viernes, 29 de octubre de 2010

Una gineta (Genetta genetta)



He visto alguna vez ginetas en cautividad, pero no tienen ni el encanto ni la frescura de los ejemplares libres. De hábitos nocturnos, es raro sorprenderlas durante el día si no es levantándolas casualmente de algún encame. Seguramente, recordaréis los programas de la serie de Félix Rodríguez de La Fuente El Hombre y La Tierra, el capítulo dedicado a “la bella matadora”, donde esta especie poseedora de una prodigiosa morfología, mostraba el portento de una agilidad sin límites por la aparente facilidad con la que daba alcance a sus presas entre el ramaje desnudo de las copas de los árboles, saltando incluso, de árbol en árbol. Las uñas semirretráctiles se aferraban a la madera como estiletes, y su abultada cola, le servía de timón durante los vertiginosos saltos. Esta especie de gato alargado, paticorto, de afilado morro y pelaje tachonado, posee una poblada y llamativa cola caprichosamente anillada que luce un contrastado negro y gris amarillento, así como en el resto de su cuerpo. Es el regalo que supuestamente nos hizo el Islam, uno de los mejores, traído por los árabes a nuestro país, quizá, para la caza de ratones en sus deslumbrantes y solariegas mezquitas y palacios. Pero cabe pensar que, tal vez, fueran presa de la hermosura de este vivérrido, y deslumbrados por su atractiva librea lo integraran en los diáfanos patios de rumorosas fuentes otorgándole la nobleza del halcón, para que la bella gineta ornamentara con su vitalidad los arcos de herradura, lacerías y arabescos, en definitiva, todos los interiores mágicos de las más fantásticas creaciones arquitectónicas de la mano del hombre artesano.


La primera vez que tuve la fortuna de ver a la escurridiza gineta, salió de un enebro al pie de un cortado rocoso de unos quince metros de altura, subió por la roca como una exhalación, dejándome estupefacto la estela de su tupida y blanquinegra cola durante el ejercicio prodigioso de su capacidad trepadora. Desapareció con la brevedad e intensidad que deja una estrella fugaz



Las pupilas verticales sobre un fondo pardo oscuro, delatan la visión nocturna de este mamífero carnívoro presente en toda la península ibérica.

22 comentarios:

  1. Não conhecia esse animal.

    Que fotos tão meigas, Javier, gostei muito! E do que nos contou sobre a gineta também.

    Um lindo fim de semana para você e os seus.

    Beijo carinhoso.

    ResponderEliminar
  2. Como siempre, resulta balsámico y reconfortante pasearse por tu blog para descubrir esa naturaleza que nos queda; como el diminuto y cada vez más escaso carricerín cejudo, las chovas piquirrojas de brillantes plumajes; la ortega, señora de los páramos; o el mundo de la in-cultura taurina (por cierto, muy explícito el dibujo) en el que al menos resulta cuando menos emocionante el comprobar que cada vez son más los que alzan su voz contra esta tortura hacía un ser vivo; el poder recorrer ese bello rincón de nuestra naturaleza como es el nacimiento del río Pitarque; y como no, contemplar, fugazmente, a ese duende de la noche que es la bella gineta. Como digo, altamente necesario para la salud poder recalar y descansar por estos lares por unos instantes, en unos momentos en que a uno parece faltarle tiempo para todo.
    Un saludo
    Lluís

    ResponderEliminar
  3. ¡Qué preciosidad de animal! Yo también las he visto en cautividad, aunque nunca en libertad y la verdad es que es una pena, porque es un animal maravilloso.
    Saludos.
    Guillermo

    ResponderEliminar
  4. Pues si, no me acordaba ya de ese programa de FRdlF, pero las imágenes han venido a i cabeza en cuanto lo has mencionado. Bellísimo y extraordinario animal.

    ResponderEliminar
  5. - Teca, la gineta aunque es un mamífero silvestre, su presencia incluso en las afueras y parques de las ciudades, no es rara. Aunque parece un precioso gato, nada tiene que ver con los felinos, es un mamífero primitivo pero con un encanto especial. Ya quisiera pasarle la mano por el lomo.

    Un abrazo.


    - Bueno Lluís, si te falta el tiempo para crear verdadero arte con tus trabajos por exceso de encargos, me alegro, pero tampoco quiero que te esclavicen demasiado, para que puedas disfrutarlos con la relajación que te mereces, y cumplan esa función de expansión creativa.
    Suerte, y me alegro de leerte, que son muchos días.

    Saludos.


    - William, es cierto que ganan una barbaridad los ejemplares en libertad, no hay comparación.

    Saludos.


    - Aquel capítulo Araña fue apasionante, gracias a la ocasión brindada por el documental al poder ver la agilidad de este animal capaz de trepar con una soltura increíble. Tal como llegué a verla subiendo por la roca. Espectacular.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Hola Javier, siempre es un placer andar por tu blog y por la naturaleza que nos presentas... Gracias por esta ráfaga de aire fresco entre tantas cosas feas !
    Sabés que la carita de este hermoso bichito, me recuerda al possum, aunque no tiene nada que ver ya que el possum es un marsupial.
    Hermosa foto...sus ojos son enormes(claro, por andar en la oscuridad se les forma la midriasis) son también dulces y de una mirada inteligente. Y su trompita es para acariciarla.
    Un abrazo, amigo!

    ResponderEliminar
  7. Un animal precioso del que podemos disfrutar en tu blog a la par de un texto muy poético y bello que hace las delicias de todo el que aquí se acerca.
    Es un placer visitar tu blog pues es como recibir una bocanada de brisa fresca.
    Buen día

    ResponderEliminar
  8. Belíssimo o seu blog, aliás o seu encanto de natureza! Adoro animais e fico grata por poder conhecer melhor algumas destas espécies!
    Magnífico!
    Parabéns!

    Beijinho

    ResponderEliminar
  9. ¡Hola Javier!
    Es muy interesante conocer las cualidades de la gineta que tan bien nos describes, parece que destaca la agilidad para correr rápida como el viento y trepar por un cortado rocoso como si volara casi. También me llama la atención esa función de timón de su cola.
    Me recuerda a mis gatos, pero más morruda.
    Por otra parte, me ha encantado esa integración de la gineta en los monumentos árabes y sus deliciosos jardines con fuentes de surtidores y pequeños arroyuelos.
    No sé si has leído una notícia que había en el periódico ayer, sobre los mataderos y la impotencia del gobierno de la Generalitat en controlar que se cumpla la ley de Protección Animal de acuerdo con la normativa de la Comunidad Europea, a causa de la excepción del halal que permite que sus anmales se maten sin aturdir, contraviniendo las normas de esa ley, bueno se ve que pusieron esa excepción pero los de la industria cárnica se están aprovechando y hacen la excepción bastante más extensible. ¡Pobres animales! Me pasé el día pensándolo, muy mal.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  10. - Qué tal Mabel. Estos animales, los possums, que tienen el morro prominente y que la gineta te recuerda a ellos, son arborícolas aunque bastante más especializados, que aun siendo omnívoros necesitan de los bosques para refugiarse, predominando en ellos la alimentación vegetariana. Desgraciadamente en Nueva Zelanda son una plaga al carecer de enemigos. Espero que aquí la gineta pueda mantenerse como una población estable.
    Quién pudiera acariciarla.

    Abrazos.


    - Abedugu, no me cabe la menor duda sabiendo de tu amor por los gatos, que este precioso animal con morfología gatuna te guste como cualquier otro de los tuyos. Seguro.

    Abrazos.


    - Bienvenida JB. Me entusiasma muchísimo tu asombro por semejante belleza de la naturaleza como es la gineta. Lastima que cueste tanto toparse con ella si no es mediante el método del fototrampeo.

    Un abrazo.


    - Me alegra Clariana que te haya gustado el extraño gato de pelaje tan poblado al igual que su llamativa cola. Sabía que como a Abedugu, te gustaría.
    Respecto al tema que mencionas, no están las industrias cárnicas actualmente en tiempo de crisis para perder el tiempo en supuestas menudencias a la hora de sacrificar animales. Ahora más que nunca el tiempo es oro, y con gente con tan pocos escrúpulos y sin concienciar, es difícil que en los mataderos haya piedad para los sacrificados y menos, ausencia de dolor. Imagínate la carne con denominación “halal”, para que también se respete ese derecho de seguir el rito tradicional de la matanza, y, además invocar (“en nombre de Alá”) antes de matar al animal. Y para más “Inri”, no creo que como esta el país, manden supervisores de sanidad para ver si el animal sufre cuando es sacrificado. Creo que todavía queda como con los toros, un largo camino que recorrer, sobre todo, por la indiferencia de muchos.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. No sabía que las habían traido los árabes, qué curioso, no serían consideradas especies invasoras hace siglos entonces? sólo las he visto en fotos, nunca en cautividad y menos en su naturaleza, ya me gustaría! Preciosa entrada.

    ResponderEliminar
  12. Parece la hipótesis creo, más aceptada de cuantas hay, pero no está científicamente probada. Por supuesto en su día sería una especie invasora, pero como no había una concienciación igual a la actual, pasó desapercibida, y más, con esa impresionante agilidad para trepar por donde fuera y cazar sobre todo, micromamíferos y una dosis otoñal de frutos silvestres. Toda una proeza de ésta apasionante criatura.
    No te voy a desanimar pero, es algo complicado verla en libertad; lo que podemos descubrir fácilmente son los depósitos de excrementos que siempre están en lugares elevados de rocas, árboles y casas en ruinas. No dejes de intentarlo.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  13. Como siempre has acertado Javier, enhorabuena. Las ginetas no son fáciles de ver en estado silvestre pero si sabes donde encontrarlas las posibilidades crecen. Las letrinas de excrementos en sitios elevados de 12-16 x 1 cm, son claro indicador de su presencia. Así como las huellas, pues marcan los cinco dedos y la membrana central sin uñas. Lo dicho, un acierto. Saludos

    http://calceolusycentaureas.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  14. Enhorabuena Javier por la captura de esta belleza, y el interesante y ameno comentario.
    Un cordial saludo

    ResponderEliminar
  15. que tal javier, me he pasado por tu blog en un momento flash par ver que nuevas noticias me traes de la fauna y flora de tu hermoso pais, y no me he desepcionado pues como siempre interesantisimo tu post, sobre la gineta, es un nuevo animal que conosco gracias a ti,:D y no puedo dejar de decirte que hermoso animal, pero lo q mas me impactan son esos ojos que tiene me parecen tan extranos y facinantes, bueno hasta la proxima

    ResponderEliminar
  16. - Javier, después de haber pasado la noche en tantos lugares donde existía la gineta, quizá la pueda haber escuchado caminando entre la hojarasca o sobre el ramaje crepitante a sus pies o, porqué no, durante el chillido mortal de una de sus presas mientras la perforaba con sus caninos. Sin embargo, no, no he tenido la ocasión de verla con la frecuencia que hubiera querido. Es demasiado esquiva.

    Saludos.


    - Gracias Jorapavi.

    Saludos.


    - Agradecido Capri por tu ilusión e interés por una naturaleza, que necesita del amor y protección de gente cómo tú.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. Ah, me encantan las ginetas, las "bellas matadoras" (resulta increíble cómo a muchos animales les recordamos por el nombre que les dio nuestro querido Félix, ¿verdad?). Alguna vez he tenido oportunidad de verlas en libertad y es un espectáculo de tremenda belleza poder contemplarlas.

    Me ha encantado la entrada y cómo nos trasladas a la inmensidad del bosque para deleitarnos con su presencia.

    Un abrazo,

    Trotalomas.

    ResponderEliminar
  18. La primera visión que tuve de ellas fue en los episodios de Félix. Luego las he visto en cautividad y semicautividad...Y yo también quedé cautivo de su belleza.
    Una joya (algo exótica) de nuestra fauna...que luce espléndida en tu blog.

    Saludos, Javier.

    ResponderEliminar
  19. - Lo cierto es, que hasta que no comenzaron los programas de Félix, no tenía ni idea de la existencia de estos animales tan alucinantes y distinguidos. No me cabe duda la suerte que has tenido de disfrutar de la presencia de esta fugaz cazadora. Son recuerdos demasiado valiosos ¿verdad?

    Abrazos Trota.


    - Era imposible no quedarse prendado de la belleza de la gineta. Mi hermana me habló de una gineta mansa que tenían en un taller infantil, creo que de Rascafría. Era la atracción de todos los críos.

    Saludos Javier.

    ResponderEliminar
  20. Te dejo el enlace de una gineta Grabada a plena luz del día por el soto del Henares.
    http://www.youtube.com/watch?v=OoyLq2NkUcc

    ResponderEliminar
  21. Oye qué bueno el vídeo. Y tus fotos Javier, y la entrada.

    Yo tengo la desgracia de verla todos los días, disecada eso sí, en la mesa de uno de los despachos de la oficina. Se sabe qué animal es por el cuerpo, pero la cara no tiene nada que ver, el tio que la disecó no sabría siquiera cómo es una gineta, con esa carita tan guapa y redonda que tiene, ésta la ha dejado completamente afilada, parece una rata con cuerpo de gineta.

    Tuvo la mala fortuna de ser cazada por mi jefe (le odio), cazador, claro, me contó todo ufano..."A estos animales hay que matarlos, que nos quitan los conejos. Iba con las crias y todo pero la metí un tiro..." No quise escuchar más.

    La historia de siempre. Qué gentuza, qué asco. Qué cerebro de mosquito. Le deseo que algún día se meta un tiro donde a mí me plazca, no me da ninguna vergüenza decir el mal que le deseo, de verdad.

    En fin...:( Yo en libertad no he visto ninguna, alguna en cautividad.

    ResponderEliminar
  22. - Bienvenido Lubican, y enhorabuena por semejantes capturas. Desde luego, no tengo duda de la emoción que debe producir la recogida del material después de la jornada de trampeo. Tienes una colección de lujo; gato montés, gineta, garduña, mapache y, la crudeza del jabalí con una extremidad amputada. Demasiado.

    Saludos.


    - Lastima Mamen que la gineta no se sentara delante de la cámara para acicalarse el pelaje. De todos modos, es alucinante por muy corta que sea la secuencia de la gineta de Lubican.

    Coincido contigo en el odio a gente con argumentos tan estúpidos como el de tu jefe. Cuado alguien me provoca (en serio o, en broma; no lo sé) diciendo que dispara a todas las águilas que se comen la caza, les respondo con voz coloquial: que hacen bien; porque yo, reviento los bebederos artificiales y atropello a las crías de perdiz cuando cruzan los caminos (mentira todo). ahora, la cara que les queda es para fotomatón. No aguanto morderme la lengua tragando el cachondeo psicológico de cazadores o de lo que sean.

    Me temo que tu jefe es irrecuperable. Pero lo peor de todo, es la falta de respeto hacia los demás que no comparten sus aficiones, como si el monte lo gestionaran ellos o fuera patrimonio exclusivo suyo.

    Sigue intentándolo que la verás, sobre todo, en horas crepusculares.

    Saludos.

    ResponderEliminar