domingo, 28 de agosto de 2011

Dedalera negra (Digitalis obscura)



La abeja es una polinizadora de gran importancia tanto para los cultivos como para la naturaleza. Su desaparición haría bajar el rendimiento de la agricultura, peligrando especies de plantas cuyo único medio polinizador es, precisamente, el de las abejas. Según el Parlamento Europeo, “el 76% de la producción de alimentos y el 84% de las especies de plantas dependen de la polinización que realizan las abejas”.



La utilización de pesticidas redujo considerablemente gran parte de la población de abejas y de otros insectos polinizadores, debido a que sus efectos químicos influyen supuestamente en los parámetros de orientación de estos insectos. Aunque estas hipótesis requieren periodos largos de estudio como sostienen algunos expertos, las consecuencias nefastas de los venenos son tanto o más nocivas que las de otros factores, como el de la infección por hongos o la acción de los ectoparásitos entre otras.



La dedalera negra o digital oscura, es una planta perenne de la familia de las Escrofulariáceas de hasta 80 cm. de alto. Los tallos tienen la cepa leñosa con tono rojizo. Las hojas se disponen en la parte alta del tallo, son lineares o lanceoladas, su borde es entero, pudiendo medir hasta 10 cm. Las flores son péndulas uniéndose en racimos a un lado del tallo, son tubulares de hasta 3 cm. de largo y de color anaranjado, estando el cáliz dividido en 5 segmentos, torcidos en el extremo. Florece en primavera y verano. En el Valle del Río Mesa es común, pudiéndola encontrar en los terrenos pedregosos y áridos frecuentemente en umbría.
Es un estimulante cardíaco, pero es planta tóxica que puede ser muy peligrosa.


Sistemática:

Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Lamiales
Familia: Plantaginaceae
Género: Digitalis
Especie: D. obscura

domingo, 21 de agosto de 2011

Un huerto natural



-¿No te da vergüenza como tienes el huerto? -¡Anda, si lo vieran tus padres…!
Así de tajante e irónico me lo recuerda mi primo Eugenio. Nadie reprende mejor que él en el pueblo. Asintiendo, intentando comprenderle estoicamente, le sigo la corriente detallándole ligeros desacuerdos. Pero en el fondo, como si todo comenzara de nuevo, me centro en mis queridos cardos de ribera, cardadores o cardenchas (Dipsacus fullonum). No sólo me encantan, sino que además, me entusiasma sobremanera observarlos cada vez que paso por allí, deleitándome con su caprichosa forma durante largo rato. Son uno de los más bellos ornamentos vivos de las riberas de nuestros ríos y orillas de humedales.




Florece en verano criándose en lugares húmedos. Muchas de las tablas de cultivo abandonadas por la gente rural que partió a la ciudad son recuperadas por esta erguida planta bienal de hasta dos metros de altura. El nombre de “cardador o cardo de cardadores” tiene su origen gracias la utilidad que se le daba a sus cabezuelas para cardar la lana. Existe una variedad que se cultiva todavía en algunos lugares de Cataluña, dado que para ciertos trabajos, hay quien prefiere la carda natural a las metálicas. Sus raíces son utilizadas por sus propiedades medicinales: diuréticas, sudoríficas y estimulantes del apetito.




Alguien dijo que la rosa es la reina de las flores pero, una vez marchitas sus flores, distan mucho del esplendor original. El cardo de ribera, altivo, enrejados sus bohordos floríferos, de textura áspera y punzante como la rosa, difiere de ésta sobre todo en la hora final de su existencia que, es bastante más corta pero de indiscutible belleza póstuma; paradójicamente, termina transformándose en un bello cadáver. Muchos hogares del mundo dan fe de ello, utilizándolos como adorno natural que protagonizan maravillosas combinaciones.

Por otra parte, no deja de hacerme duelo el pobre manzano, tan habituado a los sulfatos de antaño y que ahora, después de tantas manzanas como ofreció, tan sólo es una triste imagen similar a la del olmo de Machado.






Le digo a Eugenio que es un huerto ecológico, y por eso está la tierra descansando, para regenerarse. - ¡Eso si que son chorradas de los ecologistas; ecologistas, vamos hombre…! Dice farfullando mientras se aleja. El hombre es mayor, y él, fue quién lo trabajó hasta hace poco. Sonrío y, piensa él que le tomo el pelo, riéndose también con complicidad mientras agita la cabeza. No soy capaz de hacerle comprender la belleza de tan magnífico jardín natural.

miércoles, 10 de agosto de 2011

UN JOVEN MOCHUELO (Athene noctua)



Sé que estás ahí pequeño mochuelo, impaciente, escudriñando con qué alimentar tus enormes ojos amarillos.



Sé, que la curiosidad con que te ha dotado tu recién estrenada vida no te dejará parar ni un minuto.



Por cierto sé, que ejecutarás a lo largo del día una enorme cantidad de movimientos para continuar después sin descanso en la penumbra y en la oscuridad.



También sé, que no te resistirás ni un momento a utilizar tu extraordinaria visión y audición para descubrir todo lo móvil e inmóvil que asome en la panorámica de tu horizonte.



Por eso además sé, que esperando un poco, no te resistirás a salir.



Es el más pequeño de los tres hermanos. Afortunadamente, tres nuevos mochuelos mas. Los otros dos, se van aventurando poco a poco comprobando con interés la diversidad de elementos del territorio paterno. Tampoco se alejan demasiado, pero más adelante volarán entre viñedos, tablas de cultivo y olivares. Ahora, tienen que ir aprendiendo a perfeccionar la captura de insectos de los que se alimentarán en gran medida, incrementando la dieta con reptiles, pajarillos y micromamíferos. Serán sin duda, el gran azote de escolopendras y escorpiones, los invertebrados más temidos por el ser humano.

Es paradójico que un ave tan común, quizá la más común y conocida de nuestros campos españoles haya sufrido desde 1998 un alarmante declive de un 40 %, estimándose la población actual de nuestro país en unas 50.000 parejas según datos del Programa Noctua.
Los atropellos, la caza ilegal y el uso de venenos para el control de plagas agrarias de micromamíferos e insectos, son la principal amenaza para esta pequeña estrigiforme.



Está bien, ahora descansa, que te quedan muchos años por mirar y espero que tus ojos lo vean.

sábado, 6 de agosto de 2011

Esta especie de gaviota no tiene nada de idiota



La gaviota patiamarilla (Larus cachinnans) ha sido considerada hasta hace poco como (Larus argentatus) de la que difiere por la coloración amarilla de sus patas en lugar de rosadas, la mácula roja de la mandíbula inferior que es algo mayor y el pico en conjunto mas coloreado; además del anillo orbital rojo que destaca la intensidad de su iris pálido (Glutz y Bauer 1982).



Necesitaría mucho tiempo para redactar todo el potencial turístico de Roma, una de las ciudades más maravillosas del mundo, no me cabe la menor duda. Por ello me centraré en el esplendor mágico de estas aves que dan vida a esta ciudad esculpida por maestros del cincel. Sobre el arte escultórico romano del puente más bello de esta ciudad, el de Sant´Angelo sobre el río Tevere, se hallan las gaviotas patiamarillas (Larus cachinnans), talladas morfológicamente para faenar en el mar gracias a la adecuación evolutiva de su morfología; y en oportunistas, debido al bochornoso despilfarro alimenticio humano.



Es una gaviota bastante inteligente cuya población despuntó en los años sesenta, duplicándose y triplicándose su población gracias a la explotación trófica de los vertederos y descartes pesqueros, favoreciéndole por supuesto, una menor presión humana sobre sus colonias. Destaca su predilección por los crustáceos y los moluscos sin desdeñar todo tipo de carroñas; huevos de otras aves, sus pollos e, invertebrados.
Son aves muy arraigadas a la costa y de cría colonial, y también, colonizadora del interior. La estructura del nido consiste en un pequeño acumulo de algas o hierbas secas recolectadas por la playa. Anidan en comunidad y la pequeña parcela regentada por cada pareja es defendida con inquina ante sus congéneres y cualquier intruso, incluido el hombre. Finalizada la incubación generalmente de los dos o tres huevos de que consta la puesta, nacen los pollos “muy vivos” que abandonarán el nido inmediatamente (nidífugos).






El vuelo de las gaviotas les permite recorrer enormes distancias al ser rápido y sostenido. Hay especies merced a esa capacidad de desplazamiento que emprenden notables migraciones. Otra interesante adaptación es la de descansar sobre el agua con frecuencia, aunque no sean grandes nadadoras. La considerable acumulación de aire en su plumaje largo y grasiento les hace flotar en exceso y, por consiguiente, ofrecer mayor resistencia al viento. Sus patas poseen dedos con membranas interdigitales para desplazarse pero, no tienen la fuerza de otras aves más especializadas y nadadoras como las anátidas, que añaden a su equipo una línea menor de flotación y una silueta hidrodinámica más apta para el medio acuático.


Esta imagen es idéntica en todas las ciudades del mundo. Siempre hay personas generosas que ayudan a los gatos con comida suplementaria, al margen de las criticas de unos pocos. Las gaviotas, también entienden el mensaje de la ocasión, pero, el gato no se deja intimidar y defiende su puesto, las aves esperan. Sobre la ruinosa tapia del fondo aguarda por turno jerárquico, la también abundante corneja cenicienta (Corvus corone cornix). Esta foto me recordó a cuatro incondicionales amantes de estos felinos: Abedugu, Clariana , Mamen y Teca.


Hay personas que no soportan la presencia de gaviotas ni de palomas en las ciudades, sobre todo, por lo que ensucian.


Ejemplar joven del año. La opulencia del ser humano, el éxito oportunista de esta gaviota.


“Nikolaas Tinbergen etólogo holandés, fue pionero en el estudio del comportamiento animal junto a los biólogos Konrad Lorenz y Karl von Frisch, con quienes compartió el premio Nobel de Fisiología y Medicina de 1973, por sus descubrimientos sobre la organización y las respuestas del comportamiento instintivo, tanto desde el punto de vista individual como social.”
Tinbergen, dedicó un profundo estudio a las gaviotas, poniendo de relieve el efecto dinamizador en un animal al desarrollar sus instintos; es decir, el comportamiento innato puede ser el resultado de un proceso adaptativo seleccionado a lo largo de la evolución.

Mientras filmaba a esta gaviota joven de segundo año, pasé largo rato deleitándome con su atrayente mirada, sus palmeados dedos y todo el conjunto físico de esta ave tan espléndida. Tras largo rato contemplándola me miró fijamente y comenzó mientras alzaba la cabeza, un recital estridente de griterío desbordante…


Después me ofreció una cortés reverencia… (Me llegó al corazón...)


Finalmente, el éxtasis culminó mediante un audible trompeteo que se expandió por toda la ciudad y que parecía contagiar a sus congéneres más cercanos. Así terminó su presentación. Tinbergen denomina a esta pauta de significado tan especial “llamada larga” utilizada por las gaviotas con carácter amigable.


Consolidado nuestro lazo de amistad con su aprobación, comenzó un acercamiento más íntimo.
Todo se desarrolló en lo alto del monumento a Vittorio Emanuele II, inaurgurado en 1911 y construido por Giuseppe Sacconi.


Ella comenzó a picotearme y… ¡bueno! Ya está bien ¿no? Creo que ya es suficiente…
Ahí acabó todo...