesca y posterior (y aparatosa) deglución de la captura.
ResponderEliminarEstas dos aves tienen un aspecto dinosauroide muy peculiar.
¡Saludos!
Que fuerza tiene que ejercer para disparar su pico dentro del agua para atravesar al pez. A mí me sorprendió tanto como a ti la capacidad tan perfeccionada de pesca del anhinga.
ResponderEliminarSaludos.
São belas as imagens, nem precisa ser um bom fotografo como eu para estabelecer um belo registro da natureza (ela faz isso)
ResponderEliminarAbraços
Rafael
São belas as imagens, nem precisa ser um bom fotografo como eu para estabelecer um belo registro da natureza (ela faz isso)
ResponderEliminarAbraços
Rafael
Imágenes de aves y fauna en general de la rica biodiversidad brasileña de la que soy un grandísimo admirador. Es un país maravilloso.
EliminarGracias.
Abrazos